Meta está apostando fuerte por la inteligencia artificial con la construcción de Hyperion, su próximo centro de datos gigante. Esta nueva infraestructura va a proporcionar hasta cinco gigavatios (GW) de potencia computacional, apoyando el laboratorio de IA de Meta y permitiendo el entrenamiento de modelos cada vez más complejos.
Mark Zuckerberg anunció este proyecto a través de Threads, situando a la empresa a la cabeza en la carrera global por el liderazgo de la inteligencia artificial. En estos momentos, la competencia entre OpenAI, Google DeepMind y Anthropic centra la atención mundial, pero Meta busca destacar gracias a una estrategia centrada en potencia computacional e infraestructura.
Con fichajes de expertos reconocidos y planes de inversión multimillonarios, Meta pretende posicionarse como el referente mundial en entrenar las IAs más avanzadas. Pero, ¿qué implicaciones tiene esto para la energía y el entorno?
Meta prepara un espacio en Richland Parish (Luisiana) que, según Zuckerberg, será “lo suficientemente grande para cubrir la mayor parte de Manhattan”. Una exageración que, sin duda, ilustra la magnitud que quiere alcanzar la compañía.
El objetivo inicial es activar dos gigavatios para 2030 y escalar hasta los cinco en los años siguientes. Esta capacidad es fundamental para entrenar modelos de IA mucho más complejos y dar soporte a su laboratorio de superinteligencia artificial. Este impulso le permite enfrentarse cara a cara con gigantes como OpenAI y Google DeepMind a lo largo de la próxima década.
¿Dónde estarán situadas estas enormes instalaciones? Hyperion se ubicará previsiblemente en Richland Parish, Luisiana, apoyado por una inversión de 10.000 millones de dólares previamente anunciada para la zona. Pero esa no es la única apuesta: Meta también prepara Prometheus, un superclúster de 1 GW en New Albany, Ohio, que arrancará en 2026.
También te puede interesar:Meta Elimina Millones de Perfiles y Refuerza el Control Sobre Contenido de IA Poco OriginalLa combinación de estos centros de datos puede atraer a nuevos especialistas en IA, deseosos de participar en proyectos con alto impacto tecnológico y acceso a recursos casi ilimitados.
¿Por qué toda la industria tecnológica está acelerando proyectos similares? La respuesta está en el entrenamiento de modelos de IA de frontera. Solo con una infraestructura de este nivel vas a poder competir en el desarrollo de asistentes inteligentes, generadores de texto, imágenes o sistemas de toma de decisiones que marquen el siguiente salto en el sector.
Mientras Meta desarrolla Hyperion y Prometheus, otros jugadores refuerzan sus propias apuestas. CoreWeave prepara en Texas un centro que duplicará las necesidades eléctricas de una ciudad cercana a Dallas. Oracle y SoftBank colaboran con OpenAI en el proyecto Stargate. Por su parte, xAI (empresa impulsada por Elon Musk) desarrolla el superordenador Colossus.
Meta ha apostado por llevar la IA a nuevas cotas, en parte gracias al apoyo político de la administración Trump y el gobierno federal de EE.UU., que promueve la expansión de infraestructuras energéticas. Según una columna reciente en The Economist, el Secretario de Energía Chris Wright defiende que Estados Unidos debe liderar esta nueva era, invirtiendo en carbón, nuclear, geotermia y gas natural.
El crecimiento que se prevé es impactante: los expertos calculan que los centros de datos podrían consumir hasta un 20% del total de energía nacional estadounidense en 2030. Para visualizarlo, el consumo energético de estos centros era del 2,5% en 2022. El salto es enorme y puede dejar huella tanto a nivel nacional como local.
Imagina que abres el grifo y no sale agua porque un centro de datos cercano ha agotado el suministro. Ya ha pasado en el condado de Newton, Georgia, donde un centro de Meta provocó cortes en varias viviendas. Este tipo de situaciones pueden repetirse, sobre todo si la producción energética y las infraestructuras de agua no crecen al ritmo de la demanda de las grandes tecnológicas.
También te puede interesar:Meta fue sorprendida manipulando benchmarks de IALas empresas del sector parecen dispuestas a afrontar estos desafíos para no perder posiciones. Para quienes viven cerca, el impacto diario puede ser más visible que cualquier avance en la IA.
Con el impulso estatal para aumentar la generación (carbón, nuclear, gas natural, geotermia), la batalla está en marcha. Pero si la producción de energía no se incrementa lo suficiente, muchas poblaciones van a experimentar primero los efectos negativos: subidas de tarifa, escasez de agua y mayores emisiones.
En el sector hay voces que reconocen la urgencia de actuar. La presión de la competencia internacional obliga a las empresas a seguir adelante con proyectos como Hyperion, Prometheus y Stargate, aunque eso signifique, literalmente, consumir la energía que antes iba a millones de hogares.
La ambición de Meta y la de otras tecnológicas, junto con el apoyo político, va a transformar el reparto de la energía en EE. UU. hasta el punto de llegar a consumir una quinta parte de toda la electricidad en menos de una década. Si el ritmo de crecimiento no se adapta a los recursos, los desafíos para las comunidades seguirán aumentando, pero la carrera por la IA no tiene visos de frenarse.
Me dedico al SEO y la monetización con proyectos propios desde 2019. Un friki de las nuevas tecnologías desde que tengo uso de razón.
Estoy loco por la Inteligencia Artificial y la automatización.