Perder una maleta en un aeropuerto o dejar el móvil en un taxi en Madrid es una pequeña pesadilla que muchas personas conocen bien. Ahora, una pyme madrileña ha decidido usar la Inteligencia Artificial para encontrar objetos perdidos de forma mucho más rápida y precisa, y la Comunidad de Madrid ha apostado por esta idea con dinero público.
La protagonista se llama Foundstop, una pequeña empresa de la región que acaba de recibir una ayuda de 66.088 euros del Gobierno madrileño. El proyecto se aplica en lugares donde los extravíos son el pan de cada día, como aeropuertos, autobuses, hoteles o taxis, y promete cambiar cómo se gestionan esos objetos olvidados.

La base del sistema es una plataforma que Foundstop ya venía desarrollando, pero ahora se presenta en una versión mejorada gracias a esta financiación. La pyme no parte de cero, sino que refuerza una solución que ya funcionaba y que ahora se apoya más en modelos de Inteligencia Artificial para ganar velocidad y precisión. La clave no está solo en la tecnología, sino en cómo se conectan los distintos actores.
Lo que hace esta herramienta es unir los sistemas informáticos de las oficinas de objetos perdidos de distintos servicios con mucho tráfico de personas. Piensa en compañías aéreas, empresas de autobuses, cadenas hoteleras o flotas de taxis. Todos esos puntos, que antes trabajaban en cierto modo cada uno por su lado, quedan ahora enlazados por un modelo inteligente que actúa como una especie de “centralita” automática.
Cuando tú pierdes algo, presentas una reclamación con una descripción de tu objeto: color, tipo, fecha aproximada, lugar donde crees que lo olvidaste. Antes, esa información se quedaba casi encerrada en un sistema concreto y dependía del ojo humano. Ahora, la plataforma con Inteligencia Artificial cruza lo que tú describes con los registros de objetos encontrados en todas esas oficinas conectadas, y busca coincidencias sin descanso.
La aplicación compara términos, detalles y patrones en tiempo real, y va filtrando posibilidades. Si lo comparamos con alguien que revisa una lista a mano, la diferencia es grande. Según explican los responsables de Foundstop, esa forma de trabajar consigue que la búsqueda de objetos perdidos sea entre un 5 % y un 15 % más eficaz. Puede parecer poco a primera vista, pero en un volumen grande de extravíos, ese margen significa muchas pertenencias recuperadas que antes se quedaban en un almacén.
También te puede interesar:El Cerebro Consume lo Justo; la IA Devora Energía y Pone en Jaque a las Redes ElectricasEl impacto no se nota solo en cuántos objetos se encuentran, sino en cuánto tardan las empresas en gestionarlos. Con la ayuda de la Inteligencia Artificial, los trámites se acortan y las tareas internas se automatizan. Los datos de la compañía apuntan a una reducción de los tiempos de gestión de entre un 400 % y un 600 %, lo que se traduce en menos esperas y menos correos o llamadas pendientes para el personal.
Todo ese recorte de tiempos tiene una consecuencia muy directa para ti como usuario. Con el sistema anterior, recuperar un objeto perdido podía llevar entre una y dos semanas, con mucha incertidumbre por el camino. Con la nueva plataforma creada por Foundstop, respaldada por la Comunidad de Madrid, los plazos bajan a un máximo de dos días. Es un salto enorme si has olvidado algo valioso o necesario para tu trabajo diario.
Desde el Gobierno regional explican que el objetivo no es solo ayudar a encontrar objetos perdidos, sino probar cómo la Inteligencia Artificial aplicada a problemas muy concretos puede mejorar la vida de la gente y el trabajo de las pequeñas empresas. No se trata de un experimento aislado, sino de una línea de apoyo con presupuesto y calendario.
