Una jugadora en Estados Unidos se llevó 150.000 dólares en Powerball tras pedir ayuda a ChatGPT. El ingeniero Hernán Hildebrandt compartió el prompt de IA que inspiró esa elección y, sobre todo, el papel que debería tener la inteligencia artificial en algo tan aleatorio.
El caso ocurrió en un sorteo reciente de Powerball en Estados Unidos y encendió la conversación: la mujer pidió a la IA una recomendación antes de seleccionar sus números. Hildebrandt divulgó el enfoque del prompt de IA y subrayó que la petición pedía sugerencias, no certezas.
¿Qué pedía ese mensaje? No hay magia, hay método. El prompt de IA combina tres ideas: recordar que la lotería es aleatoria, devolver propuestas como ejemplos y explicar por qué sugiere cada número. De esa forma, tú entiendes el criterio y mantienes los pies en el suelo. El propio diseño del texto evita la trampa de “este será el número ganador”.
Importa porque muestra algo cotidiano: ya usamos la IA para cocinar, traducir o estudiar, y ahora también para el juego. El dato es llamativo: 150.000 dólares cambian una economía doméstica y empujan a imitar la consulta. Powerball sigue siendo un sorteo aleatorio con múltiples combinaciones y tres extracciones semanales en 2025, así que cualquier coincidencia es estadísticamente improbable.
El riesgo está en confundir ayuda con garantía. La IA puede organizar ideas, proponer patrones o forzarte a jugar con disciplina, pero no rompe la aleatoriedad. Si lo comparamos con la app del móvil, aquí no hay cámara lenta que te muestre el futuro. Vas a poder fijar un presupuesto, limitar intentos y pedir que el sistema te recuerde que “esto es azar” antes de cada respuesta.
Si quieres probar, hazlo con cabeza. Un prompt de IA responsable te guía, no te promete. Hay un esquema claro y corto que respeta ese rol y te evita autoengaños. Recuerda que el resultado del sorteo no depende de ti ni de la máquina, y cualquier acierto será coincidencia por pura probabilidad.
También te puede interesar:OpenAI recauda $6.6 mil millones y alcanza una valoración de $157 mil millonesPara que te hagas una idea del tono, la estructura que divulgó Hildebrandt se parece a un mensaje que recuerda el azar, ofrece combinaciones como muestra y exige una nota de responsabilidad. Puedes redactarlo así, en plan plantilla: “Dame sugerencias de números para [juego], explica el criterio y aclara que no garantizan ganar. Pide que tome mis propias decisiones.” No copies sin pensar: adáptalo a tu juego y a tus límites.
Sirve también para separar tipos de consulta. Si preguntas a la IA por datos objetivos, como quién es James Rodríguez —centrocampista colombiano que juega en São Paulo—, vas a obtener hechos verificables. Si pides “números ganadores”, entras en terreno de incertidumbre pura. Lo sano es pedir ayuda para decidir mejor, no para adivinar.
En el fondo, el mensaje es simple. Un buen prompt de IA te aporta método, calma y recordatorios para que juegues con cabeza, pero nunca convierte el azar en certeza. Si eres consciente de esa frontera, vas a poder aprovechar la tecnología como ayuda práctica y evitar expectativas irreales cuando el dinero y la suerte entran en juego.
Directora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.