Si usas a diario ChatGPT, Gemini, Claude o Copilot, es bastante probable que les cuentes cosas que no dirías en voz alta a casi nadie. Preguntas sobre dinero, dudas de pareja, problemas en el trabajo o incluso temas médicos. El chat se siente privado, casi como un diario, y lo normal es que confíes en que esa información se queda entre tú y la IA.
Hay un punto ciego del que casi nadie habla: las extensiones del navegador que se cuelan en medio de esa conversación. Aunque tú te esfuerces en cuidar tu privacidad dentro del propio chatbot, si tienes instalada alguna extensión “de seguridad” o “VPN”, puede que tus chats estén viajando a servidores de terceros sin que te enteres. El caso de Urban VPN Proxy es el ejemplo perfecto de por qué conviene revisar muy bien qué tienes instalado en tu navegador.
La clave del problema es sencilla: tú crees que estás hablando en privado con un chatbot de IA, pero otra pieza de software, en este caso la extensión Urban VPN Proxy, está mirando por encima de tu hombro. Según el análisis de la empresa de ciberseguridad Koi, esta extensión puede leer tus mensajes y las respuestas de la IA, y enviarlos fuera del navegador sin que tengas que hacer nada.

Si lo piensas un momento, las conversaciones con chatbots de inteligencia artificial no son como una búsqueda rápida en Google. Suelen incluir preguntas íntimas, números, datos de tu empresa o ideas de proyectos que aún no has contado a nadie.
Eso convierte cada chat en un paquete de información muy sensible, y justo ese tipo de contenido es el que termina siendo capturado cuando usas Urban VPN con servicios como ChatGPT, Claude, Gemini o Copilot.
Puede que te preguntes cómo logra una extensión como Urban VPN llegar a leer todo lo que escribes en un chatbot. No hace falta que el servicio tenga una brecha de seguridad. Lo que explota son los permisos amplios que tú mismo aceptas al instalar la extensión, y su posición privilegiada dentro del navegador Chrome o Edge.
El proceso, según detalla Koi, sigue una secuencia clara. Primero, Urban VPN Proxy vigila las pestañas activas. Cuando detecta que entras en una web de inteligencia artificial, como ChatGPT, Gemini, Claude o Microsoft Copilot, inyecta código directamente en la página. Esa inyección no se ve, pero ocurre en segundo plano cada vez que visitas estos servicios.
A partir de ese momento, el código inyectado se coloca en medio del tráfico entre tu navegador y el servidor del chatbot. Intercepta las peticiones que envías y las respuestas que recibes antes de que se muestren en pantalla. Así obtiene una copia limpia de todo el contenido sin depender de trucos raros ni de vulnerabilidades del propio chatbot.
Gracias a este sistema, la extensión accede al contenido completo de la conversación en tiempo real: tus preguntas, las respuestas de la IA, el contexto del chat y los datos técnicos que permiten reconstruirlo luego. Para ti, la página funciona con normalidad, pero en paralelo se está generando un registro detallado que sale de tu navegador hacia los servidores de la empresa que opera Urban VPN.
Lo más preocupante es que Urban VPN no se queda con un mensaje suelto ni con frases aisladas. Según el informe de Koi, la extensión recoge conversaciones enteras con su contexto, desde el primer mensaje hasta el último, y lo hace de forma sistemática cada vez que chateas con una IA.

En esa captura se incluyen tus entradas, las salidas de la IA, los identificadores de cada chat y datos temporales como fechas y horas. Esos metadatos permiten ordenar las conversaciones y relacionarlas entre sí, incluso cuando tú has abierto distintos chats a lo largo de varios días o semanas en ChatGPT, Gemini, Claude o Copilot.
Si alguien leyera solo un mensaje puntual, quizás no entendería nada. Cuando juntas meses de conversaciones, el panorama cambia. Al cruzar esos datos, se pueden inferir patrones de uso muy precisos: horarios de trabajo, temas que te preocupan, proyectos que estás preparando o decisiones económicas que barajas.
Este es el punto clave: el valor para terceros no está en una frase aislada, sino en la continuidad. Un historial completo de tus chats con IA cuenta una historia muy detallada sobre tu vida digital, tus hábitos y tus problemas. Por eso la combinación de Urban VPN y chatbots de IA genera un nivel de exposición especialmente delicado para tu privacidad.
Para hacer todo esto más aceptable de cara al usuario, Urban VPN agrupa la parte relacionada con inteligencia artificial bajo una etiqueta amistosa: “AI protection”. En la descripción de la extensión, esta función se presenta como una ayuda extra para cuidar tu seguridad cuando chateas con una IA.
