Google acaba de lanzar Stitch, una nueva herramienta experimental desarrollada en el marco de Google Labs, con la que cualquier usuario podrá diseñar interfaces de aplicaciones web o móviles sin escribir una sola línea de código. La propuesta, todavía en fase beta, forma parte del creciente interés de la compañía por acercar el desarrollo de software a perfiles no técnicos a través de la inteligencia artificial.
Stitch se apoya en Gemini, el potente modelo de lenguaje de Google, para traducir descripciones en lenguaje natural a diseños funcionales. Es decir, basta con que el usuario escriba algo como “quiero una app que muestre mi colección de videojuegos, con los más recientes, los que estoy jugando ahora y recomendaciones” para que la plataforma genere automáticamente un prototipo de interfaz, incluyendo HTML, CSS y plantillas visuales que luego pueden exportarse a herramientas como Figma.
Aunque su desarrollo aún está en etapa temprana, Stitch ya ofrece funcionalidades muy interesantes. Tiene dos modos de operación: uno estándar que emplea Gemini 2.5 Flash, y otro más avanzado con Gemini Pro, que permite incluso subir imágenes o bocetos para mejorar el contexto de diseño.
Con ambos, el usuario puede generar múltiples versiones del mismo prompt, ajustando aspectos visuales como colores, tipografía, bordes o modo oscuro.
Una de las claves está en su velocidad: en cuestión de segundos, Stitch entrega resultados que pueden servir como punto de partida para desarrolladores o diseñadores. No es necesario ser técnico, aunque se recomienda ser preciso en las indicaciones para obtener mejores resultados.
Este enfoque se enmarca en una nueva filosofía que empieza a tomar fuerza: el “vibe coding”, una forma de programación donde el diseño y el desarrollo inicial de software se guían por ideas vagas, prompts sueltos y pruebas rápidas.
También te puede interesar:¿Qué Trae Google I/O 2025?: Actualizaciones en Gemini, Android 16 e Inteligencia ArtificialStitch encaja perfectamente con esa visión: no pretende sustituir por completo al trabajo humano, sino facilitar las fases iniciales del diseño, especialmente para proyectos en fase de MVP (producto mínimo viable).
Google ya había mostrado su ambición en este campo con el agente autónomo Jules durante el Google I/O 2025, pero Stitch representa un paso más en esa dirección, llevando la generación de código directamente desde el lenguaje humano a prototipos de interfaz.
En las primeras pruebas realizadas por medios especializados, los resultados son prometedores. Por ejemplo, tras pedirle que diseñara una web para gestionar bibliotecas de videojuegos, Stitch generó un diseño coherente con apartados para recomendaciones, juegos en curso y portadas destacadas.
Aunque no todo fue perfecto: la personalización todavía es limitada, y por ahora no es posible editar directamente todo el código, ni añadir funciones avanzadas sin tocar otros entornos de desarrollo.
Además, si bien se puede exportar a Figma, la integración con editores de código aún no está del todo madura, y muchas funciones avanzadas están prometidas para futuras actualizaciones.
Stitch está disponible de forma gratuita a través del sitio oficial. Para utilizarla, solo necesitas una cuenta de Google y acceso desde un navegador. Dado que el servicio está en fase beta, hay algunas restricciones de uso y puede que no esté disponible en todos los idiomas o regiones, pero es accesible para experimentar sin necesidad de conocimientos previos de diseño o programación.
Google sugiere que Stitch es ideal para crear borradores rápidos, wireframes y prototipos funcionales que luego pueden ser refinados en otras plataformas. En otras palabras, una herramienta para pensar en diseño sin preocuparse aún del código.
Con Stitch, Google se suma a una carrera en la que ya compiten plataformas como Uizard, Framer o incluso Figma con sus propias integraciones de IA. Pero lo que distingue a Stitch es su apuesta radical por el lenguaje natural como punto de partida, una forma de acortar la distancia entre la idea y el producto final.
Aún queda mucho camino por recorrer: falta integración con entornos de desarrollo reales, opciones para pruebas de usabilidad o generación de componentes interactivos complejos. Pero Stitch es un paso firme hacia una visión donde la creatividad no esté limitada por el conocimiento técnico, y donde la IA actúe como un verdadero colaborador en el proceso creativo.
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