Un nuevo estudio de Microsoft Research pone cifras a un temor muy concreto: qué trabajos están más expuestos a la automatización por inteligencia artificial y por qué ese riesgo crece justo ahora. Microsoft Research ha analizado, en un informe reciente, cientos de tareas laborales y su “automatizabilidad” con inteligencia artificial, evaluando tanto la eficacia de estos sistemas como su aplicabilidad técnica.
El resultado es una puntuación de exposición por puesto: cuanto más alta, mayor riesgo. El ranking existe, y ya te imaginas algunos nombres, pero hay sorpresas que explican hacia dónde va el empleo.
Los intérpretes, traductores e historiadores lideran el riesgo, seguidos por perfiles que quizá no asociabas a la oficina clásica. El listado de diez ocupaciones incluye también a auxiliares de pasajeros, representantes de ventas de servicios y escritores y autores. El matiz no está sólo en quién encabeza la lista, sino en qué tipo de tareas concentran el impacto.
El top se completa con programadores de herramientas CNC, representantes de servicio al cliente, operadores telefónicos, educadores en gestión agrícola y doméstica, y locutores de radio y DJs. En todos ellos, el patrón se repite: tareas repetitivas o centradas en procesar información lingüística o técnica, justo el terreno donde la inteligencia artificial generativa rinde cada vez mejor.
Si trabajas con lenguaje, guiones o atención al cliente, vas a poder delegar partes mecánicas en sistemas de inteligencia artificial, desde la primera versión de un texto hasta un resumen o una respuesta inicial. Con todo, hay una trampa si crees que “máquina igual a reemplazo total”: lo que cambia primero son las tareas, no necesariamente los puestos completos.
El informe no habla en abstracto. Reúne un ranking de 10 ocupaciones y asigna un nivel de exposición por tareas, publicado este año por Microsoft Research como referencia para empresas y profesionales. Ese enfoque por tareas importa, porque es donde la IA generativa ha probado eficacia medible al replicar patrones, traducir contextos y ejecutar instrucciones consistentes.
También te puede interesar:OpenAI lanza la app de ChatGPT para Windows con nuevas funcionalidadesLa metodología es directa: desglosa cada trabajo en funciones específicas y mide la capacidad de la inteligencia artificial para ejecutarlas con calidad y a escala. El propio informe insiste en el uso prudente: “La IA debe verse como una herramienta de apoyo, no como un reemplazo absoluto”. Ese punto cambia la conversación y abre espacio a estrategias de adaptación realistas.
Mirando atrás, cada ola tecnológica ha movido el empleo hacia nuevas habilidades. La diferencia ahora es la velocidad: la inteligencia artificial no sólo automatiza cálculos, también genera texto y voz, interpreta documentos y sugiere decisiones. El criterio humano sigue marcando el límite cuando entran en juego contexto, ética y responsabilidades legales.
Si eres traductor, historiador o locutor, vas a poder centrarte en revisión, tono, contexto y verificación, porque la primera pasada la hará la IA. En ventas y soporte, los bots propondrán respuestas y tú aportarás empatía y negociación. En CNC, la máquina sugiere parámetros y tú decides tolerancias y seguridad. Ese reparto aumenta productividad y reduce errores, pero exige nuevas competencias.
La propia Microsoft subraya que una integración responsable de inteligencia artificial ayuda a optimizar tareas, mejorar la productividad y liberar tiempo para labores estratégicas que requieren juicio humano. En la práctica, vas a poder pasar de redactar desde cero a editar con intención, de responder tickets uno a uno a priorizar casos críticos, y de locutar en directo a preparar piezas de mayor valor.
¿Qué señales deberías vigilar? Si tu empresa introduce asistentes con IA en el correo, el CRM o la suite de ofimática, prepárate para medir calidad y tiempos antes y después. Si notas que tus entregas se vuelven más rápidas pero más homogéneas, toca reforzar estilo y especialización. Y si aparecen pruebas internas con nuevos modelos generativos, probablemente habrá cambios en roles en los próximos trimestres.
En cualquier caso, el estudio de Microsoft Research no sentencia el fin de estos oficios, sino su transformación. Si te anticipas y usas la inteligencia artificial como aliado, vas a poder proteger tu empleo, ganar tiempo y enfocarte en lo que aporta valor: criterio, creatividad y responsabilidad. Conviene recordar lo obvio: ninguna herramienta piensa por ti, y ahí está tu ventaja competitiva.
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Directora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.