Según el texto promocional, esa “AI protection” sirve para avisarte cuando introduces datos personales en un chatbot o cuando la respuesta incluye enlaces que podrían ser peligrosos. La idea suena razonable: una especie de “ping” que te recuerda que igual estás contando demasiado o que te avisa de webs dudosas. El problema aparece cuando miras el código con calma.
Los investigadores de Koi han comprobado que la capa de avisos y la capa de captura de datos van cada una por su lado. Tú puedes entrar en la configuración de la extensión, quitar las alertas de AI protection y seguirás viendo que las notificaciones desaparecen. Aun así, las conversaciones continúan recolectándose en segundo plano.
En otras palabras, desactivar los avisos no impide que Urban VPN siga interceptando entradas y salidas en ChatGPT, Gemini, Claude o Copilot. No hay un interruptor accesible que te permita apagar solo la recolección de chats. Los expertos de Koi son claros en este punto: no hay solución intermedia. Mientras la extensión esté instalada en el navegador, el mecanismo de captura permanece activo.
Otra parte importante de la historia es cuándo empezó todo esto. El análisis de Koi indica que las primeras versiones de Urban VPN Proxy no incluían la función de capturar conversaciones con IA. El comportamiento cambió de forma notable a partir de una actualización concreta.
El punto de inflexión llega el 9 de julio de 2025. Ese día se publica una nueva versión de la extensión que activa, por defecto, la recolección de conversaciones con plataformas de inteligencia artificial. A partir de ahí, cualquier usuario con Urban VPN instalado y con las actualizaciones automáticas activadas pasó a ejecutar el nuevo código de interceptación sin darse cuenta.
Lo más delicado es que los usuarios no tuvieron que aceptar de forma explícita esa nueva forma de tratar sus datos. Más allá de la típica actualización silenciosa de la extensión, no hubo un aviso claro que explicara que, a partir de ese momento, tus chats con ChatGPT o Gemini se iban a registrar de manera sistemática.
En el proceso de consentimiento, la referencia al tratamiento de datos de IA es muy genérica y no refleja el alcance real: conversaciones completas, identificadores y metadatos temporales. La política de privacidad menciona la recogida de entradas y salidas de chatbots, pero lo hace escondida en documentos largos y técnicos que casi nadie lee con detalle.
Un malentendido frecuente es pensar que si tienes la VPN apagada, no pasa nada. En el caso de Urban VPN Proxy no es así. El código encargado de la interceptación de conversaciones sigue funcionando aunque el servicio VPN esté desactivado, siempre que la extensión esté instalada en tu navegador.
Eso significa que aunque tú solo uses Urban VPN de vez en cuando, tus chats con IA pueden estar registrándose todos los días. No hay ningún control accesible que te deje apagar solo la parte de recolección. Para cortar de verdad el flujo de datos desde ChatGPT, Claude, Gemini o Copilot hacia los servidores de la empresa, la única opción efectiva es desinstalar por completo la extensión.
Al seguir la pista del código, Koi descubrió que el problema no se limita a Urban VPN Proxy. La misma lógica de captura de conversaciones se encuentra en otras extensiones del mismo editor, publicadas con etiquetas como VPN, bloqueador de anuncios o herramienta de seguridad de navegador.
En el ecosistema de Chrome, las extensiones señaladas por el informe son: Urban VPN Proxy, 1ClickVPN Prox, Urban Browser Guard y Urban Ad Blocker. En el entorno de Edge se repite el patrón con: Urban VPN Proxy, 1ClickVPN Proxy, Urban Browser Guard y Urban Ad Blocker. Todas comparten un mecanismo similar para leer y enviar fuera del navegador conversaciones con chatbots de IA.
Si sumas todas estas extensiones, el alcance potencial es enorme. Koi calcula que, entre Chrome y Edge, las herramientas relacionadas con este editor superan los ocho millones de usuarios. Cada uno de ellos puede haber usado ChatGPT, Gemini, Claude o Copilot pensando que sus interacciones eran privadas, mientras en realidad se estaban enviando a servidores externos.
Para los investigadores, no se trata de un caso puntual mal diseñado, sino de un ecosistema de extensiones orientado a capturar datos de conversaciones con sistemas de inteligencia artificial. El cambio no es menor: se pasa de recolectar solo hábitos de navegación a recolectar el contenido completo de lo que escribes y lees en tus herramientas de IA favoritas.
