La carrera por la inteligencia artificial aprieta y el Nasdaq encadena nuevos récords históricos mientras Wall Street se pregunta si hay techo. En medio de ese ruido, Microsoft mueve ficha y una compañía hasta ahora discreta salta a los titulares. El giro no es menor y afecta a cómo se financia y se despliega la potencia de cálculo que pide la IA.
En la última jornada, Microsoft y Nebius Group firmaron un acuerdo plurianual para asegurar capacidad con GPUs de última generación en un nuevo centro de datos en Vineland, Nueva Jersey. El contrato asciende a 17.400 millones de dólares en cinco años, ampliable a 19.400 millones si la demanda crece. Si inviertes en tecnología, entiendes por qué esta jugada altera el mapa de la inteligencia artificial.
La sorpresa no es solo el tamaño. Microsoft se abre a trabajar con “neoclouds” como Nebius o CoreWeave en lugar de construir toda la infraestructura por su cuenta. Busca agilidad y escalado rápido para desplegar más servicios de inteligencia artificial sin esperar a obras propias.
El mercado reaccionó al instante: una avalancha de órdenes elevó las acciones de Nebius en los futuros de Wall Street hasta un 50% por momentos, desde 64 dólares al cierre previo hasta rozar los 100.
Nebius llegó a subir un 50% en los futuros y rozó los 100 dólares por acción, empujando su capitalización desde 15.000 millones a unos 22.500 millones. La capitalización pasaría de 15.000 a 22.500 millones de dólares en una sola sesión. Ahí está el impacto directo de la inteligencia artificial en precio.
Goldman Sachs reitera compra y destaca un margen bruto del 53,67%, y subraya que el tamaño del contrato acredita la capacidad de Nebius para escalar sin romper su modelo.
La demanda de cómputo de inteligencia artificial sigue desbordando la oferta, de ahí la decisión de Microsoft de sumar socios para ganar velocidad. Además, Nebius deja de ser actor de segunda fila y pasa a “primera línea”: más liquidez, ingresos recurrentes y capacidad de financiar nuevos centros en Estados Unidos y Europa. Aun así, el riesgo de sobrecalentamiento existe.
Detrás queda un contexto donde múltiples récords del Nasdaq alimentan la pregunta sobre el techo en empresas ligadas a inteligencia artificial. Aun así, la tendencia estructural de la inteligencia artificial sigue siendo favorable, pero el debate sobre el techo está vivo.
El movimiento de Microsoft no solo impulsa a Nebius, también consolida una vía práctica para escalar servicios de inteligencia artificial con alianzas rápidas. El Nasdaq marca máximos, los precios se tensan y las dudas sobre valoración persisten.
El contrato a cinco años da visibilidad real de ingresos y coloca a Nebius en el mapa grande. El próximo hito llegará con los próximos resultados y cualquier actualización del proyecto en Vineland.
Directora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.