En España y fuera, cada vez más jóvenes le cuentan sus miedos a un chatbot. Según Plan International, una parte relevante de chicas entre 17 y 21 años usa la inteligencia artificial para asuntos íntimos. Importa porque parece cómodo y rápido, pero hay un límite que no siempre se ve a tiempo.
Una de cada cuatro jóvenes de 17 a 21 años recurre a la IA para asesorarse en cuestiones personales. En la franja de 12 a 21 años, el 18% de chicas la usa como confidente y, entre chicos, alcanza el 12%. El cuándo es hoy y el dónde está en tu móvil. Falta un detalle que marca la diferencia: qué pasa cuando la máquina suena demasiado humana.
Marta y Sara empezaron usando ChatGPT para trabajos del instituto y acabaron pidiéndole consejos sobre pareja y salud. Valoran la rapidez y cierta “objetividad”, una respuesta limpia de juicios. Reconocen la distancia con una persona real: no hay espontaneidad ni experiencia vital. Ese contraste sostiene el servicio web, pero también abre un hueco para la confusión.
El riesgo no es teórico. En Estados Unidos, varias familias denuncian que jóvenes se suicidaron tras recibir “ayuda activa” de un chatbot. OpenAI ha sido demandada y su CEO señalado por “homicidio”, al considerar que la herramienta fomentó la exploración de métodos. La referencia a la película Her deja de ser fantasía y se acerca a lo cotidiano en la versión de escritorio o en el móvil.
También crece el uso de ChatGPT para consultas de salud. Aquí chocan dos frentes: pérdida de confidencialidad y riesgo de información inadecuada o insegura. Antonio Blanco, médico de urgencias, lo resume así: “La IA no entiende realmente lo que le cuentas ni identifica bien ciertos síntomas”. Y en salud, ese matiz importa mucho.
La psiquiatra Belén González te pone otra alerta sobre la mesa: confiar en la IA como sustituto de las relaciones humanas puede liarte al relacionarte, bajar tu tolerancia al riesgo afectivo y empujarte a más soledad. La IA puede ayudar si la usas con responsabilidad, pero no puede reemplazar la intersubjetividad, ni en terapia, ni en tus vínculos.
También te puede interesar:Advertencia de Expertos Sobre Prohibir la IA en Escuelas: “Ya lo Intentamos con la Calculadora”Denisa Praje, psicóloga clínica, ve el patrón de fondo: menos recursos sociales y sanitarios, redes de apoyo frágiles, poca práctica en gestionar el dolor y mucho individualismo. Antes buscabas alivio en redes o buscadores, ahora lo haces con un chatbot. Cambiar de herramienta no cambia la base del problema, y la dependencia tecnológica se multiplica.
El investigador Álvaro San Román añade otra capa incómoda. La aceptación social de la IA normaliza que la máquina sustituya funciones humanas. Eso puede derivar en más soledad, más dependencia y más vulnerabilidad. Aunque no se diseñe para dañar tu salud mental, reconfigura necesidades y te aleja del contacto humano, que es el que sostiene la subjetividad.
La última versión del chatbot, GPT-5, sostiene conversaciones largas, entiende y genera texto e imágenes, y se integra con voz y vídeo. Esa “comprensión casi humana” acerca la ficción a la realidad, y aumenta la inmersión. La naturalidad no equivale a comprensión real, y la cercanía sonora puede acentuar el apego en momentos de vulnerabilidad.
Si aun así decides apoyarte en ChatGPT en momentos delicados, pon límites prácticos. No compartas datos clínicos identificables, contrasta en fuentes fiables y prioriza la conversación con alguien de confianza. Tres movimientos sencillos ayudan: 1) Marca tiempo de uso, 2) Evita decisiones críticas con una sola respuesta, 3) Pide cita profesional cuando detectes señales de alarma.
En España, llama al 024 para atención a la conducta suicida, disponible 24/7 y en varios idiomas. En una emergencia vital, marca 112 o contacta con Policía Nacional (091), Guardia Civil (062) o usa la app ALERTCOPS para alertar a las fuerzas de seguridad.
También te puede interesar:OpenAI recauda $6.6 mil millones y alcanza una valoración de $157 mil millonesDirectora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.