Imagina que tu cliente te pregunta por qué va a pagar lo mismo cuando un modelo genera diez bocetos en minutos. La conversación entre Rafa Jiménez (Seenapse) y David Jones (ex Havas) pone nombre a ese vértigo: lo que cambia no es la creatividad, es el negocio. Aquí vas a ver cómo la IA en agencias creativas reordena tarifas, roles y métricas, y qué puedes vender cuando ya no vendes horas.
Hoy la mayoría de agencias siguen cobrando por tiempo, y cada mejora computacional reduce, casi en automático, las horas comercializables. Con la IA en agencias creativas acelerando guiones, bocetos y prototipos, el reloj deja de ser una medida creíble del valor, y te obliga a responder a una pregunta incómoda: si ya no vendes horas-hombre, ¿qué vendes exactamente y cómo lo defiendes?
La respuesta no pasa por sustituir la creatividad, sino por cambiar el marco de cobro: vender criterio, no minutos. Este cambio requiere explicar por qué tu valor diferencial está en seleccionar rutas ganadoras, decidir el momento de salida y priorizar sacrificios estratégicos, tareas donde la máquina te asiste pero no te reemplaza.
Al principio, muchos anunciantes vetaron cualquier uso de inteligencia artificial por miedo a derechos de autor, privacidad y confidencialidad. Con el paso de los meses y tras establecer salvaguardas legales, esos mismos equipos empezaron a exigir descuentos claros y el uso explícito de IA en agencias creativas para abaratar la creación, empujando a compras a pedir recortes significativos en cada negociación global.
Los departamentos de compras han estandarizado productos y comprimido tarifas, esperando reducciones de dos dígitos y confiando en que la IA cubra la diferencia operativa. Esa presión no siempre entiende los matices de la creatividad, por lo que te conviene documentar qué parte del proceso es automatizable y cuál depende de juicio humano medible.
Cada vez más, la producción, la generación de contenido y ciertas automatizaciones se trasladan al cliente o a proveedores nicho, reduciendo tu margen y complicando plazos por la coordinación extra. Con todo, la IA en agencias creativas no te deja fuera del juego, te mueve a un rol de orquestación y gobernanza que evita retrabajos, bloqueos legales y desalineaciones de marca.
También te puede interesar:De ASCII a Gráficos en Tiempo Real: Cómo la IA Transforma los Juegos y sus RetosMuchas agencias han recortado tarifas para aguantar el trimestre, pero ese atajo prepara su propia sustitución. Algunas incluso han hecho misión volver autosuficientes a los clientes, algo que suena noble y, Puede ser contraproducente cuando desmonta el vínculo estratégico que justifica tu presencia.
El problema de fondo no es nuevo: desde que se separaron medios y creatividad, intentas cobrar ideas midiendo tiempo, aunque dos ideas con las mismas horas no valgan lo mismo. La IA en agencias creativas solo ha dejado en evidencia el absurdo de ese cronómetro, acelerando lo mecánico y forzándote a anclar el precio a decisiones, no a producción.
Durante años se propusieron vías como pago por valor, ingresos compartidos o éxito, pero chocan con la atribución difusa y la necesidad de presupuestos cerrados. Puedes vender el criterio: escoger rutas creativas viables, decidir el momento oportuno y priorizar renuncias, incluyendo qué es legalmente sólido y qué encaja con la cultura, tareas profundamente humanas que la IA no decide sola.
Empiezan a imponerse contratos centrados en gobernanza y propiedad intelectual, no en volumen de entregables. Vas a ver más retainers por toma de decisiones con acuerdos de nivel de servicio claros: número de rutas, rondas de revisión y tiempos de respuesta, todo definido por anticipado y respaldado por flujos con IA en agencias creativas.
Otro frente es la creación de librerías propias de conceptos y marcos visuales, con licencias por sector o región. El desempeño ya no se vende como promesa de ventas directas, sino como impacto en recuerdo, consideración, eficiencia de producción y ajuste al mercado, métricas que conectan con tu rol de curaduría y que puedes auditar con trazabilidad técnica.
Para reforzar el vínculo, convierte tus procesos, prompts y evaluaciones en una especie de “Client OS” que institucionaliza cómo decides y por qué, manteniéndote relevante incluso si el cliente internaliza parte de la ejecución. En ese esquema, la IA en agencias creativas es el motor, y tu criterio es el volante.
También te puede interesar:El Futuro De La Ingeniería De Software: ¿Será La Inteligencia Artificial Su Próxima Evolución?Todavía hay quien siente que usar IA es hacer trampas, mientras que en ingeniería aprovechar librerías y recursos externos siempre ha sido una virtud de eficiencia. Con todo, el mito del genio solitario choca con el nuevo rol, donde el valor está en dirigir con cabeza la colaboración entre personas y máquinas, algo que la IA en agencias creativas potencia si tú marcas la pauta.
Seenapse señala que la ideación es la fase menos controlable y donde más horas se pierden, con desbordes de presupuesto y burnout. Las herramientas de IA no te sustituyen, te dan tiempo de calidad y te obligan a explorar referentes y asociaciones inesperadas más allá de las búsquedas típicas, siempre que aceptes que la originalidad nace de la interacción y no del aislamiento.
No, la IA en agencias creativas acelera borradores y prototipos, pero el valor está en tu juicio. Vas a poder elegir rutas que cumplan con requisitos legales, leer señales culturales y decidir cuándo salir, y eso sigue siendo trabajo humano con impacto directo en la marca.
Parte de la complejidad del reto, el número de decisiones críticas al mes y los SLAs pactados, y añade un componente de riesgo por categorías sensibles. Evita volver a horas, traduce la carga en límites de rutas, rondas y ventanas de respuesta con precios fijos por nivel de servicio.
Presenta tu marco de gobernanza, tus activos de IP y tus métricas de desempeño, y explica qué parte del ahorro proviene de automatización y cuál depende de elecciones de marca. Con todo, fija un suelo mínimo para no erosionar el rol de criterio que te diferencia del proveedor de volumen.
Siguen presentes riesgos de copyright, privacidad y confidencialidad, por lo que necesitas políticas de datos, exclusiones por prompts sensibles y revisión legal antes de publicar. Con trazabilidad de modelos, fuentes y aprobaciones, la IA en agencias creativas es gestionable y auditable.
También te puede interesar:Demis Hassabis y John Jumper ganan el Premio Nobel de Química 2024 por AlphaFoldAcepta que parte de la ejecución migre, y refuerza tu propuesta en orquestación, estándares de calidad y decisiones de marca. En paralelo, licencia tus librerías y tu “Client OS” para mantener vínculo y relevancia, y alinear a todos con el mismo marco de selección.
Si mueves el centro de tu negocio de vender tiempo a vender criterio, la IA en agencias creativas deja de ser una amenaza y se convierte en palanca. Vas a poder demostrar valor con gobernanza, propiedad intelectual y métricas de recuerdo y consideración, y quedarte en el lugar que más importa: tomar buenas decisiones creativas, al ritmo del mercado y con la máquina a tu favor.
Me dedico al SEO y la monetización con proyectos propios desde 2019. Un friki de las nuevas tecnologías desde que tengo uso de razón.
Estoy loco por la Inteligencia Artificial y la automatización.