Las gafas con inteligencia artificial (IA) están llamadas a cambiar la forma en la que tú y millones de personas os vais a relacionar con la tecnología cada día. Según Mark Zuckerberg, CEO de Meta, pronto este tipo de dispositivos serán el acceso principal a la IA, hasta el punto de que quien no las lleve se quedará en clara desventaja frente a quienes sí las usen.
Las Ray-Ban Meta y las Oakley Meta ya lo están demostrando: te permiten escuchar música, grabar vídeos, sacar fotos y hasta preguntar a Meta AI sobre lo que pasa a tu alrededor, sin sacar el móvil del bolsillo y de manera extremadamente sencilla.
El potencial de estas gafas inteligentes va mucho más allá de unas simples órdenes por voz. Lo que plantea Zuckerberg es que la futura generación de gafas con IA «vea» y «oiga» todo lo que experimentas, ofreciendo respuestas y funciones contextuales a cada momento.
Si además sumas una pantalla integrada —ya sea un amplio campo holográfico, como el que prepara la realidad aumentada de las gafas Orion, o un display simple al estilo cotidiano—, tendrás en tu rostro la puerta directa al mundo digital.
Zuckerberg lo tiene claro: unas gafas equipadas con sensores pueden ver y oír exactamente lo mismo que tú a lo largo de tu rutina. Eso permite a la IA interactuar contigo justo cuando y donde más lo necesitas.
De ese modo, no dependes del móvil ni de estar pendiente de una pantalla táctil. Imagina caminar por la calle, encontrarte con algo curioso y saber que tienes un dispositivo en tu oreja capaz de darte contexto, sugerencias y hasta traducir carteles al instante. Todo sin levantar la vista del mundo físico.
Aun así —y esto lo destaca el propio Zuckerberg— quienes no dispongan de gafas o de algún método alternativo van a partir en desventaja, ya que la rapidez y la naturalidad de respuesta que ofrece la IA integrada puede suponer una ventaja cognitiva muy difícil de igualar solo con ordenadores o móviles clásicos.
También te puede interesar:Meta Cambia Estrategia: Limitará el Código Abierto en sus Modelos de IA Avanzada¿Por qué las gafas se están posicionando como el dispositivo de referencia para la IA de consumo? Hay tres claves muy claras: usan un formato aceptado socialmente, pueden llevarse puestos sin incomodar y ofrecen acceso inmediato a un asistente virtual realmente integrado.
De hecho, las Ray-Ban Meta y las Oakley Meta incluyen funciones como reproducción de música, llamada de voz y consulta directa al asistente Meta AI. Si te preguntas por la utilidad real, prueba a viajar, pedir rutas o identificar monumentos directamente desde tus ojos y oídos. La sensación de inmediatez es difícil de superar.
Según EssilorLuxottica, la facturación de las Ray-Ban Meta se ha multiplicado por más de tres veces en solo un año. Más usuarios quieren probar cómo es conversar con una IA desde sus propias gafas.
El interés no se detiene ahí: la empresa sigue añadiendo modelos y consolidando la marca en el mercado. La aceptación social es clave porque muchísima gente ya lleva gafas en su vida cotidiana. A diferencia de otros dispositivos “raros”, las gafas inteligentes no chocan con la moda ni con los hábitos.
Meta lleva entre cinco y diez años invirtiendo fuerte en este campo a través de Reality Labs, su laboratorio de innovación. La apuesta ha salido cara: solo en el último trimestre ha supuesto 4.530 millones de dólares en pérdidas, y desde 2020 supera ya casi los 70.000 millones en números rojos.
¿Por qué seguir adelante con estas cifras? Para Zuckerberg, se trata de una inversión estratégica a largo plazo. Reality Labs es el motor tecnológico detrás de las gafas inteligentes y del futuro Metaverso. El CEO de Meta argumenta que si tú y el resto de usuarios vais a usar la IA como asistente diario, construir un dispositivo perfecto merece cualquier coste inicial.
