La automatización vuelve a agitar el debate central de 2025: el impacto de la IA en el empleo. Dario Amodei, director ejecutivo de Anthropic, apunta a una tijera directa en oficinas. Sam Altman, al frente de OpenAI, matiza un horizonte más optimista. El tema es quién y cómo gestiona la transición.
Amodei advierte que, con modelos de lenguaje avanzados y otras aplicaciones, se podrían borrar la mitad de los empleos administrativos en 5 años. Hablamos de asistencia, gestión de datos y procesamiento de información, justo el engranaje que sostiene muchas empresas. Su aviso también va hacia un sistema educativo y unas políticas públicas que llegan tarde.
Altman por su parte, no niega el viento en contra. Reconoce que la IA hará desaparecer ciertos puestos, y evita promesas cerradas porque el mercado cambia a velocidad de vértigo. Su foco está en la persona que no quiere reciclarse. Para Altman, los jóvenes parten con ventaja por flexibilidad, formación rápida y ganas de explorar sectores emergentes, y ahí coloca su esperanza hacia 2035.
El impacto de la IA en el empleo parece asimétrico: los puestos de oficina de nivel inicial son vulnerables por tareas repetitivas, y las carreras largas en un mismo sector pueden chocar con el cambio.
Altman sugiere que llegarán trabajos nuevos, mejor pagados y hoy difíciles de imaginar. Falta ver si la rampa de acceso existe y si llega a tiempo.
La verificación de estas posiciones es sencilla y reciente. Las afirmaciones provienen de intervenciones públicas de ambos directivos en entrevistas y foros, contrastadas por esta redacción con sus declaraciones más citadas entre 2023 y 2025.
También te puede interesar:¿Usas ChatGPT Como Confidente? La Psicóloga Alejandra Enríquez Explica Por Qué Es un Error Grave"Mi mayor inquietud no son los jóvenes, sino el trabajador de 62 años que no quiere reciclarse para la nueva era." La cifra de Amodei, ese 50 %, establece una referencia concreta antes de 2030.
Si la proyección se acerca a la realidad, el impacto de la IA en el empleo de oficina se notará primero en la puerta de entrada. Menos vacante junior significa menos “escuela” en la empresa y carreras más cortas para aprender haciendo. Las compañías ganarían velocidad operativa, pero asumirían otra tarea: rediseñar la escalera profesional para no romper el relevo generacional.
Para el tejido productivo, las consecuencias se reparten en tres frentes y conviene mirarlos juntos, sin alarmas vacías ni triunfalismos rápidos:
No ve a la industria tecnológica ni a los gobiernos actuando con la urgencia adecuada. El impacto de la IA en el empleo puede acelerarse si las herramientas se integran de forma masiva en suites ofimáticas y CRMs, justo donde viven esos procesos administrativos. Hay margen si educación y empresa mueven ficha coordinada.
En su escenario, la década que llega crea ocupaciones nuevas con buen salario y más creatividad, especialmente para quienes hoy empiezan. El impacto de la IA en el empleo no sería un juego de suma cero, sino una migración de tareas rutinarias hacia funciones de supervisión, diseño de procesos y calidad, y hacia sectores aún por nombrar. Ahí surge la pregunta que dejamos pendiente: quién asume el coste de esa reconversión.
Si ves presupuestos públicos específicos para recualificación, acuerdos sectoriales con microcredenciales y nuevas categorías laborales en convenios, prepárate para una transición ordenada. Si, por el contrario, detectas recortes silenciosos en administrativos junior y menos ofertas de prácticas, el impacto de la IA en el empleo puede traducirse en cuello de botella de talento.
También te puede interesar:El CEO de Klarna usa un avatar de IA para presentar resultados financierosEscenarios posibles a corto plazo. Mejor caso: adopción gradual de IA, reciclaje financiado y creación neta en áreas nuevas; verás convocatorias formativas masivas en 6–12 meses. Central: automatización notable y presión en entrada, con recolocaciones parciales. Peor caso: ajuste rápido en oficinas sin red de seguridad, con picos de paro localizados y salarios tensos en tareas intermedias.
Cada gran lanzamiento de modelos y asistentes corporativos suele traer integraciones en herramientas que ya usas. Dos ciclos de producto más, y el impacto de la IA en el empleo se medirá en procesos completos y no solo en tareas sueltas. La respuesta política y educativa decidirá si esa curva se convierte en oportunidad o en barrera.
Queda claro que la automatización no pega igual en todos. Amodei aprieta con un 50 % que acelera decisiones y Altman pide mirar a quienes más difícil lo tienen hoy. Si te mueves con formación breve, evaluaciones prácticas y seguimiento de señales, vas a poder navegar el impacto de la IA en el empleo con menos sobresaltos. El próximo curso político y los planes de recualificación serán el termómetro que marque el ritmo de 2025–2026.
Me dedico al SEO y la monetización con proyectos propios desde 2019. Un friki de las nuevas tecnologías desde que tengo uso de razón.
Estoy loco por la Inteligencia Artificial y la automatización.