Imagina un centro de cálculo escondido bajo el mar, frío por naturaleza y conectado a tierra por un hilo de fibra óptica. Ese es el planteamiento que Google quiere aplicar en el océano Índico, muy cerca de la Isla de Navidad.
La idea enlaza con un acuerdo en la nube firmado con el Departamento de Defensa de Australia, cuyos detalles siguen bajo discreción. Ya se mueven piezas en la isla para asegurar terreno junto al aeropuerto y energía estable, al tiempo que se prepara un cable submarino hacia Darwin. Vamos a ver qué significa todo esto para ti, para la región y para la tecnología que usas cada día.
El centro de datos submarino de Google será una instalación de cómputo de alta densidad enfocada en inteligencia artificial, sumergida en el océano para aprovechar la refrigeración natural. Estará situado en el Índico, a unos 350 kilómetros al sur de Indonesia, junto a una pequeña comunidad de 1.600 habitantes que vive en la Isla de Navidad. Con este diseño vas a poder entender por qué el mar es un aliado claro para ahorrar en energía y agua.

Este proyecto llega tras un acuerdo en la nube con la Defensa australiana, del que se conocen pocos datos públicos. El plan avanza con negociaciones para alquilar suelo cerca del aeropuerto de la isla y con la búsqueda de suministro energético a través de una empresa minera local. El centro de datos submarino de Google se integra así en una estrategia más amplia de conectividad y seguridad nacional.
¿Por qué allí y no en otro lugar? Analistas y documentos técnicos apuntan a que la Isla de Navidad ofrece un valor estratégico alto para vigilancia y control marítimo. Según Byran Clark, experto en estrategia naval, un nodo de comando y control habilitado por IA en esa posición podría coordinar vehículos no tripulados, misiones de vigilancia y operaciones en entornos oceánicos complejos. El centro de datos submarino de Google se concibe, por tanto, como pieza tecnológica y geopolítica.
El plan incluye tender un cable submarino que conectará la Isla de Navidad con Darwin, en el norte de Australia. Con esta línea vas a poder mover más datos a mayor velocidad y, lo importante, sin depender solo de enlaces por satélite. Ese enlace será la arteria principal del centro de datos submarino de Google hacia la red continental.
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Con todo, la motivación no es solo el rendimiento. Las comunicaciones por satélite son útiles, pero son susceptibles a interferencias y congestión. Seguirán actuando como respaldo. Los cables submarinos ofrecen mucho más ancho de banda y estabilidad, lo que permite entrenar modelos de IA, mover telemetría de drones y servir servicios en tiempo casi real desde el centro de datos submarino de Google.
Sumergir servidores bajo el mar permite refrigerar de forma eficiente y constante, lo que recorta gasto eléctrico y evita consumir agua potable. En un entorno de IA, donde las GPU generan mucho calor, el océano funciona como un disipador enorme. Gracias a ello, el centro de datos submarino de Google puede operar con menos energía dedicada a frío y con menos huella hídrica.
El proyecto no aspira a ser completamente “verde” desde el primer día. A diferencia de China, que impulsa centros de datos sumergidos con energía eólica marina, aquí el suministro apuntaría a fuentes locales gestionadas por una minera. Aunque no sea tan limpio, sí reduce el consumo eléctrico y de agua vinculado a la refrigeración, un punto crítico en cualquier centro de datos submarino de Google.
China avanza con centros de datos en el mar que se alimentan de su gran parque eólico marítimo, con una cadena energética más limpia desde el origen. En la Isla de Navidad, la prioridad inmediata es asegurar la estabilidad de servicio, incluso si la energía no es 100 % renovable. El centro de datos submarino de Google gana eficiencia por su refrigeración oceánica casi gratuita.
¿Cómo cambia la vida en una comunidad pequeña? El acuerdo con la Defensa de Australia promete mejoras de infraestructura, la creación de empleo y la revitalización de negocios locales. Para una isla con 1.600 personas, estas oportunidades pueden significar talleres llenos, nuevos proveedores y más vuelos en el aeropuerto cercano al centro de datos submarino de Google.
Existen inquietudes razonables. Parte de los vecinos teme el impacto en el turismo y las implicaciones de albergar un centro de IA con orientación a la defensa. La transparencia sobre el tráfico, los accesos y las medidas ambientales será clave para que el centro de datos submarino de Google conviva bien con la economía local y su entorno natural.
También te puede interesar:OpenAI quiere desafiar a Google lanzando su propio navegador y tecnología NLWebGoogle mantiene conversaciones avanzadas para alquilar un terreno colindante al aeropuerto, una ubicación práctica para logística y mantenimiento. En paralelo, avanza un acuerdo para asegurar el suministro eléctrico con una empresa minera de la isla, que podría proveer capacidad estable. Así, el centro de datos submarino de Google reduciría riesgos operativos desde el inicio.
La refrigeración natural del mar no es la única vía extrema. Starcloud, junto con Rendezvous y NVIDIA, ha anunciado planes para poner en órbita los primeros centros de datos para la aceleración de IA. Allí, el frío exterior, con temperaturas por debajo de -200ºC, permitiría disipar calor sin consumo eléctrico, un salto interesante frente al modelo del centro de datos submarino de Google.

En el espacio, la energía sería totalmente limpia gracias a un sistema de paneles solares interconectados que, unidos, formarían un panel de 16 km². Lanzar y mantener hardware en órbita implica desafíos enormes de coste, reparación y seguridad. Mientras esa visión madura, el centro de datos submarino de Google ofrece una solución disponible y extremadamente eficiente en refrigeración.
| Ubicación | Energía | Refrigeración | Notas clave |
|---|---|---|---|
| Submarino (Isla de Navidad) | Suministro local (no 100 % limpio) | Océano, ahorro de electricidad y agua | Cable submarino a Darwin, uso defensa |
| China (sumergido) | Eólica marina | Océano, muy eficiente | Modelo más limpio desde el origen |
| Espacio (Starcloud) | Solar, panel de 16 km² | Ambiente < -200ºC, sin electricidad | Complejidad y costes muy altos |
Muchos detalles del calendario y de la arquitectura completa seguirán bajo reserva. Lo esperable es que el centro de datos submarino de Google vaya entrando en servicio por fases, priorizando conectividad, refrigeración y seguridad.
Con todo, quedará por ver cómo evoluciona el uso turístico de la isla y qué medidas de acceso aplica la operación. La coordinación con la comunidad será decisiva para que el centro de datos submarino de Google conviva con el entorno, potencie el empleo y mantenga el atractivo del destino.
Me dedico al SEO y la monetización con proyectos propios desde 2019. Un friki de las nuevas tecnologías desde que tengo uso de razón.
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