El impacto de la inteligencia artificial en el trabajo de los diseñadores gráficos en China es ya una realidad cotidiana, especialmente para quienes se mueven entre proyectos publicitarios, freelances y clientes con presupuestos ajustados. Si alguna vez te preguntaste hasta qué punto la IA puede “sustituir” la creatividad humana, la experiencia de diseñadores como Sendi Jia lo ilustra con claridad.
En su caso, desde su estudio entre Pekín y Londres, recurre a generadores como DALL-E para suplir la ausencia de fotos reales, resolviendo el problema de fondo para webs y campañas, pero enfrentándose de lleno con los límites y consecuencias del avance tecnológico en el sector creativo.
Muchos clientes, al descubrir la facilidad y rapidez de estos generadores de imágenes, modifican sus expectativas y presionan a los profesionales para obtener resultados inmediatos y baratos. Surge aquí la gran pregunta: ¿Qué queda realmente del valor del diseño gráfico profesional cuando la IA automatiza y abarata tantos procesos?
Cada vez más, los generadores de imágenes por inteligencia artificial forman parte del flujo habitual de trabajo en estudios y agencias. Diseñadores como Sendi Jia los emplean sobre todo cuando el cliente no aporta recursos propios, ya sean fotos o ilustraciones. Así se resuelve rápidamente la creación de fondos genéricos o imágenes estándar, evitando largos procesos o excesivos costes.
Esta facilidad genera un efecto directo e inmediato: clientes que antes encargaban un logo o una pieza gráfica, ahora prueban diseñadores automáticos, y si el resultado les convence, prescinden del profesional humano. Fue el caso de un responsable universitario que contactó con Jia para el diseño de un logotipo, pero echándose atrás justo después de obtener uno aceptable mediante IA.
¿Qué motiva a muchos clientes en línea a preferir la IA frente al trabajo de un diseñador tradicional? Por un lado, la rapidez y el bajo precio. Por otro, la creencia de que la IA puede igualar la calidad profesional en tiempo récord.
También te puede interesar:OpenAI Presenta un Agente para Investigación ProfundaEste cambio baja el umbral de lo que se considera gráfico válido y aceptable, simplificando la percepción de todo el proceso de diseño hasta dejarlo en “pulsa un botón para obtener imágenes”.
Como resultado, freelances y perfiles dedicados a ilustraciones atractivas y publicitarias se ven directamente amenazados. Los clientes esperan más por menos, y el valor percibido del trabajo gráfico se reduce drásticamente.
Mucho antes de la explosión de la IA, las empresas tecnológicas chinas ya pedían a sus diseñadores que observaran, estudiaran y descompusieran estéticas ajenas, normalmente de marcas rivales. Era un proceso lento, que requería comprensión profunda, análisis de tendencias y referencias concretas.
Con los generadores de imágenes, este análisis manual pierde peso. La IA produce “oleadas” de variaciones sobre un tema, aunque muchas salgan mediocres, repetitivas o plagadas de errores evidentes al ojo experto. Otros diseñadores pueden descargar estas imágenes y editarlas, puliéndolas para la entrega final, lo que ahorra tiempo, pero sacrifica parte del toque personal.
Un detalle curioso es la preferencia de muchas empresas por empleados con buen nivel de inglés. Son ellos quienes pueden descifrar, adaptar y optimizar indicaciones textuales (“prompts”) que la IA utiliza para generar cada imagen, consiguiendo réplicas más ajustadas de estilos populares.
A medida que más trabajos gráficos pasan por generadores automáticos, crece la sensación de que el diseño profesional pierde valor ante la mirada de los clientes. No es raro encontrar proyectos “resueltos” por la IA con soluciones genéricas o plantillas poco diferenciadas, lo que alimenta la tendencia a aceptar un trabajo menos cuidado, con presupuestos en caída y exigencia de tiempos mínimos.
