Hace unos días, Pavan Davuluri, presidente de Windows en Microsoft, habló de un sistema más agéntico con foco en la IA. La reacción fue inmediata y muy negativa, y eso importa porque afecta a cómo vas a usar Windows en los próximos años.
El anuncio llegó en X y, tras sumar más de 450 respuestas, Davuluri cerró las réplicas al mensaje original. La presión siguió. Bajo ese contexto, publicó una nota más extensa, no como comunicado público, sino como respuesta a un hilo del desarrollador Gergely Orosz que criticaba la dirección actual de Windows respecto al desarrollo de software. Ahí empezó a aclarar puntos clave.
Davuluri dijo que reciben mucho feedback y que entienden las preocupaciones. Según explicó, los usuarios piden fiabilidad, mejor rendimiento y una experiencia clara, mientras los avanzados reclaman herramientas a la altura. Los desarrolladores, uno de los grupos más críticos hoy, esperan un Windows que no les haga perder tiempo. Queda por saber hasta dónde llegaba su reconocimiento de los fallos.
La respuesta fue poco habitual en un perfil de ese nivel. Reconoció problemas que se repiten desde hace tiempo: diálogos inconsistentes, herramientas poco cuidadas y experiencias flojas para usuarios avanzados. La frase que marcó el mensaje fue explícita y sin rodeos: “Sabemos que tenemos que mejorar la experiencia”. Según Davuluri, el equipo discute estas carencias a menudo y está comprometido con arreglarlas.
Ese punto importa porque señala una grieta de confianza. Microsoft asume que debe recuperar a los profesionales que viven en Windows cada día, y lo hace mientras empuja fuerte la inteligencia artificial. Dejó claro que la apuesta por los “agentes” no significa descuidar lo esencial: estabilidad, coherencia visual y rendimiento. La hoja de ruta sugiere priorizar calidad antes de abrir nuevas etapas.
El desgaste no nace hoy. Desde la llegada de Windows 10 en 2015, con un modelo de actualizaciones continuas tipo “rolling release”, se han acortado los tiempos de prueba y han crecido los errores mensuales. Windows Central recordó que ese ritmo, con novedades cada mes, facilita que la plataforma acumule fallos respecto a épocas con ciclos más largos.
Cuando se habla de un Windows más “agéntico”, se piensa en funciones que actúan por ti, integradas en el sistema. Suena práctico, y vas a poder ahorrar pasos, pero si el núcleo no es fiable, la promesa se cae.
Davuluri insistió en que la mejora de la plataforma es especialmente importante para los desarrolladores, que piden menos fricción en tareas básicas y más cuidado en herramientas clave del día a día.

Si usas Windows en el trabajo, te interesa vigilar tres señales: que disminuyan las regresiones tras el “Patch Tuesday” mensual, que los diálogos del sistema se unifiquen sin romper flujos y que herramientas para usuarios avanzados —como Terminal, PowerToys y el Explorador— reciban mejoras visibles y estables. Si ves estos cambios encadenados durante varios meses, la confianza va a volver poco a poco.
Por ahora, el mensaje es sobrio: Microsoft sabe que tiene que arreglar la base de Windows antes de ir a más con la IA. No hay plazos oficiales, pero el próximo ciclo de actualizaciones mensuales y las builds del canal Insider marcarán el ritmo. Si la compañía alinea estabilidad, rendimiento y funciones avanzadas, vas a poder notar el cambio donde más duele hoy: en el día a día.

Directora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.