OpenAI ha publicado su primer gran retrato de cómo usamos ChatGPT y el resultado rompe el mito del “asistente para la oficina”. Entre mayo de 2024 y junio de 2025, OpenAI analizó el servicio web de ChatGPT y midió qué hacemos al abrir una conversación.
En junio de 2025, el 73% de los chats no eran de trabajo, cuando un año antes, en junio de 2024, el reparto entre uso profesional y personal estaba prácticamente empatado. La pregunta inmediata es qué tipo de consultas llenan ese hueco.
Al menos 1,1 millones de conversaciones y datos de 1,5 millones de usuarios, con un informe de 62 páginas. OpenAI clasificó más de un millón de chats en siete grandes grupos y, para proteger la privacidad, empleó sus propios modelos para leer y etiquetar los mensajes sin que personas revisaran conversaciones individuales. La demografía procede de la información que das al registrarte.
La categoría dominante es la de “orientación práctica”, que concentra el 28,3% de todas las interacciones. Aquí entran tareas cotidianas, dudas académicas y consejos de entrenamiento. Vas a poder pedir un esquema para estudiar, una tabla de ejercicios o una lista de recados, y ChatGPT responde rápido y en formato directo. Todo eso explica el vuelco hacia un uso personal.
El segundo gran bloque agrupa solicitudes de escritura: edición o crítica de textos, y mensajes para tu comunicación personal. La sorpresa está en el terreno técnico: la programación solo pesa un 4,2% de los chats. Durante meses dimos por hecho lo contrario, pero el uso profesional real es menor de lo esperado.
La búsqueda de información está cogiendo velocidad y se usa ya como si fuera un buscador clásico. Entre mayo y junio de 2024 creció de forma constante hasta situarse como el segundo uso más habitual de ChatGPT. Dentro de esa categoría, las preguntas sobre productos representan el 2,1% de las consultas.
También te puede interesar:OpenAI Lanza el Modo Visión en Tiempo Real y Compartir Pantalla en EuropaEl perfil que más escribe es joven: casi la mitad de los mensajes llegan de personas entre 18 y 25 años. Y hay un cambio silencioso en el registro: en 2025, el 52% de los nombres de usuario son femeninos, cuando al principio dominaban los masculinos. También crece rápido en países menos ricos, un dato que sugiere adopción global, aunque el informe no detalla los usos por región.
Hay un bloque sensible que no conviene perder de vista: el 1,9% de las interacciones tratan sobre consejos personales y relaciones. Son conversaciones íntimas que buscan apoyo y claridad. Además, el uso de ChatGPT como “compañero” virtual o en juegos de rol supone el 0,4%. Varios países están monitorizando el impacto en salud mental.
Para el día a día, el giro es claro: tratar ChatGPT como asistente de bolsillo para resolver dudas, escribir mejor y buscar información sin salir de la ventana. Si lo comparamos con la app del móvil, se siente como un “todo en uno” que resuelve en segundos, lo que antes obligaba a saltar entre pestañas, correos y buscadores tradicionales.
ChatGPT hoy se usa sobre todo para lo personal, para buscar información y para escribir mejor, por un público joven y cada vez más diverso. El papel de la programación no desaparece, solo queda en segundo plano. Si ves que OpenAI refuerza la búsqueda dentro de ChatGPT y anuncia nuevas métricas de calidad, prepárate para un pulso más serio con Google en los próximos meses.
También te puede interesar:OpenAI une fuerzas con los Laboratorios Nacionales de EEUU para transformar la investigación científicaDirectora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.