OpenAI acaba de hacer público Codex, su agente de inteligencia artificial más avanzado hasta el momento para tareas de programación. Si alguna vez has necesitado una herramienta que escriba código por ti, corrija errores y pruebe funciones sin que tengas que mover un dedo, Codex se acerca mucho a esa idea. Lo más atractivo de esta versión de vista previa es que está impulsada por codex-1, una nueva variante del modelo o3 diseñada específicamente para la ingeniería de software.
Gracias a esta tecnología, vas a poder disponer de código más limpio, instrucciones seguidas al detalle y resultados fiables tras varias pruebas automáticas. Todo esto sucede en un entorno virtual seguro, aislado de internet y APIs externas, garantizando seguridad total para tus proyectos y limitando riesgos.
Hoy por hoy, los suscriptores de ChatGPT Pro, Enterprise y Team ya tienen acceso anticipado a Codex, pero OpenAI planea abrir la herramienta a más usuarios muy pronto. En medio de un crecimiento explosivo de herramientas de IA programadora (los llamados “vibe coders”), gigantes como Google y Microsoft afirman que hasta el 30 % de su código ya es obra de inteligencia artificial.
Este empuje general también ha llevado a OpenAI a adquirir Windsurf por 3.000 millones de dólares, reforzando su apuesta por la programación asistida con IA y la diversificación de su oferta.
Esta herramienta funciona en la nube, dentro de un ordenador virtual completamente aislado. Aquí, puedes conectar directamente tu cuenta de GitHub, lo que le permite a Codex cargar tus repositorios al vuelo y trabajar sobre tu propio código.
Su funcionamiento no requiere que pauses tu ordenador o navegador. Vas a poder seguir usando tus programas y navegando mientras Codex se encarga de reunir instrucciones, generar funciones, corregir errores o responder dudas técnicas en paralelo. El resultado: un “compañero virtual” que te ahorra horas o incluso días al gestionar tareas repetitivas.
A la hora de interactuar, es tan sencillo como ir a la barra lateral de ChatGPT, escribir un prompt en natural y pulsar el botón “Code”. Si necesitas investigar sobre algún fragmento, puedes usar la opción “Ask” y vas a poder ver al instante cómo Codex prioriza y resuelve las tareas.
Una de las novedades más útiles de Codex es su integración directa con GitHub. Al permitirse la carga inteligente de repositorios, puedes asignar varias tareas de programación de una sola vez y ver cómo el agente las ejecuta secuencialmente, sin que se interpongan unas con otras.
De este modo, el flujo de trabajo resulta muy fluido en equipos donde varios desarrolladores pueden delegar rutinas, solucionar problemas o consultar dudas a la IA de manera simultánea.
¿En qué destaca realmente Codex-1 respecto a modelos previos como o3? Además de estar especializado en ingeniería de software, sigue instrucciones con mucha mayor precisión y refina el código mediante iteraciones hasta que el resultado es óptimo. Esto significa que no solo automatiza tareas, sino que las entrega con un estándar de calidad técnico alto.
Por si fuera poco, Codex está entrenado para rechazar peticiones sospechosas o que impliquen generar software malicioso, algo que desde OpenAI confirman como un pilar de la seguridad actual del sistema. Según explican responsables como Alexander Embiricos y Josh Tobin, buena parte del trabajo de protección y filtrado de o3 se mantiene en Codex, reforzando la prevención de usos indebidos.
Hay que reconocer que, igual que otros sistemas de IA generativa, los agentes de codificación todavía cometen errores puntuales. Por ejemplo, un estudio reciente de Microsoft señala que modelos como Claude 3.7 Sonnet y o3-mini presentan dificultades reales a la hora de depurar bases de código.
El acceso inicial está reservado para suscriptores de ChatGPT Pro, Enterprise y Team, quienes disfrutarán de un uso bastante amplio (“acceso generoso”) durante las primeras semanas.
OpenAI tiene planeado introducir límites de uso; en cuanto entren en vigor, los usuarios podrán comprar créditos extra para continuar con tareas más exigentes o de gran volumen. En breve, se abrirá el acceso a los planes de ChatGPT Plus y Edu. Esto forma parte de la estrategia de la empresa para incentivar suscripciones premium y ampliar la comunidad de desarrolladores profesionales y estudiantes.
