OpenAI, Anthropic y Cohere han puesto el foco en un perfil muy concreto para 2025. Quieren contratar a decenas de especialistas que trabajen pegados al cliente. El movimiento importa porque acelera proyectos de IA reales en bancos, fábricas y comercios, y cambia cómo se venden estos modelos.
Ese perfil es el ingeniero desplegado con el cliente (FDE), una persona que escribe código y habla con directores de negocio. Su misión es clara: acercar los modelos de IA a cada empresa, adaptarlos a sus sistemas y crear confianza desde el día uno. El término no nació en Silicon Valley, sino en un lugar muy distinto.
La demanda se ha disparado. Según Indeed, las vacantes para FDE crecieron más del 800% entre enero y septiembre de 2025, y un 1158% desde enero de 2023. Son datos de ofertas publicadas en su plataforma, y encajan con lo que reconocen las propias compañías. OpenAI admite que la demanda “ha superado sus expectativas”. Ahora falta entender el porqué.
La razón es menos glamourosa y más práctica: muchas empresas quieren IA, pero no saben cómo integrarla de forma rentable en su día a día. Un gran banco no se parece en nada a una startup nativa de IA, y cada caso necesita ajustes finos, métricas claras y responsables presentes. Ahí entra el FDE, que pone orden y convierte promesas en resultados.
El modelo no es nuevo. Nació en Palantir hace casi 20 años y todavía hoy marca la cultura de la compañía. Allí, los FDE son aproximadamente la mitad de la plantilla. El término “forward deployed” viene del ámbito militar y describe a equipos enviados al frente. Palantir desplegó ingenieros en bases de Afganistán e Irak, y también en fábricas y refinerías. Trabajo sobre el terreno, con cascos, normas y datos reales.
OpenAI y Cohere buscan replicar esa fórmula. Integran a un ingeniero desplegado con el cliente al inicio de cada contrato para alinear expectativas y procesos, y así construir una relación que dure más allá del primer piloto. “Primero garantizamos que el cliente consigue lo que necesita y luego reducimos nuestra participación”, resume Aidan Gomez, cofundador y CEO de Cohere.
Hay casos que aterrizan la idea. En su colaboración con John Deere, OpenAI explica que, gracias al trabajo de estos ingenieros, la empresa desarrolló herramientas más precisas y redujo el uso de productos químicos entre un 60% y un 70%. El gancho está en la personalización, y se nota cuando pasas de una demo bonita a un ahorro medible de costes.
¿Qué hacen en el día a día? Codifican integraciones, prueban prompts y flujos, ajustan modelos con datos del cliente y preparan cuadros de mando para medir impacto. Ese “descubrimiento de producto desde dentro” convierte requisitos vagos en software que funciona con contratos, sensores y personas reales. Es menos “magia de IA” y más artesanía con impacto.
Si apuntas a este rol, vas a necesitar una mezcla poco común: escribir código limpio, entender procesos de negocio y comunicarte con claridad con responsables técnicos y de operaciones. Como ingeniero desplegado con el cliente, vas a poder traducir lo que pide legal, lo que soporta IT y lo que espera dirección en entregas quincenales.
Los planes de contratación son ambiciosos. OpenAI quiere llegar a 50 FDE en 2025. Anthropic busca multiplicar por cinco su equipo, y confía la coordinación a perfiles de IA aplicada. “Las necesidades de un banco del Fortune 500 son completamente distintas a las de una startup nativa de IA”, apunta Cat de Jong, directora de IA aplicada en Anthropic, para justificar esa cercanía con el cliente.
La tendencia tiene matices. Existe la opción de que el ingeniero desplegado con el cliente acabe integrándose dentro de cada empresa o pierda peso, como pasó con el “prompt engineer”, que tuvo su pico y luego desapareció de muchas plantillas. Por ahora, el mercado empuja en sentido contrario y pide más manos que sepan aterrizar casos reales.
Para ti, el valor es doble: hay un campo de trabajo en expansión y una vía clara para convertir la IA en resultados. Si entiendes negocio y sabes programar, el camino del ingeniero desplegado con el cliente es hoy la ruta más directa a impacto medible. Conviene mirar cada trimestre las señales del mercado y cómo cambian los títulos de los puestos.
Directora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.
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