Los datos oficiales de la Consejería de Digitalización muestran que ya se han destinado 10 millones de euros a casi un centenar de proyectos basados en Inteligencia Artificial. Todos ellos están ligados a pymes madrileñas que buscan hacer sus procesos más eficientes y competitivos. Según una nota del propio departamento, “la Inteligencia Artificial ya no es solo cosa de grandes multinacionales, también es una herramienta diaria para las pequeñas empresas”.
Para encajar estas ayudas en un marco más amplio, la Comunidad de Madrid se apoya en el Programa Europeo de Redes de Especialización Tecnológica, conocido como Retech. Este programa europeo agrupa iniciativas que apuestan por nuevas tecnologías, y entre ellas, la Inteligencia Artificial ocupa un papel central. La ayuda de 66.088 euros a Foundstop forma parte de esta estrategia conjunta entre Bruselas y el Gobierno regional.
El programa Retech persigue que las industrias de la región integren capacidades digitales avanzadas sin que eso suponga un coste inasumible para ellas. Con todo, no se busca solo dar subvenciones puntuales, sino crear una red de proyectos que se refuercen entre sí. Cuando una empresa demuestra que la Inteligencia Artificial sirve para algo tan concreto como recuperar objetos perdidos, abre la puerta a que otras pymes adapten ideas similares a sus propios problemas.
También te puede interesar:Deberes, Exámenes y Apuntes: la IA lo Resuelve Todo para los Jóvenes, con un Punto Crítico que Nadie MencionaLa gracia de este tipo de soluciones está en que tocan una experiencia muy cotidiana: perder cosas. Cada maleta, cada mochila y cada chaqueta olvidada generan trabajo interno y frustración del cliente. Un modelo inteligente que conecta oficinas de objetos perdidos y reclamaciones online no solo agiliza la búsqueda, también reduce errores humanos y conversaciones repetitivas.
Hay aún retos que no se pueden ignorar. Para que la Inteligencia Artificial funcione bien, las descripciones deben ser mínimamente precisas y los registros internos de las empresas tienen que estar ordenados. Cuando esos datos tienen una calidad aceptable, el sistema gana ventaja, porque puede revisar patrones y coincidencias que una persona, por pura fatiga, terminaría pasando por alto.
En este tipo de iniciativas, la verificación de cifras suele llegar desde varias fuentes: datos de la propia pyme, memorias de la Consejería de Digitalización y documentos ligados a proyectos Retech. Las mejoras de un 5 % a un 15 % en eficacia y de entre un 400 % y un 600 % en tiempos de gestión forman parte de esos informes internos, y sirven al Gobierno madrileño para justificar nuevas convocatorias y extender la Inteligencia Artificial a otros casos de uso.
Si viajas en avión, en autobús interurbano o te alojas en un hotel que esté conectado con este tipo de plataforma, vas a poder seguir un proceso más sencillo. Básicamente, tendrás que:
Entre bastidores, la Inteligencia Artificial habrá comparado tu reclamación con cientos o miles de registros de objetos hallados. Si todo encaja, el sistema avisará al personal de la empresa y te indicarán cómo y cuándo recuperar tu pertenencia. Si no hay coincidencias claras, todavía quedará margen para una revisión manual, pero ya con un filtro previo que ahorra mucho tiempo.
Mirando a los próximos meses, la pista a seguir está en dos frentes. Por un lado, cuántas pymes madrileñas se suman a este tipo de proyectos con Inteligencia Artificial respaldados por fondos del programa Retech. Por otro, si sectores como el comercio, la logística o la administración pública copian el modelo de Foundstop y empiezan a cruzar datos de forma similar para resolver otros problemas igual de cotidianos.
Al final, lo que se está probando en Madrid es si una ayuda relativamente pequeña puede convertir la Inteligencia Artificial para encontrar objetos perdidos en un servicio casi estándar en transportes y alojamientos. Si la promesa de recuperar tus cosas en un máximo de dos días se mantiene en el tiempo y se extiende a más empresas, la próxima vez que olvides algo importante es posible que la tecnología juegue claramente a tu favor.

Directora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.