La inteligencia artificial lleva meses acelerando una auténtica “fiebre del oro” en la industria tecnológica, con consecuencias que ya se perciben mucho más allá de Silicon Valley o Nueva York. Grandes fortunas se multiplican a un ritmo que deja atrás las cifras y mitos de la burbuja de las puntocom. Pero aún falta un detalle por ver: ¿de verdad toda esta riqueza se reparte o solo cambia de manos?
Desde principios de año, está claro quiénes dominan el nuevo escenario: Jensen Huang, CEO de Nvidia, encabeza la lista de nuevos ricos de la inteligencia artificial, según Bloomberg. Su patrimonio asciende a 159.000 millones de dólares, tras un aumento de más de 44.000 millones en solo unos meses.
No va solo: el auge de la IA ha impulsado como nunca antes a fundadores y directivos de startups como OpenAI, Anthropic o Perplexity. Los nombres de Dario Amodei, al frente de Anthropic, o Mira Murati, responsable en OpenAI, simbolizan la nueva élite de la tecnología mundial.
La valoración actual de OpenAI ronda los 500.000 millones de dólares. Anthropic aspira a llegar a 170.000 millones. En apenas unos meses, 53 empresas han logrado el estatus de “unicornio” (valen más de 1.000 millones), y más de la mitad apuestan todo a la inteligencia artificial.
El fenómeno no solo es rápido; también concentra la riqueza en muy pocas manos. Si lo comparamos con la “era Facebook” o el boom de la web, la IA multiplica el ritmo: hoy, amasas una fortuna gigantesca en menos de lo que se tarda en terminar una carrera universitaria.
Con todo, vivir en las ciudades donde se asienta esta nueva economía tiene un precio que no deja indiferente a nadie. El coste de la vivienda en lugares como Silicon Valley y Nueva York lleva tiempo disparado, pero la llegada masiva de dinero por la IA ha acabado de ajustar la balanza.
También te puede interesar:Hemos probado ChatGPT Canvas y por esto creemos que es la herramienta más importante del añoSegún cifras de Zillow, el alquiler medio de un piso en San Francisco asciende ya a 3.526 dólares al mes, 176 más que hace un año. En Nueva York, la media ya llega a 3.800 dólares mensuales. La presión no la marca solo la inflación: la nueva élite de la tecnología compite por el mismo tipo de vivienda (moderna, céntrica, exclusiva), disparando los precios y haciendo aún más difícil la vida de las familias que no forman parte de ese selecto grupo.
Los efectos no se limitan al precio de la vivienda. En barrios enteros, los residentes de siempre se ven obligados a mudarse. El fenómeno ya no es solo anecdótico. La “economía IA” tiende a concentrar cada vez más la riqueza, dejando fuera a quienes no pueden competir con los salarios del sector tecnológico.
Es una tendencia que los propios analistas no descartan que siga creciendo: “Lo que más preocupa es la velocidad y la magnitud del cambio”, expresa un informe reciente recogido por Bloomberg Intelligence: “Nunca habíamos visto una transferencia de riqueza de este tamaño en tan poco tiempo”.
Las fuentes para estos datos provienen de portales como Zillow, que publica de forma mensual el seguimiento de los precios de alquiler en las principales áreas metropolitanas, así como de cálculos de Bloomberg sobre variación de patrimonios y valoraciones empresariales.
El seguimiento público de las rondas de inversión y listados de unicornios habla también del ritmo al que crecen estos nuevos gigantes de la inteligencia artificial. Los expertos verifican y revisan metodologías para ajustar bien el impacto real en los mercados de trabajo y vivienda.
No hace tanto que el auge de los “startups” tecnológicos generó un efecto parecido, aunque en menor escala: durante la burbuja puntocom y la irrupción de Facebook o Google, las ciudades que hoy lideran la economía IA ya eran caras, pero la presión actual sobre la vivienda y los servicios no tiene precedentes. Faltaba sumar una variable: la IA acorta los plazos y concentra aún más el beneficio. Por eso, los escenarios a corto plazo apuntan a una desigualdad todavía mayor.
También te puede interesar:Roli Airwave: La combinación perfecta de IA y gestos para aprender pianoSi ves que el ritmo de creación de unicornios no disminuye y las grandes tecnológicas siguen fichando personal con salarios de seis cifras, espera que el precio de la vivienda continúe subiendo en las ciudades motores de la IA.
La próxima señal será la aparición de nuevos polos tecnológicos fuera de Silicon Valley, intentando frenar el éxodo de familias que ya no pueden permitirse vivir en el centro de la innovación. En definitiva, el auge de la inteligencia artificial está creando multimillonarios a una velocidad nunca vista, concentrando la riqueza y disparando el precio de la vivienda en las ciudades clave.
Mientras los nuevos ricos de la IA marcan récords históricos, la brecha entre ellos y el resto no deja de crecer. El futuro inmediato apunta a una economía todavía más desigual, con consecuencias prácticas y palpables para la vida cotidiana de quienes no pertenecen a la élite de la inteligencia artificial.
Me dedico al SEO y la monetización con proyectos propios desde 2019. Un friki de las nuevas tecnologías desde que tengo uso de razón.
Estoy loco por la Inteligencia Artificial y la automatización.