Usas el móvil para hablar con tu familia, el portátil para trabajar y, cada vez más, te apoyas en la Inteligencia Artificial para buscar, resumir y crear. En medio de ese hábito diario, Yuval Noah Harari lanzó una idea incómoda en una charla con Roula Khalaf: la IA no es una herramienta.
La conversación, organizada por el Financial Times, recorrió el estado global, la situación de Trump y cuestiones sobre Israel, y cerró el círculo en tecnología, identidad y el futuro de las sociedades liberales. Harari situó el momento: estamos ante «los mayores avances tecnológicos» que recuerde nuestra generación. No todo el mundo comparte el optimismo que rodea a estos sistemas.
Hubo una frase que quedó flotando: calificó a la Inteligencia Artificial de “inteligencia alienígena”. Lo dijo para subrayar que no piensa como nosotros y que su lógica no nace de la experiencia humana. Falta un detalle clave para entenderlo del todo, y está en la palabra que eligió después: agente.
Harari distingue esta etapa de otras revoluciones técnicas. La imprenta o la bomba atómica eran herramientas, porque los humanos decidían cuándo y cómo se usaban. Con la Inteligencia Artificial, la diferencia es otra: puede actuar sin tu orden directa y afectar a procesos que no ves. Ahí se corta la comparación y empieza el cambio de reglas.
Cuando dice que la IA es un agente, señala que puede tomar decisiones, inventar ideas y aprender de sus errores o aciertos. Aunque la diseñaron personas, lo que define a estos sistemas es su capacidad de modificar su propio comportamiento con los datos. Recuerda que estamos solo al principio y que su alcance crecerá con rapidez.
Si lo comparas con la app del banco o con la versión de escritorio de un editor de texto, se ve claro: ahí mandas tú. Con la Inteligencia Artificial que genera, decide y negocia, vas a poder delegar tareas, pero también cedes control. La trampa está en creer que sigue siendo “solo una herramienta” cuando ya influye en lo que ves, lees y compras.
También te puede interesar:OpenAI Presenta un Agente para Investigación ProfundaEsto te afecta en tres frentes: privacidad, responsabilidad y poder de decisión. Un agente de IA que prioriza objetivos puede optimizar tu tiempo, y también empujar elecciones sutiles. En una sociedad que usa nuevos dispositivos a diario para comunicarse y buscar información, ese empuje se vuelve masivo. No es inevitable: entender su lógica te devuelve margen.
La escala importa. Según datos de la UIT, había unos 5.400 millones de usuarios de Internet en 2023. Si la Inteligencia Artificial actúa como agente en servicios que usan miles de millones de personas, su influencia llega a educación, empleo y política. Ese alcance también permite corregir fallos rápido si hay reglas claras y auditorías públicas.
La base de este análisis procede de la conversación pública entre Harari y Roula Khalaf, verificada por la cobertura del medio anfitrión y los extractos difundidos. Ahí dejó una idea breve que condensa su tesis.
“La IA no es una herramienta, es un agente.” — Yuval Noah Harari
Harari lleva tiempo reflexionando sobre cómo nos relacionaremos con la Inteligencia Artificial y qué papel debe jugar la sociedad. Su punto no es futurista: recuerda que los inventos anteriores respondían a órdenes humanas, y que aquí un sistema puede aprender y cambiar por sí mismo. Insiste en que estamos en la casilla de salida, y que el margen de decisión colectiva sigue abierto.
También matiza el clima emocional. Vivimos una era que muchos ven con esperanza porque las nuevas tecnologías prometen eficiencia, bienestar y acceso. Otros, menos optimistas con la IA, ven riesgos sociales y políticos si no hay control democrático. La charla colocó esa tensión junto a temas de geopolítica, identidad y el destino de las sociedades liberales, sin escapar a las preguntas sobre Trump o Israel.
También te puede interesar:¿La IA nos Hace Más tontos?: El MIT Revela el Impacto Oculto de la IA en el AprendizajeHay señales claras. Si ves que colegios y universidades integran agentes de IA con reglas de transparencia, el escenario es favorable. Si las empresas publican auditorías y dan opción de salida a los usuarios, vamos bien. Si, en cambio, los sistemas deciden sin explicarse, prepárate para menos control ciudadano. El marco europeo de IA empezará a aplicarse por fases hasta 2026, y marcará el ritmo.
La próxima ventana está en cómo las plataformas integran agentes conversacionales en el móvil y el ordenador durante el próximo año. Si tu servicio web favorito activa funciones autonómicas por defecto, revisa permisos y objetivos. Vas a poder aprovechar la Inteligencia Artificial si mantienes criterio: pregunta, compara y decide qué delegas y qué no.
Queda la idea central que Harari quiso fijar: la Inteligencia Artificial no funciona como una llave inglesa, se comporta como un actor con objetivos. Por eso, entender su agencia te ayuda a usarla mejor y a exigir garantías. Si algo cambia rápido en los próximos meses, será cuánto espacio le das en tus decisiones cotidianas y cómo pides cuentas cuando se equivoca.
Directora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.