“La gente está empezando a hablar como ChatGPT.” La advertencia la lanza Adam Aleksic, especialista en evolución del lenguaje, y te afecta más de lo que parece. Lo que hoy te suena útil y cómodo en chats y correos puede estar cambiando la forma en que escribes y hablas sin darte cuenta. Falta un detalle clave para entender por qué está pasando y qué puedes hacer.
El fenómeno se consolida desde 2022, con millones de usuarios conversando a diario con ChatGPT, Claude o Gemini. Lo inquietante para Aleksic no es solo la destreza técnica de estos sistemas, sino que las palabras sobrerrepresentadas en sus respuestas han saltado a la conversación humana. Sí, empiezas a hablar como ChatGPT cuando adoptas sus giros y preferencias léxicas.
Ellos transforman tus mensajes en embeddings, conjuntos de números en un espacio vectorial. Ese paso comprime la variedad y los matices del lenguaje real, y luego el modelo genera la salida prediciendo palabra a palabra según datos de entrenamiento y refuerzo humano. Con todo, esa cadena tiene sesgos, y el resultado es claro: el texto de los chatbots es un simulacro del habla humana, no una copia fiel.
Un síntoma visible es “delve”. Esa palabra aparece mucho más en textos de IA que en el inglés natural, y se ha contagiado a artículos, correos y hasta a la voz. Desde 2022, el uso de “delve” en publicaciones académicas se multiplicó por diez, un salto que coincide con investigadores apoyándose en asistentes para redactar.
Investigaciones de Tom S. Juzek y Zina B. Ward apuntan a acumular pequeños sesgos y errores durante la revisión humana en el entrenamiento por refuerzo. Muchos revisores cobran poco y trabajan con presión de tiempo en países como Nigeria y Kenia, donde “delve” se usa más.
Esa frecuencia local se cuela en las valoraciones, y el término se amplifica. En palabras de Aleksic: “Estamos confundiendo representación con realidad lingüística”.
También te puede interesar:OpenAI recauda $6.6 mil millones y alcanza una valoración de $157 mil millonesHay otro efecto silencioso. Como la interfaz es fluida y educada, asumes que el chatbot usa “inglés normal”, y luego arrastras ese tono a todo lo que escribes. Aun así, hablar como ChatGPT no ocurre solo al teclear. Estudios recientes detectan estos términos en charlas espontáneas. Incluso si intentas evitarlos, es fácil que se cuelen, porque la exposición constante los hace más accesibles en tu cabeza.
Desde la psicolingüística lo explican simple: cuantas más veces ves una palabra, más rápido la recuperas. Ese atajo mental acelera el bucle actual: textos de IA influyen a humanos, esos textos alimentan nuevos modelos, y el “LLM-speak” se refuerza. Vas a poder reconocerlo si vigilas tres señales muy concretas.
Si te identificas con dos de esas tres, probablemente ya empiezas a hablar como ChatGPT. No hay daño cognitivo por decir “delve”. Aleksic precisa que el riesgo real es social: el lenguaje indica transformaciones más profundas, desde uniformizar registros hasta diluir la riqueza de acentos y jergas. Y hay una capa más delicada que no conviene ignorar.
Esos no se ven con un simple conteo de palabras y, por eso, son más difíciles de medir con claridad. La mezcla entre textos humanos y producciones de IA hace que las fronteras se difuminen, y distinguir lo genuino de lo artificial sea cada vez más complicado.
Con todo, puedes tomar pequeñas medidas para mantener variedad sin renunciar a la ayuda de la IA.
La verificación del fenómeno combina análisis de corpus y conteos temporales. Investigadores han rastreado la frecuencia relativa de términos en grandes colecciones de textos y la evolución en artículos desde 2022. Ese patrón coincide con lo que reportan revisores de modelos y con la experiencia longitudinal de Aleksic observando cómo los hablantes adoptan, poco a poco, estas fórmulas.
También te puede interesar:ChatGPT Amplía el Modo de Voz Avanzada para Usuarios Gratuitos de Europa¿Qué viene ahora? Si notas más textos “impecables” con las mismas muletillas, prepárate para otra vuelta del bucle. A medida que los modelos se entrenen con mezclas de textos humanos e IA, hablar como ChatGPT será más común.
No necesitas romper con los asistentes para escribir mejor. La clave es mantener el control del tono y del vocabulario, y recordar que lo que lees no siempre refleja el paisaje real del idioma. Si alternas fuentes, revisas tus tics y recuperas tu voz, puedes usar la IA sin terminar hablando como ChatGPT en cada frase.
Directora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.