“No pedir una segunda opinión a ChatGPT después de ir al médico es negligencia con tu propia salud”, soltó Jon Hernández ante un auditorio lleno en la Plataforma Oceánica de Canarias. La escena reunió a Hernández, con más de 420.000 suscriptores en YouTube y tres millones de visualizaciones al mes, y al ingeniero Pedro Mujica.
Hernández fue directo. Cometes dos errores frecuentes: hablar de la inteligencia artificial en pasado y normalizar un fenómeno excepcional. Lo comparó con la revolución industrial, la entrada de internet o, tirando alto, el fuego. Pidió bajarlo a tierra: céntrate en cómo la IA afecta tu día a día y qu hacer con ella sin delegarlo todo.
Ahí asomó la fractura cultural. Estudios recientes sostienen que, de media, la IA puede ser más creativa que una persona. Si una imagen generada es indistinguible de la realidad, la frontera entre “obra humana” y “resultado de modelo” se borra. Esto abre preguntas incómodas: ¿tu valor depende de lo que produces en el trabajo o de lo que sabes decidir?
Hernández dibujó un futuro cercano con agentes de inteligencia artificial proactivos. Te propondrán tareas, redactarán exámenes, negociarán y hasta contratarán a personas para encargos puntuales. No todo será cómodo: no debería sorprenderte que tu “empleador” sea una IA que asigna turnos y evalúa entregas.
Uno de los mayores riesgos no es un gran fallo técnico, sino la velocidad con la que la IA evoluciona frente a tu capacidad de adaptación. Lo sensato, insistió, es construir criterio: delegar lo repetitivo y reservar energía para decisiones complejas. La trampa está en olvidar que los modelos fallan.
Ahí entró Pedro Mujica, ingeniero con más de 35 años de experiencia. Pidió cautela, sobre todo en ciencia. En los últimos tres años, dijo, hemos avanzado tanto como en las tres décadas previas, y esa aceleración empuja por interés privado. La ciencia no va de maximizar beneficios, va de soluciones sólidas y que duren.
También te puede interesar:Apuesta por Agentes IA en Negocios: lo que Ganan en Eficiencia, lo Pagan en IncertidumbreMujica recordó lo que a veces se pasa por alto: los modelos actuales son no deterministas y las “alucinaciones” siguen siendo habituales. La IA debe ser apoyo, no sustituto del juicio humano, y el método científico debe guiar su uso en laboratorios y empresas. “La IA debe ser apoyo, nunca sustituto de la persona”, resumió.
Con la inteligencia artificial, la creatividad deja de ser exclusiva del humano. Si una IA compone, diseña o programa al nivel de un junior, tu valor pasa por dirigir, evaluar y combinar herramientas. Hernández propuso incluso “gimnasios cognitivos” para no atrofiar la atención, la memoria y el pensamiento crítico. Es un cambio cultural antes que técnico.
¿Y el sentido de todo esto? Cuando puedes generar resultados perfectos al instante, aparece frustración. Necesitas nuevas métricas de progreso personal. Formación, divulgación y guías humanas no son un extra, son parte del kit de supervivencia digital. PLOCAN quiso ser altavoz de esa conversación, y la puerta quedó abierta a más foros amplios, incluso en RTVE.
Hito cercano: 2025 como punto de acceso a modelos de razonamiento más consistentes. Horizonte de riesgo y oportunidad: 2030, no 2050. Si ves IA proactiva en tu correo, en la intranet o en el banco, prepárate para flujos autónomos que te pidan supervisión, no tecleos.
Para convivir con la inteligencia artificial sin perder el control, aplica tres hábitos simples y constantes:
Queda una matización sobre salud. La frase de Hernández busca sacudir inercias, pero no convierte a la IA en médico. Si usas un modelo como segunda opinión, úsalo para preparar mejores preguntas y detectar dudas, y confirma siempre con personal sanitario. Ignorar la inteligencia artificial cuando ya influye en la información que recibes tampoco te protege.
También te puede interesar:La primera ley europea de inteligencia artificial no llega de Bruselas, sino de ItaliaAl final, la IA ya reconfigura cultura y economía, y el reto es aprender deprisa sin entregar criterio. Si 2025 trae modelos más razonadores y 2030 pone en vilo el salto de los agentes, te conviene entrenar tu cabeza tanto como tus herramientas. PLOCAN deja una pista: la conversación abierta y crítica es la mejor forma de usar la inteligencia artificial a tu favor.
Directora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.