Josh Wallace Kerrigan pasó semanas intentando que Tiggy, un alienígena creado con inteligencia artificial, girase la cabeza como debía. No lo consiguió al primer intento, ni al quinto. Importa porque ese tropiezo explica por qué el vídeo generado con IA puede ser cine de verdad cuando hay oficio detrás, y no solo un truco llamativo. […]