En el podcast oficial Inside ChatGPT, Nick Turley, responsable de ChatGPT, y Mark Chen, jefe de investigación de OpenAI, explican qué buscan ahora y por qué. Hablan de actitud, de curiosidad y de iniciativa. Falta un detalle que aclaran enseguida: no van contra la formación, pero priorizan otra cosa que pesa más en su día a día.
Turley lo resume claro: la curiosidad manda en un entorno donde aún queda mucho por descubrir. Lo que te distingue no es encadenar títulos, sino aprender rápido, formular buenas preguntas y moverte con autonomía. Subraya algo que suele olvidarse cuando hay prisas por destacar: la humildad para admitir lo que no sabes y para ajustar el rumbo sin drama.
Mark Chen aporta contexto con su propia historia. Entró como becario y sin mucha formación en IA, y hoy dirige investigación. Su mensaje es incómodo para algunos, pero práctico para ti: “cada vez es menos necesario tener un doctorado en IA” porque el campo se domina con rapidez si tienes iniciativa y disciplina. El ritmo lo demuestra: ChatGPT se lanzó en noviembre de 2022 y, en solo 24 meses, cambió cómo aprendemos y trabajamos con modelos.
Falta otro punto clave. Turley insiste en que el reto real no es acertar siempre, sino hacer las preguntas correctas y sostener la curiosidad cuando no hay una guía clara. Eso implica aceptar que habrá experimentos que salgan regular y seguir, porque la tracción llega con constancia y criterio.
Peter Deng, que lideró producto de consumo en la casa, empuja en la misma dirección. Esperan investigadores y perfiles técnicos que avancen solos en sus pruebas y descubrimientos, y no solo que sigan instrucciones. La señal es nítida: la iniciativa y la autorresponsabilidad pesan más que un doctorado en inteligencia artificial en las evaluaciones internas.
Para la mayoría de puestos, no es requisito. Te van a medir por cómo aprendes, cómo te adaptas y qué construyes. Dicho por sus responsables: en OpenAI valoran más la capacidad de aprender y la iniciativa que un doctorado en IA.
También te puede interesar:10 Empresas que Dominan la IA Valen Más que Nunca, Aunque el Negocio Siga sin FuncionarHay excepciones: investigación teórica muy profunda o trabajos que requieren matemáticas avanzadas. Si te mueves en producto, ingeniería aplicada o evaluación, el peso vuelve a estar en tu curiosidad, tu criterio y tus resultados.
También hay coherencia interna. Chen no solo lo dice, lo vivió al entrar como becario y crecer sin un PhD en IA. Y Turley remata el marco de trabajo: preguntar bien, explorar con humildad y sostener el ritmo cuando el resultado no llega al primer intento.
Si lo comparamos con la app móvil, te piden menos credenciales formales y más hechos. ¿Qué señalan desde dentro? Tres rasgos que puedes demostrar sin un doctorado en IA:
En cualquier caso, hay una trampa que conviene evitar. No se trata de esquivar el estudio, sino de orientarlo a impacto. Vas a poder destacar si enlazas papers con pruebas reales y si conviertes las ideas en mejoras medibles, aunque sean pequeñas, y aunque el primer intento no brille.
La conclusión práctica es directa: en OpenAI, y en gran parte del sector, pesa más tu curiosidad, tu iniciativa y tu capacidad de aprender que el título. Un doctorado en inteligencia artificial puede sumar en áreas muy específicas. Si dudas por dónde empezar, dale prioridad a proyectos propios y a preguntas bien formuladas. Ese es el idioma que entienden hoy los equipos que crean la próxima ola de IA.
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Directora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.