En India, una adolescente decidió romper el guion escolar y centrarse en la inteligencia artificial. Parineeti dejó el colegio a los 13 años y, hoy con 14 en 2025, afirma que la tecnología le da más recorrido. Falta un detalle para entenderlo del todo: cómo pasó de probar ChatGPT a dirigir una agencia.
Todo arrancó en casa, con una pauta sencilla: su padre le propuso usar la herramienta de OpenAI durante dos horas al día. La rutina se fijó, el hábito creció y pronto pasaron a cuatro.
Parineeti elegía temas al azar, pedía explicaciones claras a la IA y luego exponía lo aprendido a su padre. Esa práctica diaria creó una base que no daba la escuela.
Ahora, con 14, dirige una pequeña agencia de automatización de IA y trabaja para varios clientes. Programar scripts, diseñar avatares y montar flujos que ahorran tiempo son su terreno. “Dirige una agencia de automatización de IA y ya tiene encargos reales” no es un eslogan, es su día a día.
Su motivación encaja con su plan vital. "La escuela estaba desperdiciando mi potencial", dijo en el podcast Just Kidding With Sid!, donde también fijó un objetivo nada tímido: lograr la libertad financiera antes de los 20 para disfrutar después. Ese horizonte explica por qué concentra tantas horas en IA y en ChatGPT.
Para ti, lo relevante no es solo la historia, sino el método. Parineeti convirtió ChatGPT en un profe constante y un taller de práctica. Vas a poder replicar la idea sin dejar tus estudios y sin perderte en modas. Falta ver el equilibrio, y ahí entra un matiz importante que veremos en un momento.
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Con todo, hay límites que conviene marcar. La madre de Parineeti apoya el plan, pero le preocupa su vida social. Ella misma admite cierta dependencia de ChatGPT. Puedes blindarte con reglas sencillas: bloquea el tiempo, deja el móvil al terminar y busca actividades offline con gente, como un club de debate o una liga escolar.
Si programas, plantéate pequeños retos semanales y mídelo en horas reales. Si diseñas avatares, crea tres versiones, documenta cambios y guarda ejemplos. Así conviertes la práctica con la IA en un portafolio que puedes enseñar a un cliente, a un profesor o en una entrevista.
La historia la contó la propia Parineeti en el podcast Just Kidding With Sid!, y su trayectoria —de 2 a 4 horas diarias y apertura de una agencia— coincide con los detalles que describe. Hoy, con 14 años en 2025, esa hoja de ruta sigue activa.
La inteligencia artificial ya se ha colado en la rutina de mucha gente para estudiar, escribir código y crear contenido. Si Parineeti suma más clientes y mantiene la calidad, su apuesta por ChatGPT va a madurar en un negocio estable. Señales a vigilar: proyectos con plazos claros, testimonios de clientes y colaboración con adultos del sector.
En caso de depender de la IA para decisiones simples, toca ajustar horarios y añadir trabajo sin pantalla. Por último, recuerda el equilibrio que sostiene todo. Puedes usar ChatGPT como acelerador, y al mismo tiempo cuidar tu parte social y tu descanso. Si montas una rutina con límites y un plan de proyectos, vas a poder aprender más rápido, crear mejor y trabajar con IA sin perder lo esencial.
Directora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.