¿Te ha pasado que pides a una IA que te escriba código y cumple justo lo que dices, pero no lo que necesitas? La primera vez sorprende, y también revela una verdad incómoda: la IA para programar hace magia rápida, aunque a veces deja un rastro de caos que tú debes ordenar. Aquí vas a encontrar cómo sacar partido sin perder el control ni las buenas prácticas.
Vamos a ver qué es vibe-coding, cuándo te conviene usarlo y dónde te puede meter en líos. Verás ejemplos reales, pautas paso a paso y un enfoque práctico para que la programación asistida por IA te ahorre tiempo sin erosionar tus habilidades técnicas. Hay matices que conviene entender antes de lanzarte.
El vibe-coding describe una manera de crear software guiándote por intuición y resultados rápidos, apoyándote en modelos como ChatGPT. La idea es clara: tú pides funciones y la IA para programar entrega piezas que “parecen” correctas a gran velocidad. No todo es nuevo, porque se asienta en la tradición de herramientas no-code y asistentes de alto nivel.
Hoy, incluso con poca experiencia, es posible montar un prototipo funcional. Google ha lanzado una app llamada Opal orientada justo a eso. Con todo, por primera vez no delegas solo la carga de trabajo, sino también parte del proceso cognitivo de pensar el diseño. Esa comodidad tiene ventajas, y también riesgos claros para tu aprendizaje a medio plazo.
La primera vez que usas ChatGPT para codificar recuerda a The Monkey’s Paw: la IA concede la petición literal, pero el resultado trae efectos secundarios en otras partes del código. El vibe-coding impresiona por velocidad, aunque a menudo mezcla fragmentos irrelevantes y sobreingenieriza, y tú terminas deshaciendo capas de ruido para salvar lo útil.
La experiencia se parece a programar en pareja con un “interno brillante” que quiere agradar. Le pides un ajuste local y te reescribe media base de código. Cuando acotas bien el problema, la programación asistida por IA brilla. El mejor enfoque es actuar como editor: primero corriges estructura y luego pules línea a línea con rondas cortas de indicaciones.
También te puede interesar:Estudiar Hoy para Ganar Mañana: las 7 Carreras que la Inteligencia Artificial Disparará en 2030El vibe-coding es ideal para acelerar bloques acotados. Por ejemplo, paralelizar tareas que antes eran secuenciales y recortar tiempos de ejecución sin tocar toda la arquitectura. Aquí la IA rinde como una impresora 3D de alta precisión: perfecta para piezas pequeñas, pero mala idea para ensamblajes complejos sin un plano maestro.
Si lo comparas con la app móvil o la versión de escritorio de tu sistema, verás que los mejores resultados aparecen cuando defines una pieza con entrada y salida claras. En ese marco, la IA para programar entrega valor rápido y con menos sorpresas, y tú te centras en validar y encajar la pieza sin romper nada alrededor.
El vibe-coding comparte con el “shotgun debugging” un método basado en probar cosas por intuición y suerte, más que por razonamiento paso a paso. Ambos buscan que “funcione” cuanto antes, aunque la ruta sea irregular. El primero produce piezas completas gracias a la IA, mientras que el segundo dispara cambios pequeños esperando un acierto.
Cuando el proyecto crece, ese estilo trae de regalo deuda técnica y regresiones silenciosas. En entornos distribuidos, un ajuste de una línea puede romper un contrato entre servicios y provocar fallos en cadena. Con todo, puedes usar el vibe-coding como herramienta táctica si complementas con pruebas, revisión humana y límites estrictos de alcance.
Uno de los mayores “wow” llega al leer código ajeno. Pide a la IA un diagrama de flujo del proyecto y te devuelve una vista general que te ahorra horas de rastreo manual. A partir de ahí, podrás localizar rutas críticas, puntos frágiles y áreas de riesgo que revisar con lupa.
Con las APIs ocurre algo parecido. Solicita ejemplos mínimos y preguntas que no te atreves a lanzar en foros y obtendrás respuestas sin juicio. Para tareas rutinarias, la programación asistida por IA te quita fricción que antes resolvías a base de buscar en Stack Overflow, copiar, pegar y rezar un poco.
También te puede interesar:“Dos Hostias y el Móvil Fuera”: la Dura Advertencia de Jon Hernández Sobre la IA como PsicólogoPiensa en una gran base de código como en una ciudad. Hay infraestructuras viejas, zonas delicadas por edad y reglas de convivencia entre barrios. El vibe-coding te deja abrir una tienda efímera que vende bien durante unos días, pero otra cosa es integrarla con el transporte, el alcantarillado y la red eléctrica sin generar cortes.
Las mayores dificultades de la ingeniería de software no están en crear piezas sueltas, sino en lograr que cooperen sin sorpresas. El vibe-coding puede reducir la barrera entre perfiles técnicos y de negocio para pruebas de concepto. Crear software de calidad industrial requiere años de experiencia lidiando con integración, fallos y mantenimiento real.
Un nuevo edificio altera el tráfico de su entorno, y un pequeño cambio en un servicio puede saturar colas, tiempos de espera y cachés. Aquí el vibe-coding se queda corto sin contratos claros, telemetría y pruebas de integración. Vigila versiones, límites de tasa y compatibilidad de datos antes de dar por bueno un parche “rápido”.
