En Barcelona, un centro tecnológico ha convertido la promesa de la inteligencia artificial en resultados medibles para empresas de todos los tamaños. Hablamos de Eurecat, que en los últimos diez años ha impulsado más de 500 proyectos de IA con impacto directo en costes, calidad y sostenibilidad.
El quién y el qué están claros, y también el cuándo y el dónde. Desde 2014, Eurecat trabaja con grandes corporaciones y pymes en Cataluña, España y Europa para desplegar inteligencia artificial en producción, logística, finanzas y sectores públicos.
Las áreas cubiertas van de la optimización de procesos y la personalización de productos a ciberseguridad, predicción de riesgos, eficiencia y sostenibilidad. Lo clave son los casos reales, y ahí es donde asoma la diferencia.
En la industria gráfica alimentaria, Eurecat y Gràfiques Manlleu crearon una solución fotónica y de visión artificial que detecta anomalías en etiquetas en línea. El resultado es claro: menos paradas, menos mermas y series más cortas viables. Una inspección automática bien entrenada reduce rechazos y acelera la salida al mercado, y eso pesa en la caja de cualquier pyme.
Con ControlPack, la inteligencia artificial se aplica al embalaje: el sistema ajusta formatos, monitoriza en tiempo real el consumo de material y lanza mantenimiento predictivo sobre maquinaria. Aquí se unen sostenibilidad y productividad, porque vas a poder ahorrar film y cartón, y al mismo tiempo evitar paradas sorpresa. Con todo, el beneficio no termina en planta; también llega a compras y planificación.
En el sector legal, el trabajo con Bigle se centra en IA discriminativa que identifica metadatos y cláusulas en contratos. Eso convierte información desestructurada en activos reutilizables. Tu equipo legal gana horas para negociar y revisar riesgos, y deja a la inteligencia artificial el filtrado masivo. Si lo comparamos con buscar a mano, el salto en precisión y tiempo es evidente.
Para movilidad urbana, Eurecat colaboró con ControlCat en IdenTools, una plataforma que caracteriza tráfico en tiempo real, predice flujos y genera alertas para seguridad y eficiencia. De ese esfuerzo nace una spin-off que se posiciona en movilidad inteligente. La consecuencia práctica es una gestión más fina de semáforos, eventos y obras, y una ciudad que reacciona mejor a picos de demanda.
En industrias creativas y culturales, junto a la Secretaría de Políticas Digitales, el centro desarrolló para 3Cat una herramienta de IA generativa que redacta descripciones de fotos y mejora la accesibilidad. Este proyecto, dentro del CIDAI, libera a las redacciones de tareas repetitivas y sube la calidad de los metadatos. La duda era si mantendría el tono editorial, y ahí entra la supervisión humana con buen criterio.
La ola generativa también está en su hoja de ruta. El foco actual son sistemas RAGS (Retrieval Augmented Generative Systems) que contextualizan con precisión grandes modelos para crear asistentes virtuales de última generación. Esto reduce “alucinaciones” y ancla respuestas a fuentes internas verificadas. El éxito depende de curar bien los repositorios y de gobernar permisos y trazabilidad.
El alcance es europeo. El centro ha participado en más de 300 programas de la UE, del Estado y autonómicos, y forma parte de la red AI4ES junto a otros referentes. Su especialización multidisciplinar le permite ser aliado estratégico de pymes, que necesitan manos expertas para pasar de piloto a escala. Cuando la inteligencia artificial impacta en la línea de resultados, la competitividad sube.
En salud, destaca TrusTroke, una plataforma de aprendizaje federado para gestionar fases del ictus isquémico sin mover datos sensibles fuera de los hospitales. Es un enfoque que respeta privacidad y mejora la precisión clínica con modelos colaborativos. En paralelo, PISTIS impulsa explicabilidad y cumplimiento del futuro AI Act con una plataforma para monetización y comercio seguro de datos digitales.
En movilidad y sostenibilidad, Selfy integra ciberseguridad en conducción conectada y autónoma, mientras que Impetus aplica inteligencia artificial a estrategias de adaptación y mitigación del cambio climático. Aquí el hilo común es anticipar riesgos y coordinar respuestas, desde ciberataques a patrones meteorológicos extremos. El despliegue efectivo pide pruebas en entornos reales con métricas claras.
Desde 2020, Eurecat coordina el CIDAI, dentro de la estrategia Catalonia.AI de la Generalitat, para transferir conocimiento y acelerar colaboraciones entre universidades, innovación y empresas.
Cada año organiza el AI Congress, que en 2024 se celebra el 22 y 23 de octubre en Barcelona, una cita donde se cruzan proveedores, reguladores y usuarios finales. Ahí se suele medir la madurez de casos y la llegada de nuevas normativas.
Diez años, más de 500 proyectos y más de 300 programas respaldan una idea simple: cuando aplicas inteligencia artificial con propósito, vas a poder reducir costes, ganar productividad y mejorar sostenibilidad. Con la coordinación del CIDAI y citas como el AI Congress de octubre en Barcelona, el ecosistema tiene calendario y rumbo. El reto ahora es escalar sin perder explicabilidad, ética y resultados medibles.
Directora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.