OpenAI ha movido ficha y no es un cambio menor: reestructura su organización para adaptarse al mercado y al pulso de la Inteligencia Artificial General. La compañía de Sam Altman quiere avanzar sin tropezar, y ese matiz explica tanto su nueva arquitectura corporativa como la fecha que baraja para su próximo gran salto.
La empresa detrás de ChatGPT dividirá su trabajo en dos vías. Por un lado, la Fundación OpenAI seguirá como brazo sin ánimo de lucro centrado en misión y seguridad. Por otro, nace OpenAI Group PBC, una entidad con funcionamiento empresarial clásico para convertir investigación en retornos económicos y en beneficios sociales tangibles. Ambas partes comparten objetivo: empujar la Inteligencia Artificial General sin desestabilizar el sector.

¿Qué cambia para ti? Con esta estructura, vas a poder ver productos más claros en tiempos más previsibles, y procesos de revisión más estrictos. OpenAI lo explicó en un vídeo publicado en su canal de YouTube, donde Altman respondió preguntas y, entre líneas, dejó ver la hoja de ruta. Hay una fecha concreta sobre la mesa, pero la compañía prefiere contar antes el “cómo”.
El plan gira alrededor de un proyecto estrella: un “investigador de IA automatizado”. Altman reconoce que el término AGI se ha sobrecargado y que aún se está definiendo. Marca distancias con pronósticos agresivos de la competencia y pone orden en los tiempos. En paralelo, la nueva estructura busca fondos estables, controles de riesgo y un ritmo de publicación que no agite más un mercado con señales de burbuja.
El contraste es evidente si miras a xAI. Elon Musk ha sugerido que la próxima versión de Grok tendría un 10% de probabilidades de alcanzar la AGI. OpenAI no compra ese porcentaje y pisa el freno. Altman lo resumió con calma en el vídeo: “La AGI es un término sobrecargado; necesitamos tiempo y pruebas serias”. No esquiva un compromiso temporal medible.
Cuando Altman habla de Inteligencia Artificial General en este contexto, no promete magia de un día para otro. Busca un sistema capaz de leer fuentes, proponer hipótesis, ejecutar pruebas, revisar errores y explicar resultados de forma trazable. Insiste en que llevará años y validaciones externas para que ese “investigador automatizado” sea útil, aceptado y seguro, no un simple truco de laboratorio.
También te puede interesar:Los nuevos modelos de OpenAI podrían costar hasta $2000Hay otro matiz que te interesa. Tras sus últimos lanzamientos, en particular GPT-5, OpenAI parece optar por prudencia y mesura. El objetivo no es impresionar en una demo, sino consolidar procesos de evaluación, auditorías y pilotos antes de desplegar. Evitar un “subidón” que pinche después ayuda a no inflar más una posible burbuja de IA que ya muestra tensiones en inversión y expectativas.

¿Qué puede pasar a partir de ahora? Escenario central: avances incrementales, con hitos trimestrales en capacidades de razonamiento y planificación, y más límites explícitos. Mejor caso: prototipos que ya resuelvan tareas de investigación enfocadas, como análisis de papers con ejecución de experimentos simulados. Peor caso: retrasos si las pruebas de seguridad exigen rediseños, algo que OpenAI ya asume como coste aceptable.
En lo operativo, la Fundación OpenAI mantendrá la brújula de misión y seguridad, y OpenAI Group PBC facilitará acuerdos, financiación y productos que bajen al terreno. Altman remarca que el éxito pasa por dedicar tiempo suficiente a investigación, desarrollo, pruebas y aplicación práctica para que los resultados sean “satisfactorios para todos”. Marzo de 2028 no es un “todo o nada”, sino un hito para medir madurez.
La foto que te queda es nítida: OpenAI reorganiza su casa para encarar la Inteligencia Artificial General con más cabeza que prisa, toma distancia de apuestas como el 10% de Grok y fija un horizonte exigente, marzo de 2028, para un verdadero “investigador de IA automatizado”. Si ves nuevas alianzas de evaluación y pilotos regulados, la ruta va bien. Si aparecen demoras y rediseños, es parte del plan para no romper el mercado.
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Directora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.