El debate ya no es si la inteligencia artificial llega a tu trabajo, sino cuándo y cómo te afectará. La inquietud es real y crece estos meses en oficinas y talleres. Muchos trabajadores temen ser sustituidos por inteligencia artificial, mientras voces como Jensen Huang, de NVIDIA, recuerdan que también aparecen nuevos roles. La duda que te ronda es qué tareas van antes y cuánto tardará en notarse.

El patrón ya se ve en empresas y servicios web: los trabajos repetitivos y rutinarios van primero. Si tu tarea se basa en secuencias fijas con ordenador, la inteligencia artificial puede ejecutarla más rápido y con menos errores. Contabilidad, aseguradoras y la generación automática de textos o imágenes están entre los más presionados por los grandes modelos de lenguaje.
La trayectoria probable sigue tres pasos claros: primero te aumenta, luego te supera y, con tiempo, te desplaza. Hoy el sanitario parece más protegido, y lo mismo ciertos trabajos manuales o creativos. Hay consenso en que la inteligencia artificial acabará siendo autosuficiente, y la pregunta no es “si”, sino “cuándo”.
Altman pone el foco en un obstáculo que te afecta cada día: la confianza. “Un médico de IA puede ser mejor, pero preferimos a un médico humano. La gente confía más en personas que en máquinas, incluso si es irracional.” Ese sesgo ralentiza la integración de la inteligencia artificial en medicina y en decisiones críticas, aunque él cree que durará poco.
En paralelo, defiende que pronto verás grandes empresas dirigidas por muy pocas personas y sistemas de inteligencia artificial. Dos o tres fundadores apoyados por modelos avanzados podrían manejar operaciones que hoy requieren cientos de empleados. Es un escenario que, según Altman, resulta positivo para la productividad y el coste.
Mo Gawdat, exingeniero de Google, matiza el calendario. Plantea que los oficios manuales y creativos resisten a corto plazo, y habla de una era de la inteligencia aumentada antes del dominio de las máquinas. Su horizonte temporal es concreto: próximos 5–10 años, lo que sitúa el punto de inflexión entre 2030 y 2035 si tomamos 2025 como referencia.
También te puede interesar:Los nuevos modelos de OpenAI podrían costar hasta $2000En lo creativo, la tensión es distinta. Altman cree que pronto un sistema de inteligencia artificial escribirá poemas tan buenos como un gran autor, en términos técnicos. Aun así, la emoción humana sigue pesando más que la técnica. La gente valora que haya una persona detrás, y eso sostiene la preferencia por obras de humanos como Neruda o Banksy.
Su ejemplo favorito es el ajedrez. A los profesionales no les inquieta que la IA juegue mejor, porque lo que disfrutan es competir contra otros humanos. Ver partidas entre IAs interesa menos. Con el arte pasaría algo parecido: aunque el resultado sea impecable, el público busca la historia y el vínculo con quien lo crea.
Si tu día a día se apoya en plantillas, reglas fijas y validación objetiva, la inteligencia artificial te empuja antes. Esto impacta a contables, analistas de seguros y creadores que producen contenido a escala. Gawdat sugiere un colchón de 5–10 años para oficios manuales y artísticos, pero la automatización llegará en oleadas.
Las posiciones con trato directo, criterio situacional y responsabilidad legal resisten algo más, pero no son inmunes. En sanidad, por ejemplo, la adopción será gradual porque los pacientes prefieren trato humano, aunque la inteligencia artificial ya empieza a apoyar diagnósticos y priorización de casos.
Todo apunta a un camino progresivo: al principio la inteligencia artificial te ahorra tiempo, luego iguala tu rendimiento, y más tarde asume la función. La preferencia humana por humanos seguirá marcando el ritmo en sanidad, justicia y educación durante un tiempo. El siguiente hito será ver departamentos operando con equipos mínimos y modelos en producción continua.
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Directora de operaciones en GptZone. IT, especializada en inteligencia artificial. Me apasiona el desarrollo de soluciones tecnológicas y disfruto compartiendo mi conocimiento a través de contenido educativo. Desde GptZone, mi enfoque está en ayudar a empresas y profesionales a integrar la IA en sus procesos de forma accesible y práctica, siempre buscando simplificar lo complejo para que cualquiera pueda aprovechar el potencial de la tecnología.