La llegada de Gemini con Veo 3 cambia para siempre la creación sintética de vídeo por inteligencia artificial. Por primera vez, puedes generar clips cortos con tanta calidad y realismo que llegan a confundir a cualquiera sobre si lo que ve es una grabación auténtica.
Todo desde el propio navegador, solicitando vídeos de manera sencilla, rápida y hasta con sonido totalmente producible por IA. Si alguna vez has querido crear escenas inéditas, secuencias realistas o fragmentos animados en apenas unos minutos, ahora te resultará más fácil y accesible que nunca gracias al plan Google AI Pro y Veo 3.
Esta nueva función no solo reduce la distancia con lo real, también amplía las opciones de quienes buscan vídeos a medida sin conocimientos técnicos previos. Vas a poder conseguir resultados muy pulidos incluso en peticiones complejas, como paisajes imposibles, movimientos de cámara o voces en varios idiomas.
Eso sí, exige ser muy preciso en cómo le explicas la escena, pero el avance respecto a herramientas previas como Veo 2, Sora o Pika es muy notorio. ¿Quieres saber cómo funciona, qué necesitas y cuáles son sus principales ventajas y limitaciones? Aquí te lo contamos con detalle.
¿Quieres empezar a generar vídeos por inteligencia artificial usando Veo 3? Para poder usar esta herramienta, tienes que tener activa una suscripción Google AI Pro que cuesta 22 euros al mes –una cantidad muy inferior a la opción Premium de 250 euros, que hasta ahora era la única forma de acceso. Este paso por sí solo no es suficiente aquí en España.
El acceso está restringido por ubicación, así que será imprescindible usar un servicio VPN y conectarte a un servidor de Estados Unidos. A día de hoy, Veo 3 solo funciona en la versión web de Gemini; la app de Android todavía no muestra esta función habilitada. Una vez hagas login desde el navegador, verás el icono de vídeo, donde debe aparecer el texto “Genera vídeos con Veo 3” si todo está disponible.
Vas a poder repetir el proceso, aunque hay un límite semanal no especificado oficialmente, que ronda los 11 vídeos.
Si lo comparamos con Sora de OpenAI o Pika, la diferencia de realismo y coherencia que logra Veo 3 es enorme. La fidelidad visual, el realismo en las animaciones y la integración de sonido sitúan este sistema por delante de cualquier otro modelo público actual.
Muchos clips resultan virtualmente indistinguibles de una secuencia de vídeo grabada con cámara profesional, especialmente en escenas breves y con movimientos naturales.
Esto no solo supone un antes y un después en vídeo sintético, sino que también implica que los sistemas automáticos para analizar la autenticidad van a tener que mejorar. La sofisticación de Veo 3 exige métodos mucho más ajustados para distinguir creaciones artificiales frente a grabaciones reales.
En Veo 3, todo gira alrededor del prompt. Vas a poder pedir escenas muy detalladas, especificando el entorno, movimientos de cámara, clima, emociones, sonidos y hasta el idioma de las locuciones.
La herramienta interpreta cada detalle gracias a Gemini, que ha demostrado ser muy fiable: rara vez aparecen incoherencias o “alucinaciones“, aunque si enfocas un plano muy cerrado sobre objetos en manos puede notarse algún defecto sutil.
Para conseguir la máxima coherencia, sigue siempre estas recomendaciones básicas:
Aunque el sistema interpreta bien los requisitos, ocasionalmente se salta el idioma pedido, así que conviene revisar cada resultado. Si la primera prueba no es de tu agrado, afina el prompt: Veo 3 mantiene el estilo entre intentos y la calidad suele mejorar claramente si eres minucioso en cada iteración.
Uno de los puntos fuertes es la rapidez. Vas a poder obtener tu vídeo en dos o tres minutos, directamente desde el navegador y sin instalaciones complicadas. Eso sí, cada vídeo generado tiene una duración máxima de ocho segundos a 720p, en formato MP4 y con audio AAC.
La propia herramienta impone un límite semanal. Por experiencia, puedes llegar a elaborar unos 11 a 12 vídeos cada semana. No existe confirmación oficial del número exacto desde Google, pero es un factor importante si necesitas muchas pruebas.
Si buscas tomar más largas o secuencias enlazadas, Gemini en teoría lo permitirá en el futuro mediante Flow, aunque esta función aún no está disponible para el plan Pro.
La gran revolución de Veo 3 respecto a versiones anteriores es la integración directa de sonido en la creación del vídeo. Aquí, vas a poder solicitar locuciones, canciones, efectos, sonidos ambientales o cualquier otro audio que encaje en tu escena, simplemente describiéndolo en el prompt.
Esto incluye voces en español, aunque a veces no lo respeta a la primera: hay ocasiones en que genera audio en otro idioma pese a que le indiques lo contrario.
Por supuesto, el sistema bloquea la generación de vídeos que contengan material sensible, escenas explícitas o con derechos de autor. Si Gemini detecta un intento sospechoso —ya sean personajes famosos, marcas o contenido catalogado como inapropiado— el resultado será un mensaje de error y la escena no se crea. Esta política es muy estricta en la práctica, así que lo más recomendable es centrarse en clips propios o recursos genéricos.
Si trabajas en edición, animación, publicidad digital o tienes un pequeño negocio digital, esta tecnología abre la puerta a producir recursos audiovisuales a demanda, con calidad profesional y mínimas barreras técnicas.
En definitiva, Gemini y Veo 3 marcan el inicio de una era en la generación de vídeo por inteligencia artificial, al situar la calidad visual y el realismo en niveles sorprendentes y accesibles. Ya puedes conseguir clips cortos con sonido, personalizarlos con un simple prompt, y ajustar cada detalle hasta lograr el efecto que necesitas.
Aunque aún existen límites —como la restricción semanal de vídeos y la necesidad de usar VPN—, la tecnología ya está disponible para usuarios del plan Google AI Pro, ofreciendo una herramienta potente y solvente para creaciones audiovisuales de nueva generación.
Me dedico al SEO y la monetización con proyectos propios desde 2019. Un friki de las nuevas tecnologías desde que tengo uso de razón.
Estoy loco por la Inteligencia Artificial y la automatización.