La Universidad de Harvard ha puesto números a un debate que te afecta en clase y en el trabajo: ¿para qué usas realmente ChatGPT? El equipo del economista David Deming, junto a expertos de OpenAI, ha revisado cómo interactúas con la IA entre mayo de 2024 y junio de 2025. La respuesta no va por donde crees, y cambia cómo deberías evaluar su uso diario.
El estudio analizó cerca de un millón de mensajes anónimos enviados al servicio web desde todo el mundo. Se clasificaron con algoritmos contrastados frente a evaluaciones humanas para evitar errores de interpretación. Si esperas un tsunami de trampas, falta un dato clave, porque los patrones de uso cuentan otra historia que vas a poder reconocer en tu día a día.
Hoy, el 10% de la población adulta mundial usa ChatGPT, y los jóvenes de 18 a 25 años generan casi la mitad de los 2.600 millones de mensajes diarios. Esto importa porque moldea cómo estudias y trabajas en la versión de escritorio o en el móvil, y porque marca qué habilidades conviene reforzar este curso y el siguiente.
Los mensajes muestran prioridades claras. El 77% cae en tres bloques: “búsqueda de información” crece del 14% al 24% en un año, “guía práctica” supone el 29%, y “escritura” el 24%, sobre todo para ediciones, resúmenes y traducciones, no para crear desde cero. Traducido: vas a poder consultar, mejorar y rehacer tu texto, pero no descargar un trabajo perfecto sin mover un dedo.
En educación, solo el 10% de los mensajes son tutorías, y ahí la IA actúa como un profesor paciente que responde paso a paso. La conversación es iterativa: preguntas, recibes feedback y ajustas. El estudio subraya que ChatGPT funciona como asistente, no como atajo mágico. “La IA no hace tu trabajo por ti, te obliga a pensar mejor”, David Deming (Universidad de Harvard).
También te puede interesar:“Mi Hijo Cree que ChatGPT es su Amigo”: el Agotamiento Lleva a los Padres a apoyarse en IAEse patrón iterativo aparece en todo el conjunto. ChatGPT no automatiza el trabajo por completo y requiere tu participación activa, desde plantear el problema hasta validar el resultado. Si lo comparas con copiar y pegar, la trampa está en que así no aprendes ni obtienes buena calidad. La utilidad real llega cuando corriges y reconstruyes con tus criterios.
Hasta un 73% de los mensajes tiene fines personales o educativos, lo que refuerza la idea de democratización del conocimiento. El uso despega en países de ingresos medios como Brasil, México y Argentina, que lideran Latinoamérica en búsquedas y actividad.
Ese informe también detecta que las brechas de género se estrechan, con más mujeres que hombres entre las usuarias activas, un cambio relevante para la inclusión digital.
Sobre las trampas, las encuestas de Stanford en 2025 añaden contexto: el porcentaje de estudiantes que admite conductas deshonestas se mantiene estable, alrededor del 60–70% según el tipo, desde antes de ChatGPT. Lo que sí crece es el uso responsable: un 40% de universitarios usa ChatGPT para revisar su trabajo o generar ideas, no para sustituirlo. Sigue habiendo casos dudosos, y ahí entran las reglas.
Para evitar líos y sacar partido real, te conviene adoptar pautas transparentes. Piensa en ChatGPT como una fuente más que hay que citar y explicar, igual que harías con un libro o un artículo. Tres movimientos sencillos te blindan y mejoran el resultado:
También te puede interesar:“Un Chatbot sin Errores no Puede Existir”: la Confesión que Cambia Cómo Entendemos la IAHay límites claros: la IA no sustituye el conocimiento especializado ni a los expertos. Lo que sí hace es ampliar tu capacidad para entender y resolver problemas complejos con enfoques creativos. De ahí surge una “generación IA nativa” que prioriza la resolución de problemas frente a la memorización.
Deming avisa: no esperes una revolución instantánea de productividad, pero sí un salto en habilidades blandas como el pensamiento crítico. La inteligencia artificial redefine el esfuerzo y abre nuevas oportunidades de aprendizaje, y tú decides cómo convertir esa ventaja en resultados reales.
Directora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.