La ONU quiere pasar de las grandes declaraciones a reglas claras sobre inteligencia artificial, y eso te afecta más de lo que parece. El mes pasado, en Nueva York, la organización cerró los planes para un panel de expertos y un diálogo global que aspiran a fijar el terreno de juego.
Para ello, ha creado el Panel Científico Independiente sobre IA, con 40 especialistas de distintos países y mandatos de tres años, para trabajar en estándares científicos, técnicos y políticos. El objetivo declarado es impulsar una IA segura, protegida y confiable, atendiendo riesgos reales y sus impactos en la vida diaria.
En paralelo, la resolución lanza el Diálogo Global sobre Gobernanza de la IA. Reúne gobiernos, empresas y expertos para compartir buenas prácticas y coordinar cooperación internacional con debates abiertos y transparentes. La primera meta es obvia y urgente: asegurar una inteligencia artificial segura, protegida y confiable que puedas usar sin miedo a fallos o abusos.
António Guterres, secretario general, busca que la ONU sea el foro donde se pacten políticas y estándares. También quiere consenso en temas espinosos: consumo energético de los modelos, impacto en el empleo, y cómo prevenir usos maliciosos o represivos. Queda por ver si los grandes actores se comprometen de verdad.
Desde otro ángulo, James Lewis (Center for European Policy Analysis) cree que el impacto será limitado, pero señala algo incómodo: la industria de la IA “no sabe medir bien el riesgo”. Su receta es meter a legisladores con “piel en el juego” y un liderazgo fuerte.
Cita el modelo del Cyberspace Solarium estadounidense, donde el 75 % de las recomendaciones acabaron en ley. Ve otro obstáculo: los países con más inversión en IA podrían ignorar consejos de quienes van a menor ritmo, “como pasajeros diciéndote cómo conducir el autobús”.
Tiffany Saade, asesora de políticas de IA para el gobierno de Líbano que participó en las reuniones en Nueva York, celebra la entrada de voces no tradicionales. Para ella, la confianza fue el tema dominante y pide algo concreto: incentivos reales para que países y empresas adopten las buenas ideas, sin frenar la innovación. Eso será vital para consolidar una IA segura, protegida y confiable que funcione en contextos muy distintos.
Guterres resume el dilema con claridad: “La cuestión no es si la IA transformará el mundo, sino si gestionaremos juntos esa transformación”. Los documentos de la resolución adoptada el mes pasado y las intervenciones públicas de Pavova, Lewis y Saade sirven de base verificable para este análisis. En conjunto, dibujan un plan que complementa a la OCDE, el G7 y organizaciones regionales, y que busca un espacio estable de coordinación.
Para ti, lo tangible llegará en tres frentes: vas a poder ver estándares técnicos de seguridad, métricas sobre impacto energético y laboral, y guías contra el uso malicioso. El resultado dependerá de la silla que ocupe cada actor. Lewis insiste en que tener una presidencia fuerte en los nuevos órganos marcará la utilidad del producto final para una inteligencia artificial segura, protegida y confiable.
El próximo escollo es el de siempre: ¿quién se mueve primero? Saade propone activar palancas que no bloqueen la carrera tecnológica. Sin prometer nada concreto, los posibles caminos suelen pasar por tres piezas prácticas:
¿Qué señales debes mirar? Primero, la publicación de los 40 nombres y quién preside el panel. Después, si Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea envían delegaciones con peso real. Por último, si aparecen borradores sobre energía, empleo y abuso en los próximos meses, tendrás indicios de que la brújula apunta a una inteligencia artificial segura, protegida y confiable con recorrido.
La ONU busca ser el lugar donde gobiernos, empresas y sociedad civil empujen juntos y conviertan principios en reglas aplicables. Sin incentivos y liderazgo, el impacto será corto. Si ves avances en estándares técnicos, confianza y cumplimiento gradual, sabrás que la promesa de una IA segura, protegida y confiable empieza a tomar forma real.
Directora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.