Fidji Simo Quiere que ChatGPT sea Más útil y Pagues Cuando OpenAI Acelera su Expansión

OpenAI mueve ficha y cambia su manera de dirigir el producto: desde el verano, Sam Altman se centra en investigación y computación y, desde agosto, Fidji Simo manda sobre las aplicaciones. ¿Qué significa para ti? Que ChatGPT puede volverse mucho más útil en poco tiempo.

Simo, ex CEO de Instacart y ejecutiva de producto en Meta, lidera desde Los Ángeles, donde trabaja en remoto por motivos de salud. Usa Slack a diario y, según empleados, está muy presente en la cultura interna. OpenAI, con su estructura singular (una fundación que controla una empresa con fines de lucro, ahora corporación de beneficio público), busca equilibrio entre laboratorio y negocio, y ChatGPT es el eje de esa apuesta.

El contexto explica la urgencia. OpenAI atraviesa una expansión agresiva: nuevos modelos, alianzas soberanas de IA, acuerdos con minoristas, un chip propio, hardware y grandes contratos de computación. Al mismo tiempo compite con Google y Meta, y con startups de ex empleados como Anthropic, Thinking Machines Lab y Periodic Labs. En ese tablero, ChatGPT necesita avanzar de juguete brillante a herramienta imprescindible sin perder seguridad.

La misión de Simo es convertir investigación puntera en productos que uses cada día y generen ingresos. Ella reconoce una brecha entre lo que la IA ya sabe hacer y cómo la usas hoy. “Mi trabajo es cerrar esa brecha para que el valor llegue a la gente”. Si lo consigue, notarás que ChatGPT resuelve compras, viajes o finanzas como un asistente real, no solo como un chatbot.

Para acelerar ese cambio, su equipo ha lanzado Pulse, una herramienta que conecta tu calendario, analiza historiales de chat y comentarios, y te sugiere acciones concretas. Pulse ya sirve en salud —alertas sobre estudios médicos— y en el trabajo —resúmenes de noticias de IA—, pero no llega a todos: la capacidad de computación limita el despliegue y condiciona cuánto puede escalar ChatGPT ahora mismo.

Hay más piezas en marcha. OpenAI ha creado una plataforma de certificación y empleo en IA para formar a 10 millones de trabajadores, y ha reforzado las respuestas de ChatGPT en crisis de salud mental. Con 800 millones de usuarios por semana, calibrar cada respuesta en situaciones delicadas es difícil, por lo que la empresa trabaja de forma continua con psicólogos para detectar comportamientos problemáticos, como episodios de manía, y reducir respuestas dañinas.

Ese foco en seguridad se extiende a Sora, la app de vídeo de OpenAI, que ya incorpora controles parentales avanzados y opciones para gestionar tu imagen. Simo defiende colaborar con titulares de derechos de autor y avanzar hacia un intercambio de valor justo. Admite que los primeros contenidos generados por IA pueden parecer imitaciones inferiores antes de evolucionar hacia formatos genuinos.

Cómo planea Fidji Simo hacer que ChatGPT sea más útil y rentable en 2025

OpenAI pierde miles de millones al año, y Simo quiere cambiar eso sin romper la experiencia. Su idea es simple: si ChatGPT aporta valor real y personalizado, tú estarás dispuesto a pagar. Lo verás en tres frentes: productos de consumo más “agentes” para tareas concretas, ofertas para empresas como ChatGPT Enterprise y nuevas capacidades gracias a más computación.

• Empieza por crear asistentes verticales que resuelvan compras, viajes y finanzas.
• Refuerza ChatGPT Enterprise y la API con agentes por sector y función.
• Asegura computación con grandes centros de datos y socios como Nvidia.

Simo cree que la clave de la rentabilidad está en el tamaño del mercado y en el valor por usuario. Para sostener ese plan, OpenAI ha firmado acuerdos por valor de cientos de miles de millones de dólares para ampliar centros de datos y capacidad de cómputo. Admite la trampa: si no hay suficiente infraestructura, no hay ChatGPT “premium” para todos. Por eso prioriza pactos de computación incluso si parecen arriesgados.

El reparto interno también cambia cosas. Altman delega producto para volcarse en investigación, mientras Simo protege la cultura de laboratorio y mete ritmo de mercado. Ella misma dice que entrar en OpenAI fue una decisión arriesgada, y sostiene que en Meta no se anticiparon bien los riesgos sociales. Aquí, sus primeras medidas han ido a salud mental y empleo, dos áreas donde ChatGPT ya muestra mejoras y controles parentales con predicción de edad.

Publicidad en ChatGPT gratis: qué cambiaría y cómo afectaría a tu privacidad

Simo decidirá cómo y cuándo llegan los anuncios a la versión gratuita. Hoy, ChatGPT no muestra publicidad ni recomendaciones de pago cuando pides consejos de compra. Su criterio es claro: primero, que la experiencia comercial sea excelente; después, si encaja, llegará la publicidad. Y, si llega, será con un modelo distinto y con la privacidad por delante, porque —dice— lo que incomoda suele ser el mal uso de datos, no el anuncio en sí.

La mirada de Simo está cruzada por su vida personal. Convive con síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS) desde un embarazo complicado cuando trabajaba en Meta, que requirió cirugía y largos periodos de reposo. Trabaja en remoto desde Los Ángeles, su marido Rémy —antes ingeniero— ahora es pastelero, y esa realidad ha moldeado su liderazgo. Fue transparente desde el primer día para ganarse la confianza en una empresa de cultura presencial y, Slack le permite estar muy accesible.

Esa experiencia explica por qué prioriza funciones de salud y accesibilidad en ChatGPT y por qué defiende que las limitaciones físicas pueden impulsar creatividad y gestión consciente. Su visión no es paternalista: ve la IA como un atajo útil para dar acceso a servicios que antes eran premium, como planes de negocio de calidad. Y lo trae a casa con un ejemplo: su hija de 10 años, con supervisión, usa ChatGPT para montar pequeñas “empresas”, escribir canciones y libros.

Más allá de miedos existenciales, Simo sostiene que OpenAI trabaja para evitar riesgos. No aspira a sustituir a Altman y recalca que ambos son necesarios. Reconoce el peligro de abrir demasiados frentes, por lo que recluta líderes fuertes para cada proyecto y acota prioridades.