Si tienes 18 años en 2025 y vives en Estados Unidos, quizá te estés preguntando si te compensa ir a la universidad. La respuesta ya no es tan obvia. La inteligencia artificial está cambiando el valor percibido del título universitario, y el precio de estudiar cuatro años tampoco ayuda.
El ‘Blue Collar Report 2025’ de Jobber, publicado este año en EE. UU., retrata el giro cultural con datos frescos. Solo el 16% de los padres piensa que un título asegura empleo estable a largo plazo, algo impensable hace dos décadas. Muchos siguen empujando hacia la universidad por prestigio social, y ahí nace la tensión que estás viendo en tu instituto.
También pesa el empleo. Un 40% teme que, tras años de estudio, sus hijos se topen con un mercado saturado. Y la automatización se mete en la ecuación: el 63% cree que la inteligencia artificial complica la inserción laboral. Este clima explica por qué, entre los jóvenes, el 77% prioriza elegir una carrera difícil de automatizar. Ya no es solo vocación, es táctica.
Ahí aparece una paradoja importante. Mientras los trabajos de oficina y muchas profesiones digitales se ven más vulnerables a la inteligencia artificial, los oficios manuales —fontanero, electricista, constructor o técnico de climatización— ganan atractivo. Un estudio reciente de Microsoft sitúa los diez empleos menos amenazados por la IA entre los “de cuello azul”. Hasta Geoffrey Hinton lo ha reconocido con ironía en charlas públicas.
Además, los números desmienten el mito de que los oficios son “segunda opción”. El informe de Jobber apunta a ingresos anuales medianos por empresa de fontanería de 416.000 dólares, HVAC 390.000 y electricidad 328.000. Entre el 15% y el 21% de estas compañías supera el millón de dólares de facturación anual. Vas a poder emprender antes y con menos barreras que en profesiones con colegiación obligatoria.
La inteligencia artificial ya ha entrado en los oficios, pero como apoyo: drones para inspecciones, robots cortacésped en mantenimiento y software para gestionar clientes, rutas y presupuestos. No sustituye la parte manual ni la relación con el cliente. Es una herramienta que te hace más rápido y reduce errores, no un reemplazo inmediato.
También te puede interesar:Cómo el Auge de la Inteligencia Artificial Puede Superar a Las Grandes Empresas del SectorEntonces, ¿por qué la universidad sigue atrayendo tanto? Por estatus. El título aún simboliza ascenso social y éxito, sobre todo en familias que no lo tuvieron antes. Y el entorno escolar empuja en esa dirección: el 76% de los estudiantes dice que en su instituto se promocionó activamente la universidad, pero solo el 31% recuerda haber recibido información sobre escuelas técnicas.
De hecho, la FP arrastra un estigma que frena decisiones. El 71% de los jóvenes percibe que la FP “marca” más que la universidad, y el 63% de los padres comparte esa sensación. Apenas el 7% de los padres preferiría que su hijo cursara FP. Aquí está “la trampa”: los datos económicos y la inteligencia artificial apuntan a una vía, pero la cultura empuja hacia otra.
Si te estás orientando, vigila tres pistas claras. Recuerda que la inteligencia artificial seguirá avanzando y conviene formarte de forma continua:
Hace unas décadas, la fe en la universidad era casi absoluta. Hoy el contexto ha cambiado por tres fuerzas a la vez: precios disparados, deuda acumulada y inteligencia artificial entrando en tareas de oficina. Por último, lo pendiente ya no es la rentabilidad de los oficios, sino su prestigio. Si ese estigma cae, el flujo de talento se moverá rápido.
En un mercado tocado por la inteligencia artificial, elegir una salida difícil de automatizar y con buena economía de entrada puede darte estabilidad y margen para crecer. La universidad y la FP no compiten siempre, se complementan. La decisión, esta vez, pasa menos por tradición y más por datos.
También te puede interesar:OpenAI Presenta un Agente para Investigación ProfundaDirectora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.