En un movimiento que sacude los cimientos del universo tecnológico, Perplexity, la emergente empresa de búsqueda impulsada por inteligencia artificial, ha presentado una oferta no solicitada para adquirir Google Chrome por un enorme monto de 34 500 millones de dólares en efectivo. Este audaz gesto podría transformar el tablero de juego en el que Google ha dominado por años.
Perplexity ha decidido lanzar esta oferta en un momento crítico: un juez federal ya dictaminó que Google mantiene un monopolio ilegal en búsquedas online. El Departamento de Justicia ha planteado que una posible solución sea la división de Chrome como medida correctiva.
La finalidad de Perplexity parece clara: posicionarse como un candidato serio ante la posibilidad de que se imponga una venta forzosa de Chrome.
Los detalles aportados por Perplexity incluyen mantener Chromium, la base de código abierto de Chrome, como proyecto público y activo; destinar 3 000 millones de dólares en inversiones durante los próximos dos años para fortificar el ecosistema Chromium; y no alterar el buscador predeterminado —que seguiría siendo Google— sin imponer su propia IA, aunque los usuarios conservarían libertad de elección.
La cifra ofrecida supera con creces la valoración actual de Perplexity —que se estima entre 14 000 y 18 000 millones de dólares, tras su última ronda de financiamiento—. La compañía afirma contar con fondos comprometidos por inversores, aunque no ha revelado sus identidades.
Este desfase entre su valor y la oferta presentada plantea dudas sobre su capacidad real para cerrar la operación sin una fuerte dependencia de financiamiento externo.
También te puede interesar:Chrome Estrena Resúmenes de Tiendas con IA para Comprar con Más Seguridad y ConfianzaPese al impacto mediático de la noticia, los analistas se muestran escépticos sobre la posibilidad real de que Google venda Chrome voluntariamente. Se anticipa una larga batalla legal, incluso si el juez decide proceder con la venta.
En los mercados, las acciones de Google experimentaron un repunte de más del 1 %, sumándose a un crecimiento acumulado del 7 % en lo que va de 2025.
No es la primera vez que Perplexity sorprende con una propuesta ambiciosa: a inicios de 2025, intentó fusionarse con TikTok US como alternativa para expandirse y diversificar su negocio. Además, recientemente lanzó su propio navegador, Comet, con IA integrada, parte de su apuesta por reducir su dependencia de plataformas rivales como Chrome.
Chrome es un actor dominante con hasta 68 % de cuota de mercado y más de 3 000 millones de usuarios activos, lo que lo convierte en una pieza clave para controlar el acceso y los datos de navegación a nivel mundial. Si el enfoque judicial favorece una venta, el escenario cambiaría radicalmente.
El CEO de DuckDuckGo llegó incluso a estimar que Chrome podría valer más de 50 000 millones de dólares, reforzando la percepción de que la oferta de Perplexity —aunque elevada— podría estar por debajo del verdadero valor de mercado.
La jugada de Perplexity es estratégica y provocadora: actúa con audacia para posicionarse en el radar regulatorio internacional. El ofrecimiento refuerza debates éticos y competitivos: ¿podría cambiar la lógica de monopolio sin perjudicar la usabilidad y seguridad? El desenlace dependerá de la decisión judicial de este mes y de cómo Google y los tribunales federales actúen ante la presión antitrust.
Si el juez ordena la venta de Chrome, comenzaría un proceso que incluiría apelaciones y revisiones que podrían alargarse años. Si Google resiste —como ya ha anunciado— el resultado podrían ser medidas menos disruptivas, como limitar acuerdos de exclusividad o compartir datos con rivales, en lugar de una división total de sus activos.
En conclusión, esta no es solo una oferta: es un desafío directo al monopolio tecnológico vigente, revelador de una nueva etapa en la confrontación entre gigantes consolidados y rivales ágiles que apuestan todo a la inteligencia artificial.
Me dedico al SEO y la monetización con proyectos propios desde 2019. Un friki de las nuevas tecnologías desde que tengo uso de razón.
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