El avance rápido de la inteligencia artificial en empresas ha generado preocupaciones laborales que pocos habían previsto. Muchas compañías apostaron por sustituir empleados humanos con bots de IA, lo que provocó olas de despidos y recortes en plantillas.
Cada vez más expertos alertan de los peligros de este enfoque, tanto para la seguridad de los trabajadores como para la salud de la economía. Te mostramos el ejemplo concreto de Klarna, lo que ocurrió tras sus decisiones y por qué este caso debería servir de aviso para otras empresas tecnológicas.
En los últimos meses, la expansión de la inteligencia artificial en el trabajo ha ido pareja a un aumento del miedo en las plantillas. Directivos y jefes han optado por introducir bots de IA generativa en áreas clave para automatizar tareas administrativas, técnicas e incluso atención al cliente.
El resultado suele ser el mismo: despidos masivos y reemplazo de empleados humanos por sistemas inteligentes. Si lo comparamos con la situación previa, el impacto es radical y ya afecta a miles de trabajadores en todo el sector tecnológico.
Este fenómeno no ha pasado desapercibido para voces influyentes como Sebastian Siemiatkowski, CEO de Klarna. Desde su experiencia, muchos responsables de empresa han subestimado el impacto real de la IA en tareas administrativas. Según él, tomar estas decisiones de manera rápida y sin valorar consecuencias puede generar recesiones económicas a corto plazo, empeorando la situación para todos.
Klarna, conocida por su apuesta fuerte por la inteligencia artificial, ha vivido en primera persona las consecuencias de sustituir humanos por IA. En diciembre de 2023, la empresa redujo su plantilla de 3.800 a solo 2.000 personas. Justificaron estos recortes usando términos como “desgaste natural”, pero el trasfondo real era la automatización mediante chatbots capaces de encargarse de tareas antes humanas.
Pocos meses después, los chatbots de IA de Klarna ya hacían el trabajo de 700 empleados de atención al cliente. Parecía una jugada ganadora desde fuera, pero las críticas sobre la calidad del servicio no tardaron en llegar.
Para mayo de 2025, Klarna tuvo que dar marcha atrás y volver a contratar profesionales, reconociendo la clara preferencia de los clientes por el toque humano en la resolución de incidencias.
Uno de los sectores donde más se nota la tensión entre automatización y trabajo humano es la atención al cliente. Aunque parecía una de las áreas más fáciles de robotizar, la experiencia de Klarna muestra los límites reales. Durante el periodo en el que los chatbots gestionaron la atención, las quejas por la baja calidad del servicio se multiplicaron.
Muchos empleados protestaron públicamente y defendieron la importancia del elemento humano en tareas de contacto directo. Así, Klarna se vio forzada a rectificar su política, lo que demuestra que, por sofisticados que sean los sistemas de IA, ciertos trabajos necesitan empatía, comprensión y habilidades que solo una persona puede dar.
Incluso frente a la presión del mercado, el “toque humano” resiste por su valor añadido.
En sectores tecnológicos, la IA ha creado una “burbuja” que muchas compañías quieren aprovechar. Sin embargo, esta apuesta ciega por reducir costes deja de lado los efectos adversos sobre el empleo.
Tanto trabajadores como expertos alertan de los peligros de un uso poco reflexivo de la inteligencia artificial. Las consecuencias abarcan desde la destrucción de empleo de calidad hasta un empeoramiento general de la economía real y la moral de los equipos.
Empresas como Klarna han demostrado que avanzar demasiado rápido con la IA puede generar problemas que ni el propio CEO desea, como una pérdida de reputación, atención al cliente deficiente y protestas de plantilla. El peligro para la seguridad y calidad del empleo es real, y se materializa en la presión diaria sobre trabajadores y en la incertidumbre económica global.
Ante este panorama, surge la pregunta clave: ¿Qué empleos tienen futuro frente a la IA? Aunque muchos puestos administrativos y técnicos están amenazados, sigue habiendo trabajos donde el componente humano es indispensable. Los empleados de atención al cliente son un ejemplo claro: su valor radica en la empatía, la negociación y la capacidad de adaptación ante preguntas inesperadas.
Queda demostrado que sustituir a todos por chatbots, sin planificación responsable, termina por perjudicar a las empresas y a sus clientes. El caso de Klarna ilustra cómo una aproximación equilibrada puede ser fundamental para no perder el contacto personal en las áreas donde más importa.
Si eres trabajador, tener habilidades interpersonales y capacidad emocional sigue siendo una garantía de supervivencia frente a la automatización total. Por mucho que progrese la IA, los empleos con “toque humano” mantienen su importancia. Elegir bien cómo aplicarla y aprender de los errores de empresas pioneras puede ahorrarte graves problemas si tu futuro laboral depende de esta tecnología.
Me dedico al SEO y la monetización con proyectos propios desde 2019. Un friki de las nuevas tecnologías desde que tengo uso de razón.
Estoy loco por la Inteligencia Artificial y la automatización.
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