Z.AI entra con fuerza en el terreno de los chatbots y apunta directo a ChatGPT. Hoy te importa porque vas a poder usar una IA potente, sin pagar, sin registro y desde el navegador, con funciones de código abierto que no dependen de proveedores externos.
Hablamos de Z.AI, la plataforma de Zhipu AI, activa en China y financiada desde 2023 por Alibaba, Tencent, Ant Group y Prosperity7 Ventures. La empresa, nacida en la Universidad de Tsinghua y ya independiente, ha atraído más de 3.000 millones de dólares y, según International Data Group, se sitúa como tercer actor en LLM dentro del país. El último motor, GLM‑4.6, llegó en septiembre.

Qué hay dentro de Z.AI: modelos GLM‑4.5 y GLM‑4.6 con razonamiento avanzado, generación de código y agentes automatizados. Admiten una ventana de contexto de 128.000 tokens de entrada y 96.000 de salida, así que vas a poder cargar PDFs, Word o TXT largos y mantener coherencia. También procesa imágenes, incluye “Búsqueda web” y un modo de “Razonamiento profundo”. Todo se usa desde el navegador.
Por qué te debería sonar distinta: los modelos GLM están bajo licencia MIT y se pueden ejecutar en local, con arquitectura MoE (Mixture of Experts) y descargas disponibles en repositorios conocidos. Z.AI ofrece un plan gratuito con límites diarios amplios y una API de pago para desarrolladores, y presume de independencia técnica con soporte para chips de Huawei Ascend y Cambricon. Queda por ver cómo escala fuera de su ecosistema.
El peso financiero aporta contexto. En 2023, Zhipu AI captó más de 2.500 millones de yuanes de Alibaba y Tencent; en 2024, Prosperity7 Ventures sumó 400 millones de dólares y elevó la valoración a 3.000 millones. “Zhipu AI se sitúa como el tercer actor del mercado de LLM en China” — International Data Group (2024)
Sobre rendimiento comparado, Zhipu AI difunde benchmarks en los que GLM supera a modelos de OpenAI en razonamiento y código. Ten prudencia: las referencias externas a “GPT‑5” no están verificadas públicamente, y nosotros hemos contrastado notas de lanzamiento y pruebas disponibles para evitar dar por hecho lo que no se ha publicado. Tómalos como orientación, no como veredicto final.
Empezar con Z.AI no tiene truco. Z.AI es gratis y no requiere registro, y el acceso es inmediato desde su servicio web. Así lo harías sin complicarte:
Vas a poder combinar texto, imágenes y código en la misma conversación, y encadenar tareas con agentes y pasos secuenciados. El modo gratuito de Z.AI mantiene límites diarios generosos frente a muchos rivales, y no te pide tarjeta ni clave API. Si desarrollas, la API de pago abre más solicitudes, integración y control de despliegues.
La comparación con ChatGPT se entiende rápido: Z.AI no es “un clon”, porque su base es GLM y no depende de la infraestructura de OpenAI. Tampoco usa cuentas de pago para desbloquear funciones clave.
A cambio, puede haber variaciones por región en latencia o disponibilidad de modelos, y parte de su ventaja está en ese ecosistema propio compatible con hardware chino. Si lo comparamos con la app móvil, Z.AI funciona bien como cliente en línea y como versión de escritorio.

Mientras pruebas Z.AI, quizá estés leyendo esta guía en softzone.es. Aquí hay un punto práctico: la navegación en este servicio web usa publicidad personalizada y cookies con tu consentimiento. La publicidad y el contenido pueden personalizarse con perfiles basados en tu actividad, y para ello el sitio o sus socios leen o guardan identificadores en tu dispositivo, como cookies, id. de sesión o datos del móvil. La mayoría de finalidades necesitan ese acceso al almacenamiento local.
Cuando entras por primera vez, un medio puede guardar una cookie para reconocerte después. Desde ahí, tu actividad ayuda a crear un perfil con intereses y aspectos personales, que se usa para publicidad y recomendaciones, incluso en futuras sesiones.
También es posible personalizar con información limitada como la app o web en uso, tu ubicación aproximada y tu tipo de dispositivo, por ejemplo para limitar la repetición de un mismo anuncio.
Ese perfil sirve para campañas concretas. Un fabricante de coches podría mostrar vehículos eléctricos a usuarios urbanos interesados en medioambiente, en webs afines y fuera del horario laboral. Una marca de acuarelas segmenta para evitar ubicaciones no relacionadas y limitar cuántas veces repites el mismo anuncio.
Los informes comerciales pueden combinar perfiles, estadísticas y estudios de mercado para encontrar patrones de audiencia. Una librería online ve qué porcentaje compra o solo consulta, segmentando por edad y género gracias a datos personales y de navegación. Un anunciante contrasta con institutos de investigación y descubre que su audiencia usa sobre todo el móvil y se concentra en un rango de edad concreto. Con todo, hay un propósito distinto: mejorar productos y crear nuevos según tendencias y tipo de interacción, sin desarrollar ni ampliar perfiles o identificadores.
También hay usos bajo aceptación explícita. Si tú lo autorizas, se emplea localización precisa (menos de 500 metros) para mejorar servicios según estas finalidades. Del mismo modo, y siempre bajo consentimiento, se usan características exclusivas del dispositivo, como fuentes, complementos o resolución de pantalla, para distinguirlo y apoyar el tratamiento de datos.
Y si no quieres publicidad ni cookies de seguimiento, existe una alternativa: suscripción de 1,67 euros al mes para navegar sin publicidad ni cookies.
En conjunto, Z.AI te ofrece una alternativa sólida y muy abierta para tareas de estudio, programación y análisis de documentos largos. La gratuidad y el acceso instantáneo bajan la barrera de entrada, y el enfoque open source permite correr GLM en tu propio hardware. Mide expectativas con los benchmarks y recuerda cómo funcionan la personalización y las cookies cuando lees sobre tecnología. Con ese mapa, vas a poder sacarle todo el partido a Z.AI con control y sin sorpresas.

Directora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.