La Casa Blanca marca su hoja de ruta para la I+D del año fiscal 2027 y quiere mover el dinero hacia tecnologías críticas con impacto directo en empleo, crecimiento y seguridad. El memorando marca qué áreas pretende impulsar la administración Trump, pero falta un detalle clave que condiciona todo.
El documento lo firmaron Russell Vought (Oficina de Administración y Presupuesto) y Michael Kratsios (Oficina de Política Científica y Tecnológica). Llega con una tesis clara: las inversiones recientes fueron “desenfocadas” y lastradas por iniciativas “woke” y DEI.
La meta declarada es alinear la cartera federal de investigación con crecimiento, empleo de calidad, vida mejor y liderazgo en sectores críticos. Las prioridades de I+D de la Casa Blanca sitúan en el centro la inteligencia artificial, la ciencia cuántica, los semiconductores, las redes avanzadas, nuevas arquitecturas de computación y la manufactura avanzada. El año fiscal 2027 empieza el 1 de octubre de 2026, un dato que te ayuda a ubicar plazos y ventanas de financiación.
En IA, el texto empuja nuevos paradigmas y arquitecturas con usos como descubrimiento científico acelerado, ciencia energética, nuclear y cuántica, análisis espacial y navegación remota. También pide mejorar cómo evaluamos la IA y crear conjuntos de datos científicos estructurados para entrenar modelos. Si trabajas en métricas, benchmarks o data curation, estas prioridades de I+D de la Casa Blanca pueden abrir líneas específicas que hoy no existen.
En cuántica, se proponen consorcios, infraestructuras críticas y bancos de pruebas, y se fomenta la manufactura de dispositivos de nueva generación. El memorando recuerda que habrá dinero tanto para básica como para aplicada en materiales, matemáticas y física. La tracción real dependerá de cómo cada agencia traduzca estas prioridades de I+D de la Casa Blanca en convocatorias y contratos.
La “dominancia energética” vuelve como eje. Se pide priorizar I+D en combustibles fósiles, fisión y fusión avanzadas, geotermia e hidráulica, desarrollar reactores avanzados y pequeños modulares, y sacar adelante demostradores de fusión. También quiere más reciclaje y reprocesado de combustible nuclear. Las fases avanzadas y la comercialización deberían apoyarse más en financiación privada, con instalaciones de usuario que mantengan la colaboración multisectorial. Abrir la puerta a capital privado supone exigir retornos y tiempos que no siempre casan con la ciencia.
También te puede interesar:El experimento del MIT con chatbots revela un efecto cerebral que podría cambiar cómo usamos la IAEn seguridad, el documento financia capacidades militares, ciberseguridad y la visión de un escudo antimisiles tipo “Golden Dome”. En salud y biotecnología, prioriza biosafety, desafíos sanitarios urgentes y construir músculo nacional de biomanufacturing. Y, para el espacio, misiones tripuladas a la Luna y Marte junto a I+D en detección y mitigación de cinturones de radiación. Estas líneas también formarán parte de las prioridades de I+D de la Casa Blanca en los planes de NASA, DoD y HHS.
El giro político es explícito: rechazo a programas de educación STEM vinculados a DEI y a políticas de diversidad. El mismo equipo que en el primer mandato hablaba de fomentar innovación y diversidad en STEM ahora lo ridiculiza. “Las inversiones han sido desenfocadas y afectadas por iniciativas DEI”, recoge el memorando.
Para ti, esto significa tres efectos: más peso a evaluación de IA y datasets científicos, impulso a consorcios y bancos de pruebas cuánticos, y una agenda de hardware y manufactura avanzada que puede arrastrar a proveedores. Si lo comparamos con ciclos previos, las prioridades de I+D de la Casa Blanca desplazan foco desde DEI hacia rendimiento, seguridad y transferencia tecnológica.
Pese a recortes como la terminación de subvenciones de la National Science Foundation, el memorando insiste en reforzar la investigación polar. Pide invertir en el Ártico para observar procesos físicos, biológicos, geológicos y socioeconómicos, y proteger intereses y prosperidad de los residentes. También anima a mantener, o incluso mejorar, la infraestructura de investigación en la Antártida.
Este objetivo puede chocar con otra decisión del propio año: eliminar el presupuesto de construcción de la NSF. Esa tensión presupuestaria puede limitar cuánto calan estas prioridades de I+D de la Casa Blanca en proyectos polares, aunque la intención política quede clara en el papel.
En conjunto, las prioridades de I+D de la Casa Blanca empujan IA y cuántica, reabren la puerta nuclear, amarran seguridad y espacio, y tensan la relación con programas DEI. Tú vas a poder anticiparte si miras el Presupuesto del Presidente en febrero de 2026 y el arranque del FY2027 el 1 de octubre de 2026. Hasta que el Congreso cierre cifras, el detalle fino seguirá moviéndose.
También te puede interesar:Cuando la IA Interviene en Diagnósticos Médicos: la Advertencia del Divulgador Jon Hernández, Sobre lo que Puede PasarDirectora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.