Durante años, los programadores fueron considerados profesionales de élite: recibían múltiples ofertas diarias, sus salarios se disparaban y eran vistos como “rockstars” del mundo laboral. Sin embargo, esa etapa dorada parece haberse terminado. El avance de la inteligencia artificial (IA), el auge de las plataformas low-code y la mayor competencia global han cambiado las reglas del juego.
Lejos de significar una amenaza inmediata, la IA se posiciona como un aliado clave en la programación moderna. Ariel Hitner, delivery manager en Softtek, lo resume así: “La IA no reemplaza al programador, potencia su trabajo. Automatiza tareas repetitivas y libera tiempo, pero el verdadero valor sigue estando en la creatividad y el entendimiento del negocio”.
Modelos como ChatGPT ilustran este punto: pueden sugerir código, pero no ofrecen la visión estratégica ni la capacidad de innovar que un humano aporta.
La transformación no se limita al aspecto técnico. Hoy, habilidades blandas como liderazgo, pensamiento crítico y empatía son tan importantes como dominar lenguajes de programación como Python o JavaScript.
Incluso el crecimiento de las herramientas low-code, diseñadas para acelerar desarrollos, no elimina la necesidad de programadores, ya que estas plataformas tienen limitaciones y funcionan más como un complemento que como un reemplazo.
El cambio también golpea los bolsillos. Durante la pandemia, los salarios en el sector se dispararon, sobre todo en países como Argentina, donde la devaluación facilitaba la contratación desde el exterior. Pero ahora, las empresas buscan talento en otros mercados más competitivos, lo que presiona a la baja las remuneraciones.
También te puede interesar:La IA se Cuela en las Entrevistas de Trabajo y Deja a las Empresas en Alerta MáximaSegún un informe de Experis, basado en más de 700 compañías IT, apenas un 27% planea contratar en el tercer trimestre de 2025, mientras que un 33% prevé recortes y un 37% mantendrá su plantilla actual.
Este escenario deja claro que ser programador ya no garantiza estabilidad ni ascensos automáticos. Los profesionales que logren integrar la IA en su flujo de trabajo, mantenerse actualizados en nuevas tecnologías y reforzar sus habilidades blandas tendrán un futuro más sólido. En cambio, quienes se aferren a la vieja idea del programador como estrella intocable corren el riesgo de quedar rezagados en un mercado que exige adaptación constante.
Directora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.