El estudio surcoreano Krafton, creador de PUBG, ha dado un giro que va más allá de los videojuegos: prioriza la IA generativa y pide a quien no quiera usarla que se vaya. Según ha comunicado a su plantilla en Corea del Sur, Krafton quiere convertirse en una compañía centrada en IA generativa y alinear todos sus equipos con esa meta desde ahora. La dirección reconoce que habrá fricción, y por eso abre un plan de salida voluntaria para quienes no compartan la estrategia.

El movimiento llega tras un año de resultados fuertes: la firma reporta beneficios que han llegado a 680 millones de dólares en su último periodo informado. Si lo comparamos con la app móvil de cualquier estudio, esto no es una moda pasajera, es una apuesta de negocio. Falta saber cuánto del pipeline real de juegos se moverá con esta tecnología y en qué plazos.
En paralelo, PUBG sigue empujando la marca. El battle royale se mantiene en el Top 5 de Steam desde hace años, con un pico histórico de 3,26 millones de jugadores simultáneos, y hoy ronda más de 600.000 jugadores simultáneos de manera estable. Ese suelo de audiencia sostiene a Krafton y explica por qué puede arriesgar con IA sin dejar de mimar su título estrella.
¿Por qué te afecta? Porque si juegas a PUBG, vas a poder notar cambios en la velocidad de actualización de mapas, skins y modos, y hasta en herramientas anti-trampas que aprendan más rápido. Hay una trampa: el sector valora la creatividad humana, y el uso extensivo de IA puede diluir estilos artísticos o voces de diseño que hacen único a un juego.
Si eres jugador, vas a poder esperar iteraciones más cortas en contenidos y mejor soporte en sistemas vivos. Vigila señales: si el ritmo de parches sube, si aparecen herramientas de moderación más finas o si cambia el estilo visual de cosméticos. Si ves anuncios de prototipos en otras áreas (medios, servicios web, apps creativas), Krafton explora vías de negocio alejadas del juego.

Si trabajas allí o sigues el mercado laboral, el programa de renuncia voluntaria trae un punto sensible: indemnizaciones de 6 a 30 meses de salario en función de la antigüedad. La escala es así: hasta 1 año, 6 meses; entre 1 y 2 años, 12 meses; de 2 a 5 años, 18 meses; de 5 a 8 años, 24 meses; de 8 a 11 años, 30 meses. Es generosa en los tramos altos y busca salidas sin conflicto.
El objetivo declarado es reducir plantilla no alineada con IA y cubrir esas vacantes con perfiles que “abracen” la nueva estrategia. Para ti, eso significa que los equipos de arte, QA y diseño podrían remezclarse. Si ves muchas ofertas con palabras clave de IA generativa y MLOps, el reemplazo ya está en marcha.
Hay tres escenarios razonables. Mejor: la IA acelera producción y PUBG gana estabilidad, con menos crunch y más pruebas automáticas. Central: convivencia de herramientas de IA con supervisión humana, donde se mantenga la dirección creativa y se recorten costes repetitivos. Peor: fuga de talento y productos más fríos, con dependencia de modelos que no encajan con la comunidad.
En cualquier caso, Krafton no mueve ficha a ciegas. El colchón de PUBG, el Top 5 sostenido y el récord de 3,26 millones marcan un margen de maniobra que pocos estudios tienen. La resistencia interna existe, porque la identidad de un estudio no se reescribe en un trimestre y la IA generativa aún tiene límites legales y de calidad.
Krafton quiere liderar con IA generativa y no parpadear en el intento, incluso si eso supone perder parte de su equipo actual. Para ti, jugador o profesional, el equilibrio entre ritmo de entrega y calidad creativa será la clave. Si PUBG mantiene su base y la IA suma en lo invisible, el cambio saldrá a cuenta; si no, se notará rápido en la experiencia diaria.

Directora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.