Sam Altman, CEO de OpenAI y creador de ChatGPT, ha vuelto a encender el debate: asegura que la inteligencia artificial general está cerca y que ya vemos señales claras. Lo cuenta “recientemente” y no es solo una predicción optimista.
¿Qué ha pasado exactamente y por qué ahora? Altman, una de las voces más escuchadas del sector, defiende que estamos en un “momento crucial” en el que la IA empieza a producir hallazgos propios. Sus declaraciones circularon gracias a Chris (@chatgpt21 en X), que también apuntó al próximo movimiento de OpenAI: GPT‑6 y un nuevo proceso de evaluación llamado PIBv.
El foco no está solo en el nombre AGI, sino en lo que implica. Altman redefine la inteligencia artificial general como la capacidad de una IA para hacer descubrimientos novedosos que amplían el conocimiento humano. Dice que, a medida que nos acercamos, la frontera entre “IA que predice” y “IA que descubre” se vuelve más difusa. La clave es si esos hallazgos resisten escrutinio.
Aquí llegan los ejemplos. Se menciona que GPT 5 Pro habría resuelto el problema 554 de Yu Tsumura, un reto duro de teoría de grupos de nivel olímpico. También que el mismo modelo produjo una nueva demostración que estrecha una cota en optimización convexa suave, señalada por Sébastien Bubeck.
La velocidad del ciclo ayuda a entender el contexto. OpenAI presentó GPT‑4 en marzo de 2023 y mostró GPT‑4o en mayo de 2024. En apenas 14 meses, el salto de capacidades multimodales fue claro, con voz e imagen en tiempo real. Ese ritmo explica por qué Altman habla de proximidad de la inteligencia artificial general, aunque el listón final dependa de validaciones externas.
También te puede interesar:Los nuevos modelos de OpenAI podrían costar hasta $2000Sobre GPT‑6, Altman apunta a un cambio en cómo se evalúa el modelo tras el entrenamiento. Lo llama PIBv y dice que alterará, al menos en parte, la forma de trabajar. No detalló su mecánica, pero la idea es clara: medir a la IA en tareas que reflejen mejor impacto real y descubrimiento, no solo benchmarks clásicos. La estrategia global de OpenAI seguirá la línea conocida.
Las piezas encajan porque las declaraciones parten de fuentes identificables. Chris (@chatgpt21) recopiló y difundió los mensajes de Altman, y Bubeck mencionó la prueba en optimización convexa. Contrastamos esos puntos con comunicaciones públicas previas de OpenAI y su hoja de ruta. Como resume Altman: “Finalmente estamos en ese momento”.
PIBv apunta a evaluar con señales más cercanas a problemas del mundo real, quizá con ciclos rápidos de verificación humana y pruebas en entornos productivos. Eso te afecta en dos planos: vas a poder confiar mejor en resultados útiles y vas a poder detectar antes cuándo un hallazgo no se sostiene. Sin documentación pública, conviene prudencia técnica.
OpenAI, según Altman, mantendrá su estrategia general: entrenar modelos grandes, probarlos con baterías amplias y llevarlos a productos de cliente en línea y versión de escritorio. El cambio estaría en cómo se confirma el valor tras el entrenamiento, no en la receta base. Si sale bien, podría acelerar el filtro de descubrimientos reales frente a ruido.
Por qué te importa, en una frase: si la definición de inteligencia artificial general pasa por generar conocimiento nuevo, verás IA menos “autocompletado” y más “laboratorio”. Cada avance debe superar revisión por pares y pruebas duras.
La próxima señal llegará cuando OpenAI detalle PIBv o muestre demos verificables de GPT‑6; si ocurre, prepárate para flujos de trabajo que cambian en serio cómo aprendes, programas y decides.
También te puede interesar:Hackean la cuenta de prensa de OpenAI en X para promocionar cripto estafasDirectora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.