También te puede interesar:Meta fue sorprendida manipulando benchmarks de IAReality Labs desarrolla tanto hardware —las propias gafas y sensores puntuales— como software avanzado, como los algoritmos de visión artificial y comprensión del entorno. El horizonte es ambicioso, pero parece claro que Meta quiere el control absoluto de la experiencia completa, integrando IA, realidad aumentada y el día a día del usuario en un solo producto.
¿Hasta qué punto una pantalla integrada puede mejorar tu experiencia con las gafas con IA? Según Zuckerberg, muchísimo. El añadir desde un campo de visión holográfico amplio, como el que preparan las futuras gafas Orion de Meta, hasta pantallas pequeñas en modelos más comunes, amplía las opciones.
Contar con una visualización directa te permite recibir notificaciones, traducciones, mapas o indicaciones visuales “en el aire” antes de que puedas parpadear. Las gafas se convierten en la interfaz perfecta para un metaverso que se cruza con tu rutina diaria. Todo esto solo será posible si los desarrollos actuales logran equilibrar tamaño, peso y autonomía, algo en lo que Meta está trabajando con máxima prioridad.
Incluir una pantalla completa no es trivial; debe ser cómoda y no deslumbrar o resultar intrusiva. Por eso conviven distintos formatos en la hoja de ruta, ajustándose tanto a entusiastas de la realidad aumentada como a quien solo busca un asistente con pantallita auxiliar.
¿Es obligatorio que la IA de consumo se enfoque solo en gafas? Para nada. Grandes empresas y startups están dinamizando el sector en busca del próximo dispositivo estrella. OpenAI, por ejemplo, ha comprado la startup del exdiseñador de Apple, Jony Ive, para crear su propio hardware de interacción con IA, desembolsando cerca de 6.500 millones de dólares.
También existen propuestas como los pins inteligentes (el de Humane resultó ser un fracaso, pero abrió el camino), los colgantes de Limitless y Friend o dispositivos miniaturizados que prometen toda la potencia de la IA sin pasar por tus ojos. La clave está en que sea práctico, cómodo y no te obligue a cambiar tu forma de vestir o relacionarte.
También te puede interesar:Meta Connect 2024: Los Anuncios Más Impactantes en IA, Realidad Aumentada y Gafas InteligentesHoy por hoy las gafas tienen ventaja gracias a su integración con la moda, la costumbre social y la facilidad de uso. Muchas personas ya las llevan diariamente; convertirlas en gadget inteligente parece un paso lógico mientras surgen nuevas ideas.
Si piensas que el boom de los smartphones fue un giro radical, imagina la próxima ola de dispositivos. Muchas voces en la industria señalan que el siguiente gran salto puede venir de un rincón inesperado; nadie imaginó el impacto del iPhone antes de 2007.
Zuckerberg apuesta a que las gafas inteligentes con IA serán la punta de lanza, fusionando el universo digital y el mundo físico en tiempo real. Pero todo el mercado está en constante búsqueda: desde pequeños accesorios hasta integraciones con ropa o complementos imprevistos.
No hay certezas absolutas, pero el consenso es claro: quedarse sin un acceso inmediato a la IA, ya sea en gafas, un colgante o en la muñeca, va a marcar la diferencia en aprendizaje, productividad y comunicación cotidiana. Las empresas buscan ese dispositivo ganador que redefina el día a día.
En definitiva, las gafas con IA de Meta han acelerado la integración entre la tecnología y tu vida diaria hasta niveles impensables hace apenas unos años. Hoy la aceptación social, el éxito comercial y el avance de la IA las sitúan en la pole para convertirse en el estándar del futuro próximo, impulsando el sueño del Metaverso y dejando claro que quien no entre en este nuevo juego se quedará, sí o sí, un paso por detrás. La próxima revolución digital puede que ya esté sobre tu nariz: ¿te atreves a probarla?
Me dedico al SEO y la monetización con proyectos propios desde 2019. Un friki de las nuevas tecnologías desde que tengo uso de razón.
Estoy loco por la Inteligencia Artificial y la automatización.