Si usas inteligencia artificial para aclarar trámites, este caso te interesa. En España, un hombre de 60 años pidió la jubilación anticipada tras seguir al detalle lo que le dijo ChatGPT. El resultado llegó semanas después y no fue el esperado.
El episodio ocurre cuando el uso cotidiano de inteligencia artificial para gestiones crece con fuerza y se cuela en decisiones delicadas. El ciudadano acudió a la IA de OpenAI para saber cómo solicitar la pensión y calcular cuánto cobraría. Le bastó con una conversación y unas cuantas respuestas seguras de sí mismas, pero había una trampa en el texto.
Según contó el abogado laboralista Ignacio de la Calzada, ChatGPT aseguró que, gracias a una supuesta “disposición cuadragesimoséptima”, el solicitante tenía derecho a 800 euros mensuales. El hombre no contrastó con profesionales ni con la propia Seguridad Social y presentó la solicitud de jubilación anticipada, tal cual. Lo que parecía un atajo iba a volverse cuesta arriba en cuanto llegara la resolución real.
Cuando se notificó la cuantía, la Administración fijó solo 200 euros al mes, el 25% de la base reguladora. La diferencia no se debía a un error de cálculo público, sino a la confianza plena en una herramienta que no interpreta bien la normativa. La Administración aplicó la ley vigente, pero la inteligencia artificial había inventado referencias legales. Ahí estaba el punto ciego.
El letrado lo explica que ChatGPT citó artículos y leyes que no existen en el ordenamiento español, lo que arrastró al usuario a un escenario del que es muy difícil salir. Dar marcha atrás en este tipo de resoluciones resulta prácticamente imposible, porque la solicitud se hizo conforme a la norma real y los cálculos administrativos son correctos, aunque la expectativa creada por la IA fuera otra.
Este comportamiento no es exclusivo de ChatGPT; se observa también en otras plataformas de IA, incluida la de Google, con resultados que cambian por matices en el texto. Lo más preocupante es que aún hay usuarios que se basan solo en lo que responde la inteligencia artificial. La apariencia de seguridad en el tono convence, pero no hace válida la información.
También te puede interesar:El Lado que OpenAI no te Cuenta: Cómo se Está Usando ChatGPT en delitos onlineUsa la inteligencia artificial para entender conceptos generales, preparar preguntas y ordenar documentos. Toma la cifra final solo de la simulación oficial o de un profesional. Señales útiles: si la IA cita una “disposición cuadragesimoséptima” u otra etiqueta extraña, pero no aporta enlace oficial o si cambia de criterio al reformular, prepárate para un posible fallo.
Qué te llevas de todo esto: la inteligencia artificial puede ayudarte a preparar, nunca a decidir sola, un trámite que condiciona tu futuro económico. Para una pensión, la cifra válida es la que sale de la Administración o de un experto que firma el cálculo. Entre una promesa de 800 euros y una resolución de 200, ya has visto quién tiene la última palabra.
Directora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.