La inteligencia artificial se ha colado en tu día a día, pero su «fábrica» no está en tu móvil ni en la nube a secas. El músculo real vive en la AI Factory, centros que desde 2024 marcan la agenda de la industria y que, en Europa, tendrán un hito en Barcelona en 2025.
Una AI Factory es, en la práctica, el lugar donde se convierten datos en servicios útiles para millones de personas. En estos centros, equipos especializados trabajan con superordenadores y grandes volúmenes de datos para crear, entrenar y perfeccionar modelos que luego usas sin pensarlo. No hablamos de una fábrica clásica con operarios y cinta de montaje, sino de un flujo técnico afinado al milímetro.
Dentro de una AI Factory, la materia prima son los datos masivos, que se recopilan, limpian y etiquetan para que las máquinas puedan aprender patrones. Después, entran en juego superordenadores y hardware avanzado que exprimen esa información para dar vida a chatbots, modelos de lenguaje y otros sistemas inteligentes. El trabajo lo hacen investigadores, ingenieros y startups, y funciona con una lógica simple que vas a poder entender en tres pasos:
No es solo hardware ni solo software. Una AI Factory es un ecosistema que integra centros de datos, redes ultrarrápidas, frameworks de IA y equipos humanos, para acelerar un ciclo que antes costaba meses o años. Con todo, ese engranaje permite que tú vas a poder ver mejoras constantes en tus herramientas, desde redactores automáticos hasta asistentes que entienden imágenes y vídeo.
El impulso viene de voces con mucho peso. Nvidia ha defendido que estamos en un «punto de inflexión» tecnológico y que estas instalaciones son ya la columna vertebral de los grandes centros de datos. Jensen Huang lo resume así: “Estas fábricas transforman energía en tokens, la moneda de la IA”. La idea suena abstracta, pero apunta a algo medible: potencia eléctrica que se convierte en capacidad de cómputo y resultados.
En seis años, la compañía ha presentado sistemas con rendimientos hasta 4.000 veces superiores, involucrando a más de 150 empresas taiwanesas en fabricación y suministro.
También te puede interesar:Mistral: la Empresa Francesa de IA Cerca de Alcanzar una Valoración de 14.000 MillonesSu arquitectura Grace Blackwell y la tecnología NVLink Fusion permiten crear superordenadores personalizables, combinando CPU, GPU y otros chips de distintos proveedores. En ese ecosistema también están MediaTek, Fujitsu y Qualcomm, coordinados para que cada AI Factory encuentre su «configuración óptima».
Hay una trampa que no se ve en las demos: el coste y la energía. Levantar una AI Factory de un gigavatio puede costar entre 60.000 y 80.000 millones de dólares, y la mayor parte del presupuesto se va en sistemas electrónicos y de computación. Cuando la infraestructura está lista, vas a poder entrenar modelos de forma eficiente y desplegarlos para millones de personas con ciclos de mejora continuos.
Esto explica por qué, hace pocos años, la IA estaba reservada a grandes empresas y pilotos muy limitados. Hoy, la demanda se ha disparado y tanto compañías medianas como grandes buscan su propia fábrica de IA, incluso como «secundaria», con robots y sistemas que aprenden solos y optimizan procesos a diario. En cualquier caso, el objetivo central sigue siendo gestionar datos al máximo nivel y convertirlos en aplicaciones prácticas con retornos medibles.
El movimiento no es solo global, también local. En 2024, el Gobierno de España anunció que Barcelona será sede de una de las primeras AI Factory europeas, un hito que coloca al país en la conversación. La inversión directa ronda los 62 millones de euros, con apoyo de la Generalitat de Catalunya, Portugal, Turquía y Rumanía, y aportaciones europeas que empujan el total cerca de los 200 millones.
La futura AI Factory se ubicará en el Barcelona Supercomputing Center y contará con el superordenador MareNostrum 5, actualizado para entrenar inteligencia artificial generativa avanzada. La gran novedad es el acceso: empresas, pymes, startups e investigadores podrán usar recursos que antes quedaban casi exclusivos para la comunidad científica. El proyecto está en fase de implementación y se espera operación total a finales de 2025.
Una AI Factory integra recursos físicos y digitales para acelerar la creación de modelos y llevarlos al mundo real. Con inversiones enormes, pero efectos en cadena, vas a poder ver cómo la fábrica de IA se convierte en infraestructura básica, comparable a la electrificación o a internet.
El próximo gran hito está marcado: Barcelona, finales de 2025. A partir de ahí, cada nueva fábrica ampliará el alcance de la inteligencia artificial que ya usas cada día.
Directora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.