OpenAI ha cruzado una nueva frontera en el desarrollo de inteligencia artificial: un modelo experimental —aún sin nombre oficial— ha logrado una medalla de oro en la Olimpiada Internacional de Matemáticas (IMO), convirtiéndose en la primera IA en alcanzar un resultado de élite en esta prestigiosa competición.
El logro marca un hito tanto técnico como simbólico en la carrera por desarrollar una Inteligencia Artificial General (AGI), pero plantea interrogantes importantes: ¿hasta qué punto se trata de inteligencia? ¿Y por qué este avance no estará disponible en ChatGPT?
El modelo de OpenAI obtuvo 35 puntos de 42 posibles, resolviendo cinco de los seis problemas propuestos en el riguroso examen de la IMO 2025, realizada este año en Sunshine Coast, Australia. Esa puntuación lo coloca al nivel del 10% más alto de los más de 600 participantes humanos —todos ellos adolescentes considerados genios matemáticos por sus países—.
La Olimpiada Internacional de Matemática es, desde 1959, el escenario donde se forman algunas de las mentes más brillantes del planeta. Sus preguntas, que abarcan álgebra, geometría, teoría de números y combinatoria, requieren un nivel de razonamiento no automatizable hasta ahora.
Sin embargo, el nuevo modelo de OpenAI trabajó bajo las mismas condiciones que los humanos, según confirmaron miembros del equipo técnico como Alexander Wei y Noam Brown. Sin acceso a internet, sin herramientas externas y con el mismo plazo en dos secciones de 4,5 horas.
Wei calificó el desempeño como un “gran reto que llevaba mucho tiempo pendiente en la IA”, mientras que Brown destacó que el modelo mostró una “nueva forma de pensamiento creativo sostenido”. En otras palabras, no se limitó a calcular: exploró, razonó y resolvió con persistencia, algo inusual en sistemas entrenados por aprendizaje automático.
También te puede interesar:OpenAI Lanza el Modo Visión en Tiempo Real y Compartir Pantalla en EuropaLa voz más conocida detrás de OpenAI, Sam Altman, aprovechó el momento para reafirmar el rumbo de la compañía hacia una IA de propósito general. “Cuando comenzamos con OpenAI, esto era un sueño... no uno que pareciera realista”, escribió en X.
Añadió que el sistema utilizado no es una herramienta matemática formal como AlphaGeometry de DeepMind, sino un modelo de lenguaje generalista con habilidades matemáticas, lo cual refuerza la narrativa de que están creando un sistema universal de razonamiento.
Sin embargo, Altman también confirmó que esta IA no estará disponible al público en el corto plazo. “No transformaremos esta tecnología en un producto de consumo con nivel óptimo de capacidad durante muchos meses”, advirtió, lo que implica que los usuarios de ChatGPT —a pesar de su popularidad global— no verán reflejado este avance en sus interacciones cotidianas con el chatbot.
El logro ha sido celebrado incluso por voces escépticas. Gary Marcus, uno de los críticos más consistentes del hype en torno a la inteligencia artificial, reconoció que el resultado es “realmente impresionante”.
Pero no dejó de hacer preguntas incómodas: ¿qué tipo de entrenamiento recibió el modelo? ¿Cuánto costó? ¿Quién lo verificó? ¿Realmente estamos ante una IA inteligente o ante una maquinaria sofisticada que simula el razonamiento?
También te puede interesar:OpenAI une fuerzas con los Laboratorios Nacionales de EEUU para transformar la investigación científicaMarcus recordó que la IMO todavía no ha verificado oficialmente los resultados obtenidos por OpenAI, una advertencia que pone en perspectiva la necesidad de evaluaciones externas e independientes en tiempos de anuncios espectaculares. También señaló la opacidad habitual de las grandes tecnológicas en cuanto a los datos de entrenamiento, una crítica recurrente en el mundo de la IA de frontera.
Además, este caso reabre un debate sobre la definición de “inteligencia”. ¿Resolver problemas matemáticos extremadamente difíciles conlleva una forma de conciencia, entendimiento o intuición? ¿O simplemente estamos ante sistemas capaces de hallar patrones complejos y aplicarlos con precisión, sin ningún tipo de “comprensión” como la humana?
Hay una paradoja evidente en todo esto: una IA ha alcanzado un nivel que supera a los humanos en una disciplina altamente especializada, pero su impacto inmediato en la vida de las personas es casi nulo.
Esta tecnología no se integrará pronto en ChatGPT ni en ningún producto de consumo masivo, y no hay señales claras de cómo se trasladará ese rendimiento a ámbitos como la medicina, la educación o el desarrollo de software.
El propio Noam Brown reconoció que hace apenas un año, las IAs eran evaluadas con matemáticas de primaria. Hoy, en cambio, una IA ha sido capaz de destacar en uno de los retos intelectuales más exigentes del mundo. Esa evolución meteórica deja entrever que el ritmo del progreso puede superar la capacidad de adaptación social y regulatoria.
Por su parte, expertos como Peter Thiel estimaban hace solo un año que harían falta al menos tres más para que una IA resolviera problemas de la Olimpiada Matemática de Estados Unidos, un reto menor en complejidad que la IMO. Esa predicción quedó completamente superada.
También te puede interesar:¿Que es la AGI, la ASÍ y la Singularidad en Inteligencia Artificial y en qué se diferencian?El modelo experimental de OpenAI que ha deslumbrado al mundo por su habilidad matemática no es un producto, ni una herramienta útil para el público, ni una tecnología validada por terceros. Es, por ahora, una demostración técnica con profundas implicaciones simbólicas para la comunidad de IA.
Muestra que el camino hacia la IA general —aquella capaz de realizar cualquier tarea cognitiva humana— está más avanzado de lo que muchos pensaban. Pero también recuerda que el acceso, la verificación y el uso de estos avances siguen siendo temas pendientes. La transparencia, el enfoque humano y la utilidad real deben acompañar a cada nuevo salto tecnológico.
Mientras tanto, los usuarios seguirán usando versiones más limitadas de ChatGPT que, aunque potentes, están lejos de resolver problemas de la IMO. Y tal vez sea mejor así: aún no estamos preparados para convivir con genios artificiales sin saber realmente qué piensan… o si piensan en absoluto.
Me dedico al SEO y la monetización con proyectos propios desde 2019. Un friki de las nuevas tecnologías desde que tengo uso de razón.
Estoy loco por la Inteligencia Artificial y la automatización.