China ha conectado a la estación espacial Tiangong un asistente poco habitual: un chatbot de inteligencia artificial centrado en navegación y planificación táctica. Se llama Wukong AI y ya ha ayudado a la tripulación en una caminata espacial. Este avance puede apuntar a cómo se van a operar las misiones tripuladas en los próximos años.
La agencia encargada del programa confirmó que Wukong AI llegó a Tiangong el 15 de julio y empezó a dar soporte efectivo un mes después. Hablamos del primer modelo de lenguaje extenso chino usado en órbita, y aquí hay un detalle que falta: qué lo hace distinto y cómo trabaja con los taikonautas cuando la cosa se complica.
Después de unos 40 días en la estación, Wukong AI completó su primera misión real: asistir a tres taikonautas durante una actividad extravehicular de seis horas y media. La tripulación instaló dispositivos contra desechos espaciales y realizó una inspección protocolaria, y el asistente ayudó a reducir riesgos en puntos críticos. Los astronautas lo definen como un sistema con contenido “muy completo”.
Según Xinhua, lo alimentaron con una base de conocimiento centrada en vuelo aeroespacial para responder rápido en operaciones complejas y en la gestión de fallos. Las autoridades admiten que la información pública es limitada por ahora.
Si lo comparas con sistemas previos, la diferencia se nota. En la Estación Espacial Internacional ya operan Astrobee, pensado para tareas rutinarias, y CIMON, más orientado a apoyo conversacional. Wukong AI fusiona ese rol de asistente con un enfoque exclusivo en navegación y planificación táctica, y eso cambia el ritmo de trabajo a bordo.
La arquitectura explica parte del salto. Wukong AI funciona como un sistema clásico de preguntas y respuestas con dos módulos coordinados: uno en la estación, que resuelve necesidades inmediatas sin latencia crítica, y otro en Tierra, que realiza análisis más profundos y contextualiza datos de misión. Con todo, la combinación permite un asistente adaptable a cada tarea.
También te puede interesar:OpenAI estaría preparando un nuevo Modelo de IA de código abiertoSu papel se centra en tres frentes claros. Primero, soporte informativo rápido cuando hay que decidir en segundos, como ante una lectura anómala o un cambio en la ruta de una herramienta. Segundo, gestión de fallos con guías paso a paso para la tripulación. Tercero, coordinación ágil entre el equipo en órbita y el centro de control en Tierra.
Hay otra capa menos obvia: el factor humano. Los responsables del entrenamiento remarcan que Wukong AI también ofrece respaldo emocional durante las misiones largas. “Mejora la eficiencia del trabajo, ofrece apoyo psicológico en órbita y facilita la coordinación entre equipos espaciales y terrestres”, resume Zou Pengfei, del centro de entrenamiento de taikonautas.
Este enfoque importa por lo que viene. Tiangong es la pieza central de la estrategia china para consolidarse como potencia espacial en los próximos 30 años. Hoy funciona como laboratorio de microgravedad para experimentos que no puedes hacer en la Tierra, y mañana quiere ser plataforma logística y de entrenamiento entre la Luna y nuestro planeta.
La verificación del despliegue llega por canales oficiales chinos y por la agencia Xinhua, que detalla fechas y rol técnico del sistema. Los hitos temporales —15 de julio para la conexión y el primer mes de pruebas antes del soporte— encajan con la cronología de una integración gradual de un LLM en operaciones críticas.
Queda una pregunta abierta: ¿hasta dónde puede crecer Wukong AI dentro de Tiangong? Hay límites razonables. La información pública es escasa y probablemente seguirá filtrándose poco a poco, sobre todo en capacidades de planificación táctica y en acceso a telemetría sensible. El módulo local, por diseño, prioriza seguridad y respuestas inmediatas, no “grandes discursos”.
Si ves que la estación anuncia nuevas caminatas con instalación de hardware sensible o pruebas de navegación autónoma, espera más protagonismo de Wukong AI. Si aparecen menciones a actualización de modelo o a una base de datos ampliada, el asistente ganará precisión en diagnóstico y en predicción de riesgos en tiempo real.
El nombre también cuenta una historia. Wukong AI honra a Sun Wukong, el “Rey Mono” de la novela Viaje al Oeste, símbolo de astucia, adaptabilidad y búsqueda de conocimiento. No es solo guiño cultural: refleja la ambición de un sistema que aprende y se ajusta a la misión. Por cierto, ese mismo personaje inspiró a Son Goku en Dragon Ball.
En cualquier caso, estás ante un paso medido, pero significativo: un LLM integrado en operaciones en órbita que no sustituye a la tripulación, sino que la acompaña en navegación, planificación y estado emocional. Si China expande Tiangong hacia una plataforma de tránsito Tierra–Luna, Wukong AI será el copiloto que marque el tono operativo de esa ruta.
Wukong AI ya ha demostrado utilidad en una caminata de 6,5 horas y apunta a más cuando la estación afronte tareas de riesgo y coordinación fina. La clave está en su doble módulo, su foco en navegación y su ajuste a misiones tripuladas. Te conviene mirar dos cosas: nuevas pruebas en órbita y cualquier anuncio de capacidades ampliadas del asistente en Tiangong.
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