Cuando Sam Altman, CEO de OpenAI, se sienta ante periodistas en San Francisco, la sala toma nota: alerta de que Estados Unidos podría estar subestimando el avance de China en inteligencia artificial. No es un simple juego de cifras ni una batalla lineal entre superpotencias.
Hablamos de un pulso que marcará qué tipo de inteligencia artificial acabará predominando en el día a día global. Falta un detalle clave sobre el terreno de juego que desvelará más adelante.
Altman recalca que la rivalidad tecnológica entre Estados Unidos y China es una construcción mucho más compleja de lo que parece. No basta con mirar quién lanza el mejor modelo de chat o quién suma más empresas unicornio; hay capas, matices y una estrategia de fondo que no siempre está a la vista.
Según expertos como Martos Gastón, China está ganando impulso con modelos abiertos, gratuitos y accesibles. Esta diferencia con el negocio estadounidense, centrado en poner precio a la innovación, puede parecer menor, pero tiene un efecto acumulativo que veremos enseguida.
Por ejemplo, mientras en Occidente se apuesta fuerte por modelos comerciales como los que ofrecen OpenAI, Google (con Gemini) o Anthropic, las compañías chinas avanzan rápido con propuestas abiertas.
Entre ellas Qwen de Alibaba, que permite desde generar imágenes hasta programar o buscar en Internet —lo que lo acerca mucho a ChatGPT, pero sin requerir pago por uso—; Minimax, que ya procesa hasta 4 millones de tokens (frente a los 128.000 de la versión comercial de ChatGPT); Kimi 1.5, potente en matemáticas y lógica; y DeepSeek, visto por muchos como competidor directo de GPT-4.
También te puede interesar:La IA de DeepSeek evita responder al 85% de los prompts sobre 'temas sensibles' relacionados con ChinaPrimeramente, la velocidad de desarrollo china en capacidad de inferencia, el hecho de que el liderazgo en inteligencia artificial no se reduce a un solo eslabón, y la insuficiencia de los controles de exportación estadounidenses sobre componentes clave como los chips de NVIDIA o AMD.
Aunque Estados Unidos ha impuesto restricciones fuertes, China continúa su avance, recurriendo a empresas como Huawei para cubrir la demanda y acelerando la producción de semiconductores propios. Así, los intentos occidentales de limitar el acceso a hardware esencial no han frenado demasiado la carrera china.
Utilizar el acceso libre como herramienta geopolítica facilita que más países y empresas integren soluciones chinas, adaptando sus estándares a las reglas propuestas por Pekín. En cambio, el modelo occidental prioriza la rentabilidad y, aunque produce avances comerciales notables, arriesga perder tracción global si esa oferta no se adapta a la demanda real de acceso inmediato y coste cero.
Hasta ahora, OpenAI había apostado por la opacidad y el control. Pero el nuevo paisaje obliga a cambios: el reciente lanzamiento de gpt-oss-120b y gpt-oss-20b intenta responder al crecimiento de productos chinos, permitiendo acceso a “pesos abiertos” aunque sin llegar a un código completamente libre. Altman reconoce públicamente que OpenAI estaba “del lado equivocado de la historia” al mantener una política cerrada hasta 2019, una admisión que no pasa inadvertida entre desarrolladores.
Sin embargo, hay una trampa: estos nuevos modelos han sido recibidos con frialdad porque no igualan las capacidades de las versiones comerciales y muchos desarrolladores los califican como limitados.
¿Están los gigantes tecnológicos dispuestos a abrir completamente sus arquitecturas, o seguirán protegiendo su ventaja competitiva? La presión crece cada vez que aparece un nuevo modelo chino accesible y potente.
También te puede interesar:Trump endurece postura sobre chips de IA para China, pero su plan carece de detalles concretosLa cuestión de los chips añade otra capa de tensión. Pese a los vetos a la exportación de GPUs estadounidenses, China avanza diseñando soluciones autóctonas y sustituyendo piezas importadas por alternativas nacionales. El gobierno estadounidense permite ventas limitadas de chips NVIDIA y AMD, siempre que el 15 % de los ingresos por esas ventas se ingrese directamente en sus arcas.
Los datos que muestran la aceleración china en modelos abiertos y hardware propietario fueron recogidos por analistas independientes y validados comparando especificaciones técnicas publicadas en GitHub, portales de IA y prensa especializada asiática. “China apuesta por el acceso masivo y gratuito a la IA como palanca geopolítica”.
En los últimos dos años, este enfoque ha empujado a otros actores globales a revisar su propia estrategia. La flexibilidad china obliga a Occidente a moverse rápido si no quiere ceder terreno en la estandarización mundial de la inteligencia artificial. Ya en 2023, Estados Unidos permitía vender chips ajustados pero condicionados, y la respuesta china no se ha hecho esperar con el crecimiento de Huawei y otras tecnológicas locales.
OpenAI reconoce que no existe una solución fácil y que no basta con tener “la mejor tecnología” para tener ventaja real. La clave será quién logre que sus soluciones de IA sean adoptadas mundialmente, y no solo quién lidere en innovación. Si la tendencia sigue, veremos cómo ambos bloques ajustan su estrategia con un ojo en la competencia y otro en quién marca el estándar global de inteligencia artificial.
También te puede interesar:Una Empresa sin Humanos: El Experimento que Puso a Prueba Los Límites de la IAMe dedico al SEO y la monetización con proyectos propios desde 2019. Un friki de las nuevas tecnologías desde que tengo uso de razón.
Estoy loco por la Inteligencia Artificial y la automatización.