Un informe oficial de Terranova y Labrador prometía llevar la escuela a la era de la inteligencia artificial, pero algo no encaja y afecta a su credibilidad. Se presentó a finales de agosto como una hoja de ruta de diez años y ahora está bajo lupa por referencias que no aparecen en ninguna parte.
Hablamos de A Vision for the Future: Transforming and Modernizing Education, más de 400 páginas elaboradas durante 18 meses en la provincia canadiense. Nació para guiar al sistema hacia lo digital y responder a los retos de la inteligencia artificial. La confianza cae cuando las citas bibliográficas no se sostienen al buscarlas.
Tras su publicación, se detectaron al menos quince referencias imposibles de localizar en bases académicas. Algunas coinciden, palabra por palabra, con ejemplos ficticios de guías de estilo universitarias que ya avisaban de su carácter inventado. Con todo, el documento las integró como si fuesen reales, y eso abre dudas sobre la supervisión del proceso.
El Departamento de Educación admitió “un pequeño número” de posibles errores en las citas y prometió corregirlos en la versión en línea. Una coautora, Karen Goodnough, respondió por correo que el listado está en revisión y evitó entrevistas. “Las referencias están siendo investigadas y revisadas, y no daremos entrevistas mientras dure el proceso.”
El caso más llamativo es una supuesta película de 2008 del National Film Board, “Schoolyard Games”. La institución desmintió su existencia, aunque en el informe aparece con ficha completa. La cita coincide exactamente con un ejemplo ficticio de una guía universitaria, que advertía que esas entradas eran solo demostrativas. Aquí está la trampa: varias de esas referencias de ejemplo acabaron como fuentes “reales”.
El patrón recuerda a las “alucinaciones” de los modelos generativos, capaces de inventar fuentes verosímiles. Algunos docentes temen que se usara IA para redactar partes del documento y que de ahí provengan las referencias falsas. No hay pruebas concluyentes de que se empleara un modelo de lenguaje en su elaboración.
También te puede interesar:OpenAI Presenta un Agente para Investigación ProfundaEstos documentos orientan presupuestos, formación docente y compras de tecnología educativa. Si quince citas de más de 400 páginas resultan inexistentes, la señal para la comunidad es de alerta. Una corrección transparente y trazable puede recomponer parte del daño y mantener viva la ambición de integrar inteligencia artificial con garantías.
La ironía es evidente, porque el informe dedica un capítulo a la inteligencia artificial para personalizar la enseñanza, apoyar a los docentes y simplificar la administración. También plantea prácticas responsables, privacidad y competencias digitales. La intención es clara, pero la ejecución bibliográfica erosiona el plan que debía impulsar la confianza tecnológica.
Conviene recordar de dónde viene todo: el informe propone modernizar el sistema escolar y preparar al alumnado para un entorno digital donde la inteligencia artificial será cotidiana. En su apartado “Calls to Transformation”, fija una década de cambios con foco en personalización, apoyo docente y menos carga administrativa.
Si el Departamento publica una versión corregida con un registro público de cambios, la confianza puede recuperarse. Si se abre una revisión independiente, vas a poder entender si hubo uso de herramientas de IA y con qué controles. Señales claras serían un método de citación actualizado, una política de uso de inteligencia artificial en redacción y la restauración del enlace oficial.
También te puede interesar:Relevance AI recauda $24 millones para expandir su plataforma de agentes de inteligencia artificialMe dedico al SEO y la monetización con proyectos propios desde 2019. Un friki de las nuevas tecnologías desde que tengo uso de razón.
Estoy loco por la Inteligencia Artificial y la automatización.