Detrás de Urban VPN Proxy se encuentra Urban Cyber Security Inc., una empresa vinculada a BiScience. Según el informe de Koi, BiScience opera como un intermediario de datos, lo que se conoce como data broker, especializado en recopilar y comercializar información de navegación de los usuarios.
BiScience ya había sido investigada en el pasado por otros expertos en ciberseguridad debido a sus prácticas de recolección y venta de datos de navegación. El caso de Urban VPN se interpreta como una evolución de esas prácticas: ya no se limitan a saber qué webs visitas, sino que dan el salto a capturar el contenido completo de tus conversaciones con chatbots de IA.
Imagina lo que significa pasar de saber que visitas una web de banca a leer lo que escribes en un chat preguntando por tus deudas o por una herencia. Ese es el salto cualitativo que plantea este modelo. Koi alerta de que estas conversaciones pueden terminar destinadas a sistemas de analítica de marketing u otros usos comerciales, sin que tú tengas una imagen real de lo que ocurre con tus datos.
La mayoría de los usuarios instala Urban VPN Proxy pensando que aumenta su privacidad y les protege en internet. En la práctica, esa confianza se vuelve en su contra: la extensión abre un canal de saolida para algunas de las informaciones más íntimas que compartes en la red, justo cuando hablas con ChatGPT, Gemini, Claude o Copilot.
Otro detalle que ha generado bastante preocupación es el papel de la Chrome Web Store. Hasta la publicación del informe de Koi, Urban VPN Proxy aparecía como extensión “Destacada” en la tienda oficial de Google. Esto significa que lucía un sello de confianza visible junto a la ficha.

Google indica que las extensiones destacadas han pasado una revisión específica y están pensadas para orientar a los usuarios hacia productos de confianza. En la práctica, ese distintivo hace que muchos usuarios bajen la guardia y asuman que, si Chrome la recomienda, la extensión debe ser segura para su privacidad.
Que una extensión con un sistema de recolección de datos tan intrusivo haya obtenido el sello de “Destacada” cuestiona la eficacia real de estos procesos de revisión. La contradicción es evidente: por un lado se muestra como opción fiable, y por otro lado intercepta conversaciones enteras con IA sin un aviso claro y directo.
Todo esto pone en duda el grado de confianza que puedes depositar en los distintivos oficiales de las tiendas de extensiones. No significa que todas las extensiones destacadas sean peligrosas, pero sí que, cuando se trata de privacidad en chats con inteligencia artificial, conviene no fiarse solo del sello y revisar bien qué permisos estás aceptando.
Ante este escenario, los expertos de Koi son muy claros: si usas chatbots de IA con un navegador donde esté instalada alguna de estas extensiones, tienes que dar pasos firmes. No hay forma de desactivar selectivamente la captura de conversaciones manteniendolas instaladas, ni tocando solo la configuración de AI protection.
La recomendación principal es desinstalar inmediatamente Urban VPN Proxy y las demás extensiones implicadas, tanto en Chrome como en Edge. Quitar el icono de la barra o desactivar temporalmente la extensión no basta. Lo que realmente corta el acceso a tus conversaciones con IA es eliminarla del navegador.
El siguiente paso es revisar con calma cualquier otra extensión que tengas instalada y que se presente como VPN, bloqueador de anuncios o herramienta de seguridad. Si ofrece funciones similares y no tienes claro quién está detrás, mejor plantéate desinstalarla antes de seguir usando chatbots de IA con normalidad.
Koi recomienda asumir que cualquier interacción con ChatGPT, Gemini, Claude o Copilot realizada desde julio de 2025 con estas extensiones instaladas pudo haber quedado registrada. A partir de aquí, conviene cambiar algunos hábitos: evita compartir información personal, médica o profesional especialmente sensible en los chats, o al menos hazlo siendo muy consciente de que el espacio no es tan privado como parece.
Si confias a diario en ChatGPT, Gemini, Claude o Copilot para tomar decisiones o desahogarte, este caso de Urban VPN es una llamada de atención muy directa. Mientras uses extensiones que espían tus conversaciones, tu privacidad depende más de esos complementos que de la propia IA.
Revisar qué tienes instalado, desinstalar Urban VPN y extensiones similares y cuidar qué tipo de datos compartes en los chats es la forma más sensata de seguir aprovechando la inteligencia artificial sin regalar tu vida entera en cada conversación.
Me dedico al SEO y la monetización con proyectos propios desde 2019. Un friki de las nuevas tecnologías desde que tengo uso de razón.
Estoy loco por la Inteligencia Artificial y la automatización.