También te puede interesar:Relevance AI recauda $24 millones para expandir su plataforma de agentes de inteligencia artificialComo señala Sendi Jia, la gran pregunta que abre la IA es si el diseñador solo “produce imágenes” o realmente aporta creatividad, estrategia y una visión estética integrada. Un simple resultado visual nunca sustituye la consulta personalizada, las recomendaciones funcionales ni la capacidad estratégica del profesional para resolver retos concretos.
Los diseñadores de agencias, como Erbing en Pekín, lo dejan claro: ante campañas integrales con identidad visual cuidada, la IA se queda corta. Las herramientas automáticas no generan ese carácter único ni resuelven la adaptación a formatos múltiples, medios variados o elementos icónicos de marca.
Además, el proceso de conceptualizar una campaña, definir sus estilos, planificar la dirección de arte y responder a las necesidades del cliente suele requerir más tiempo y esfuerzo que crear los propios gráficos. Aquí, el papel del diseñador como consultor, estratega y referente visual no se ve afectado todavía por la automatización, a pesar del intento de algunos clientes por aplicar atajos.
Entre la comunidad de diseñadores gráficos, es común bromear sobre los resultados aleatorios de la IA, comparándolos con el mecanismo de los juegos “gacha” (donde casi siempre obtienes premios mediocres y repites combinaciones sin parar).
Esta visión refuerza la idea de que, aunque la IA produce inmensas cantidades de imágenes en segundos, la mayoría carecen de valor funcional y hay que filtrar mucho para encontrar algo usable.
Diseñadores como Erbing confían en que, con el tiempo, la IA pueda perfeccionarse, integrándose como una herramienta verdaderamente profesional. Hoy en día, sus aplicaciones reales no siempre cumplen con las expectativas o las promesas comerciales de estas plataformas.
También te puede interesar:La Última Actualización de DeepSeek R1 Agita el Panorama Mundial de Inteligencia ArtificialPara muchos diseñadores resulta decisivo dominar los comandos y ajustes precisos del generador: seleccionar bien las palabras, afinar las peticiones y reconocer cuándo lo generado se acerca al objetivo buscado.
En empresas tecnológicas chinas, aquellos empleados con competencia en inglés y en “prompting” han ganado relevancia, pues logran adaptar estilos populares rápidamente y aprovechar lo útil de la IA.
Pese a ello, traducir los conceptos de un proyecto a instrucciones comprensibles por la IA sigue siendo un reto. No basta con describir el resultado final, sino que hay que comprender cómo funciona el modelo generador y qué tipo de respuesta esperar. Esta fase, que podría parecer simple, requiere tiempo y práctica, y no elimina la necesidad del ojo crítico del diseñador.
En el sector gráfico chino ha calado la idea de que la IA debería reducir de manera automática los precios y los plazos de entrega. Muchos clientes ya lo dan por hecho y ajustan sus presupuestos a la baja, considerando que el valor del profesional se limita a conseguir imágenes más rápido que nunca.
Esta visión recoge poco de la realidad interna: el grueso de la labor del diseñador, desde reflexionar el concepto, adaptar las ideas al cliente y desarrollar una estrategia visual sólida, permanece casi intacta y sigue consumiendo tiempo. Solo la parte realmente “manual” del diseño se ve acelerada, pero la esencia profesional aún depende de la creatividad y de la comprensión de necesidades específicas.
En definitiva, la irrupción de la inteligencia artificial en el diseño gráfico en China no solo está transformando cómo se producen imágenes o logotipos, sino que también obliga a clientes y profesionales a revisar sus expectativas y la definición misma de valor en este sector.
También te puede interesar:Chat Haus: el coworking que desafía la relación entre arte e Inteligencia ArtificialLa rapidez y accesibilidad de la IA facilitan la creación de recursos básicos, pero cuando el objetivo es construir identidades sólidas o lanzar campañas distintivas, la figura del diseñador sigue siendo insustituible.
Me dedico al SEO y la monetización con proyectos propios desde 2019. Un friki de las nuevas tecnologías desde que tengo uso de razón.
Estoy loco por la Inteligencia Artificial y la automatización.