El metano de los arrozales es un problema silencioso y muy grande, y afecta tanto al clima como a la economía rural. Aquí entra en juego Mitti Labs, una startup que ha creado una tecnología para medir estas emisiones y convertir los resultados en ingresos reales para las familias agricultoras. ¿Cómo lo consigue y qué hay detrás de su software? Vamos a verlo con calma, porque hay varias piezas clave que encajan muy bien.
La idea central es sencilla: si puedes medir el metano con precisión, puedes reducirlo y generar créditos de carbono que se venden en el mercado. Con todo, la magia está en cómo Mitti Labs mide sin llenar los campos de aparatos, forma a cientos de miles de agricultores y logra escalar en regiones donde la mayoría cultiva menos de una hectárea.
Mitti Labs es una empresa con sede en Nueva York que se centra en un objetivo muy concreto: medir y reducir el metano que emiten los arrozales y, al mismo tiempo, mejorar la renta de los agricultores. En India, donde trabajan sobre el terreno, la mayoría de productores maneja fincas pequeñas y cada euro cuenta.
El metano calienta el planeta con una fuerza 82 veces mayor que el CO₂ a 20 años vista, y el cultivo de arroz aporta entre un 10 % y un 12 % de las emisiones humanas de este gas. La tecnología de Mitti Labs ataca justo ahí, porque los campos inundados crean condiciones anaerobias que favorecen microbios que generan metano durante la temporada.
La solución se apoya en modelos de inteligencia artificial que miden, informan y verifican el impacto climático de los proyectos agrícolas. En lugar de desplegar sensores por cada parcela, Mitti Labs usa datos de teledetección y estudios de campo para calcular de forma fiable la cantidad de metano liberada.
Medir a gran escala no es trivial. Instalar equipos físicos en explotaciones de una hectárea sería carísimo, y no funcionaría con millones de fincas. Por eso Mitti Labs combina imágenes de satélite, radar y observaciones locales para mantener los costes bajos y la precisión alta.
La base técnica son imágenes satelitales y radar que penetran nubes, plantas, agua y suelo. Así se investigan las condiciones subterráneas donde viven los microbios que producen metano, y se detectan patrones de riego, inundación y drenaje típicos del arroz.
Con esa información y los datos de campo, los modelos de Mitti Labs estiman las emisiones durante toda la temporada de cultivo. Si el clima se vuelve extremo, el sistema incorpora nuevas lecturas para corregir el cálculo y mantener la verificación en niveles exigentes.
La plataforma aplica un enfoque MRV: medir, informar y verificar. Primero lee señales de humedad, cobertura vegetal y dinámica del agua, luego genera reportes auditables, y por último verifica el impacto climático del proyecto. Con este flujo, Mitti Labs prepara los datos necesarios para emitir créditos de carbono por reducción de metano.
Gran parte de las operaciones en campo las llevan personas de las propias aldeas, lo que mejora la confianza y la continuidad del proyecto. Con todo, el software hace el trabajo pesado, y así Mitti Labs puede abarcar cientos de miles de productores sin disparar el coste por parcela.
La tecnología funciona mejor cuando va acompañada de cambios reales en las prácticas. Por eso Mitti Labs forma a agricultores en técnicas respetuosas con el clima que reducen el metano y mantienen la productividad, un punto clave cuando cada cosecha cuenta.
El resultado económico es claro: quienes se apuntan a los programas de Mitti Labs suelen ver mejoras de cerca del 15 % en sus ingresos. Para explotaciones pequeñas, muchas veces en el límite de la rentabilidad, ese margen marca la diferencia entre seguir adelante o quedarse atrás.
Una colaboración reciente con The Nature Conservancy impulsa la agricultura regenerativa y el fin de la quema de rastrojos en India. Esta alianza permite desarrollar herramientas que luego se reutilizan en más programas de la región, y acelerar la adopción con apoyo técnico sólido.
El 90 % del arroz mundial se produce en Asia y, salvo quizá China, predominan sistemas de pequeños agricultores. En ese contexto, Mitti Labs encaja muy bien porque su tecnología escala sin instalaciones costosas y su formación llega a comunidades enteras.
Cuando bajas emisiones con datos verificables, puedes generar créditos de carbono. El software de Mitti Labs sigue todo el ciclo: cuantifica la reducción, gestiona el registro y ayuda a monitorizar los créditos hasta su venta. La clave está en el reparto justo del valor.
Mitti Labs obtiene un porcentaje del valor de venta y transfiere el resto a los agricultores y a sus comunidades. Así, la tecnología no se queda en la nube, sino que vuelve a la aldea en forma de ingresos, servicios y más resiliencia para la siguiente campaña.
Actor | Beneficio principal |
---|---|
Agricultor | Mejora media de ingresos ~15 % y apoyo técnico para prácticas sostenibles |
Comunidad | Parte del valor de los créditos se reinvierte localmente |
Proyecto/Empresa | Datos MRV auditables y reducción de riesgos en reportes |
La plataforma opera como software como servicio (SaaS), lo que permite que gestores de proyectos agrícolas usen la misma tecnología para medir emisiones en sus propias iniciativas. Aun así, Mitti Labs no se queda ahí y desarrolla funciones extra para medir las emisiones de alcance 3 (Scope 3) de empresas que trabajan con cultivadores de arroz.
Si gestionas un programa con proveedores rurales, vas a poder integrar el software de Mitti Labs en tu operativa y reportar tu huella de forma más completa. Con todo, el mayor beneficio es práctico: menos fricción en datos, verificación más barata y un camino claro hacia créditos por reducción de metano.
No es la única empresa que trabaja en medición, reporte y verificación climática, y eso es una buena señal para el sector. Por ejemplo, Mati Carbon, ganadora reciente del Xprize Carbon, crea software MRV para proyectos de meteorización de rocas que capturan carbono y fertilizan el suelo.
El enfoque es distinto, pero la lógica es similar: datos sólidos para convertir prácticas climáticas en resultados medibles y bancables. En ese mapa, Mitti Labs destaca en arrozales y metano, un nicho con impacto rápido y directo sobre emisiones y economía local.
Una parte esencial del modelo es quién hace el trabajo en campo. La mayoría de las operaciones de los proyectos las realizan personas de las aldeas donde se implementan, lo que mejora la adopción y reduce barreras culturales. Mitti Labs apuesta por esa capilaridad social para llegar más lejos.
Con todo, la escalabilidad real viene de evitar hardware caro y apoyarse en teledetección. Gracias a esa mezcla, Mitti Labs puede llegar a millones de agricultores pequeños en India y en otras regiones de Asia donde el arroz es el centro de la alimentación y del ingreso rural.
Si te interesa reducir emisiones y mejorar la renta en el campo, la propuesta de Mitti Labs encaja muy bien: IA para medir metano en arrozales, MRV listo para créditos de carbono y reparto de valor con agricultores. Con datos de satélite y radar, prácticas como la agricultura regenerativa y funciones para Scope 3, su bajo coste e impacto se nota en la comunidad.
Me dedico al SEO y la monetización con proyectos propios desde 2019. Un friki de las nuevas tecnologías desde que tengo uso de razón.
Estoy loco por la Inteligencia Artificial y la automatización.