Estados Unidos, agosto: el debate sobre el impacto de la IA en el empleo vuelve a agitarse. Tres estudios recientes llegan a conclusiones distintas y afectan sobre todo a quienes buscan su primer contrato. Si acabas de salir de la universidad, lo notas antes que nadie. Falta un detalle para entender la paradoja entre jóvenes y veteranos, y ese detalle condiciona cómo entrar en el mercado laboral.
A principios de agosto, un informe citado por The Atlantic alertó de más paro entre los recién graduados. Apunta dos causas claras: una recuperación lenta tras la pandemia y la llegada de sistemas de inteligencia artificial que resuelven tareas típicas de los primeros trabajos. El dato preocupa porque el impacto de la IA en el empleo no parece homogéneo, y eso abre preguntas incómodas.
Poco después, el Economic Innovation Group publicó un análisis con otro ángulo: en los sectores teóricamente expuestos a la automatización, la IA apenas habría movido la aguja del desempleo. El efecto existe, pero sería pequeño por ahora. Si no te casas con un único gráfico, verás que las señales se mezclan y que la foto completa aún no está cerrada.
El tercer estudio, liderado por el economista Erik Brynjolfsson, introduce la pieza que faltaba. Mide un impacto de la IA en el empleo concentrado en jóvenes de 22 a 25 años, sobre todo en desarrollo de software y atención al cliente. En esos puestos, el empleo juvenil cae un 6%, mientras que para los trabajadores de más edad sube entre un 6% y un 9%. Aquí está la paradoja: menos junior, más senior.
¿Cómo es posible contratar menos a jóvenes mientras crece la contratación de mayores de 40 años? La explicación más plausible habla de dos efectos simultáneos. Por un lado, sustitución: la IA asume tareas básicas que antes hacían los recién graduados. Por otro, complementariedad: la IA potencia a quienes ya dominan el oficio. La mezcla varía según empresa y sector.
El ingeniero e investigador Bharat Chandar, colaborador del último estudio, lo resume con dos ideas sencillas. La IA rinde mejor en conocimientos de libro y, en periodos de ajuste, es más fácil congelar nuevas contrataciones que despedir.
También te puede interesar:¿Qué Habilidad Humana Recomiendan los Expertos para no Quedar Atrás Frente a la IA?Ese doble movimiento golpea justo donde duele a un junior. "La IA destaca en conocimientos que aprendes en libros o en la carrera, y a las empresas les resulta más fácil congelar nuevas contrataciones."
Si la IA sustituye tareas de entrada, aparece un riesgo de fondo: sin primer trabajo, no hay experiencia, y sin experiencia es más difícil beneficiarte de la propia IA en puestos avanzados. Se forma un círculo vicioso de formación que puede pasar factura en dos o tres años, cuando falten profesionales con tablas para liderar equipos y sistemas.
Analistas del mercado laboral ya plantean ese escenario. Si hoy reduces plazas junior y mañana exiges perfiles con tres años de experiencia más dominio de IA, estás estrechando el embudo. No todo es cierre de puertas. Puede que el “primer trabajo” cambie de forma y se desplace hacia tareas de supervisión, verificación y coordinación de modelos.
Ahí se abre una ventana interesante. Si sabes usar la IA como herramienta, vas a poder adquirir habilidades más rápido: escribir prompts con criterio, revisar salidas para alinearlas con objetivos de negocio, y documentar decisiones. La supervisión y corrección de la IA, unida a la resolución creativa de problemas, puede convertirse en la nueva pista de aterrizaje para perfiles junior.
También te puede interesar:OpenAI Presenta un Agente para Investigación ProfundaDirectora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.