Las alarmas sobre seguridad en vibe-coding a veces pintan un “bogeyman”. La IA también puede ayudarte a escribir código más seguro si la entrenas para ello. El incidente de la app Tea, que expuso datos personales, se atribuyó al vibe-coding de forma apresurada, y luego se demostró que no era la causa real.
Ese tipo de críticas revela un hábito: crear dicotomías y buscar culpables rápidos en incidentes técnicos. En la práctica, muchos fallos se evitan con auditar el código, revisar con listas de control y pasar analizadores automáticos que ya detectan vulnerabilidades comunes. Una IA más avanzada incluso te avisará de omisiones y propondrá cifrado y gestión de claves por defecto.
Riesgo habitual | Acción con IA |
---|---|
Inyección y entradas sin validar | Pide sanitización, esquemas y tests de entrada/salida con casos límite. |
Secretos en código | Solicita gestión de claves en variables de entorno y rotación automática. |
Datos sensibles sin cifrar | Exige cifrado en reposo y en tránsito, y justificación de algoritmos y modos. |
Dependencias vulnerables | Pide un informe de scanning, versiones fijas y alternativas seguras. |
Registro y telemetría | Incluye logging sin PII, trazas con IDs y filtros de nivel por entorno. |
Permisos sobredimensionados | Solicita principio de mínimo privilegio y caducidad de tokens. |
La programación asistida por IA hace más fácil empezar, pero complica convertirse en ingeniero integral. Practica ejercicios clásicos, como implementar algoritmos desde cero, para consolidar ideas que el vibe-coding puede tapar. Cuando notes que vas más lento con la IA, pausa, piensa tú y vuelve con una petición más concreta.
También te puede interesar:La Denuncia que Sacude a OpenAI: Padres Responsabilizan a ChatGPT del Suicidio de su HijoUn estudio reciente sugiere que a veces la asistencia retrasa, y la clave está en saber cuándo parar para recuperar el hilo propio. Existe el riesgo real de perder comprensión fundamental si delegas siempre. Mantén sesiones “sin IA” cada semana para retener reflejos y detectar errores que los asistentes podrían pasar por alto.
Muchos placeres del oficio han cambiado: contar batallas de depuración, presumir de dominar un lenguaje raro o gozar con una macro ingeniosa. David Heinemeier Hansson dice que la IA “drena” la competencia manual al escribir código. Ese sentimiento es real cuando el vibe-coding genera soluciones correctas sin que tú sudes cada línea.
El campo favorece a los “urbanistas” que piensan la arquitectura completa, frente a los “miniaturistas” del detalle minucioso. El gusto por la precisión sigue siendo valioso en auditorías, rendimiento y seguridad. Las anécdotas de gente como Brian Kernighan recuerdan que hay una estética en resolver con claridad y economía de ideas.
James Somers habla de una posible “despedida” de la programación como oficio creativo. El progreso hacia la abstracción repite ciclos: del ensamblador a lenguajes de alto nivel, y ahora a la IA para programar. Lo que ayer parecía pérdida de control, hoy es normalidad. Se siente una pérdida auténtica, incluso si surgen habilidades nuevas a cambio.
Tal vez la escritura manual pase a verse como una práctica heroica pero anticuada, mantenida por unos pocos románticos. Tú puedes moverte entre mundos: emplea vibe-coding para velocidad, y reserva espacios de trabajo artesanal para no desaprender. Esa combinación te da criterio, te entrena el ojo y te mantiene en forma para los problemas difíciles.
No está claro si la IA firmará el final de la profesión, aunque sí parece que aumentará la productividad media. La Paradoja de Jevons sugiere que ese ahorro trae más demanda, más cambios y más software por construir. El vibe-coding baja la barrera entre perfiles, pero la responsabilidad de integración y calidad sigue creciendo.
También te puede interesar:OpenAI presenta Codex en ChatGPT: avances en programación con Inteligencia ArtificialDe ese modo, puedes entregar prototipos rápidos y validar ideas con negocio, y luego pasar a arquitectura sólida cuando el producto lo exija. Ese flujo híbrido, bien llevado, convierte la programación asistida por IA en una ventaja competitiva sin sacrificar seguridad ni mantenibilidad. Define reglas del juego y todo suma.
Detecta señales: muchas refactorizaciones grandes cuando pedías un cambio local, tiempos que empeoran pese a promesas o dependencias que se disparan sin motivo. En esos momentos, corta el vibe-coding y vuelve al papel: entiende el flujo, decide el diseño y luego pide a la IA piezas concretas, como si fuesen módulos intercambiables.
Aplica una rutina editorial: primero estructura, después detalle y, por último, pruebas y seguridad. La IA para programar es una herramienta potente, no un piloto automático. Cuando tú marcas el ritmo, los resultados mejoran, y el aprendizaje se queda contigo en vez de diluirse entre respuestas correctas pero poco reflexionadas.
Si trabajas con vibe-coding con cabeza, serás capaz de acelerar tareas pequeñas, entender bases de código complejas y mejorar la seguridad con listas de control y auditorías. Crear software de calidad industrial exige criterio, pruebas sólidas e integración cuidada. La programación asistida por IA te da velocidad y alcance, y tu experiencia pone los límites, la arquitectura y la responsabilidad final.
Me dedico al SEO y la monetización con proyectos propios desde 2019. Un friki de las nuevas tecnologías desde que tengo uso de razón.
Estoy loco por la Inteligencia Artificial y la automatización.