Junto con Codex, OpenAI ha lanzado acceso prioritario a su plataforma de vídeo Sora, al agente de investigación Deep Research y a Operator, especializado en navegación web, para todos los abonados con perfiles avanzados.
La popularidad de los llamados “vibe coders” no para de subir. Este término agrupa a todas las herramientas de codificación impulsadas por IA que están revolucionando el sector del desarrollo. Google, Microsoft y sus CEO han reconocido que alrededor del 30 % del código que producen proviene ya de sistemas automáticos.
Para no quedarse atrás, Anthropic sacó al mercado Claude Code este pasado febrero y Google no tardó en actualizar Gemini Code Assist, reforzando capacidades como agente de software. Plataformas más recientes como Cursor han alcanzado ingresos anualizados de 300 millones de dólares, con rondas de inversión que las sitúan en valoraciones de hasta 9.000 millones.
OpenAI, además de lanzar Codex, ha cerrado la compra de Windsurf, pionera en IA para programación, por 3.000 millones de dólares. Esto demuestra el compromiso de la empresa con desarrollar tanto sus herramientas propias como ampliar su ecosistema mediante adquisiciones estratégicas.
¿Prefieres trabajar en terminal? OpenAI sigue actualizando Codex CLI, su agente open source para comandos, que ahora incluye el modelo o4-mini, optimizado a conciencia para tareas de ingeniería de software. Este será el modelo por defecto, ideal si buscas velocidad y mayor nivel de especialización.
Tienes la posibilidad de usar este modelo a través de la API de OpenAI, con precios claros: 1,50 dólares por millón de tokens de entrada y 6 dólares por millón de tokens de salida. Un dato curioso: un millón de tokens de entrada equivalen a 750.000 palabras, más de lo que escribieron Tolkien en todos los tomos de El Señor de los Anillos.
Con estas mejoras, Codex CLI se convierte en una opción potente para automatizar scripts, test o procesos Ciclo DevOps directamente desde el terminal de comandos.
Codex no solo sirve para automatizar fragmentos pequeños, sino que está diseñado para asumir múltiples tareas de desarrollo de forma simultánea, ahorrando tiempo y esfuerzo tanto en equipos como en proyectos personales.
Dependiendo de la complejidad, las tareas pueden resolverse desde uno hasta treinta minutos. Este margen de tiempo permite confiar en el agente y centrarte en otras prioridades sin preocuparte por el resultado.
Ahora bien, ¿es seguro usar estos sistemas? Codex destaca por funcionar en un entorno “air-gapped”, completamente aislado del resto de internet y de APIs externas. Solo puede interactuar con los datos y comandos que le proporcionas, minimizando así cualquier riesgo ante ciberataques o peticiones maliciosas.
Está programado para rechazar peticiones de software dañino, como virus, gusanos o malware. Este escudo, aunque limita ciertos escenarios útiles para empresas (por ejemplo, conectividad con APIs desde el sandbox), garantiza que tus datos y repositorios estén protegidos y que el uso del agente sea lo más ético posible.
A pesar de la robustez del entorno, no conviene confiar ciegamente: los agentes de codificación actuales pueden cometen errores o no captar matices en la depuración de código muy complejo. La relación entre fiabilidad y ahorro de tiempo sigue siendo favorable para la mayoría de usuarios y equipos técnicos.
El lanzamiento de Codex reafirma la estrategia de OpenAI de ampliar su ecosistema más allá de ChatGPT, integrando herramientas de programación asistida por IA cada vez más seguras y potentes. Con la compra de Windsurf, la integración con GitHub y la actualización a modelos como o4-mini, los desarrolladores van a poder delegar tareas rutinarias, resolver errores y documentar proyectos mucho más rápido, todo dentro de un entorno segurizado y flexible.
Me dedico al SEO y la monetización con proyectos propios desde 2019. Un friki de las nuevas tecnologías desde que tengo uso de razón.
Estoy loco por la Inteligencia Artificial y la automatización.