OpenAI está a punto de cambiar las reglas del juego en el mundo de la inteligencia artificial. Por primera vez desde hace años, abre el acceso a un modelo de lenguaje de última generación con pesos de entrenamiento públicos, lo que permite que lo ejecutes fuera de los entornos de la propia empresa y sin depender sólo de Azure de Microsoft.
Este movimiento llega mientras Microsoft y OpenAI negocian una transformación del contrato que tenía a la compañía como una pequeña “ONG gigante”, preparándose para dar el salto definitivo como empresa de lucro con más libertad estratégica.
Con este lanzamiento, vas a poder ver cómo la IA sale del círculo cerrado que dominaba el sector. Proveedores como Hugging Face, grandes nubes rivales de Microsoft y hasta gobiernos podrán ejecutar el modelo, igualando las posibilidades para todos. Es el momento de entender por qué este paso puede poner en jaque a los gigantes y abrir nuevas rutas tanto técnicas como comerciales.
Por primera vez en años, la empresa publica un modelo open-weight. Ahora cualquiera puede descargar los parámetros o pesos de entrenamiento y ejecutarlo sin depender de los servidores de OpenAI. Esta apertura no se veía desde GPT-2, allá por 2019, y rompe con la lógica de modelos cerrados, donde la empresa sólo dejaba acceder a la IA en sus servidores o a través de plataformas muy controladas.
Ahora, los pesos estarán disponibles no sólo en Azure, sino también en Hugging Face y otros grandes proveedores de nube. Esta decisión implica que terceros podrán replicar, modificar o integrar el modelo donde quieran, sin que OpenAI o Microsoft tengan el control único sobre su distribución. Eso sí, la apertura real dependerá de la licencia final: si incluye el código y los detalles del entrenamiento o si sólo permite el uso y adaptación del modelo final.
¿Por qué este lanzamiento complica la relación con Microsoft? El acuerdo firmado en 2023 daba a Microsoft acceso preferente a los modelos de OpenAI y el derecho exclusivo a venderlos a través de Azure. Además, establecía un reparto del 20% de ingresos de ChatGPT y la API para Microsoft, y viceversa: un porcentaje de ventas de Azure OpenAI para OpenAI.
También te puede interesar:OpenAI Lanza el Modo Visión en Tiempo Real y Compartir Pantalla en EuropaCon este modelo abierto, cualquiera puede alojarlo y venderlo. Proveedores de la competencia tendrán la capacidad de ofrecer el modelo a sus clientes sin restricciones técnicas. Esto puede afectar directamente los ingresos compartidos y el atractivo de Azure, ya que los clientes pueden elegir alternativas más económicas o migrar sus proyectos a nubes rivales para obtener precios más flexibles.
Microsoft mantiene el derecho de tanteo para proveer recursos de cómputo a OpenAI, pero ya no tiene el control absoluto sobre la distribución del nuevo modelo. Por otro lado, OpenAI logra desvincularse de su dependencia exclusiva, especialmente tras la reciente apertura para adquirir computación de empresas como Oracle. Este giro aumenta las posibilidades de independencia y competencia en el sector.
El modelo de lenguaje abierto de OpenAI se presenta como “similar al o3 mini”, pero con capacidades más avanzadas de razonamiento que lo sitúan al nivel de los mejores modelos lanzados hasta ahora por la compañía. Por lo que se ha visto en pruebas con desarrolladores e investigadores, es capaz de inferir, resumir o generar texto de forma similar a los grandes modelos cerrados.
OpenAI ha mostrado el modelo a la comunidad de IA en presentaciones privadas y busca feedback para ajustar las últimas cuestiones antes del gran lanzamiento. No es sólo una cuestión de publicar un modelo potente; también hay que escuchar cómo se comporta en manos reales y si cumple con los estándares de la comunidad, especialmente en temas críticos como sesgos o seguridad.
En todos estos casos, vas a poder ejecutar el modelo, iniciarlo, entrenarlo con tus propios datos o modificar sus respuestas para adaptarlas a tus necesidades. Esto representa una oportunidad clara si trabajas en instituciones, empresas o incluso en gobiernos que, hasta la fecha, tenían dudas por depender de servicios cerrados o de un único proveedor.
El modelo abierto plantea una amenaza directa para el negocio de IA de Microsoft por varios motivos. En primer lugar, los clientes tienen más alternativas, por lo que el precio y la libertad de uso ganan peso frente a la exclusividad. Muchos podrían decidir ejecutar la IA en otras nubes si el coste es mejor o las condiciones se adaptan más a sus proyectos.
También te puede interesar:OpenAI une fuerzas con los Laboratorios Nacionales de EEUU para transformar la investigación científicaAdemás, los acuerdos de reparto de ingresos entre Microsoft y OpenAI pierden impacto: no toda la facturación futura tendrá que pasar ni por ChatGPT ni por Azure. OpenAI, por su parte, puede recibir ingresos directos de nuevos canales y clientes sin tener que compartir el pastel por contrato.
Es una jugada arriesgada, pero refuerza la independencia y la capacidad de crecimiento fuera del ecosistema de Microsoft.
No todo es blanco o negro. El término “modelo abierto” puede llevar a confusiones o debates, ya que la transparencia final depende de la licencia que elija OpenAI. La pregunta clave: ¿vas a poder acceder al código fuente y los detalles completos de entrenamiento, o sólo tendrás los archivos para ejecutarlo como una caja negra? La comunidad de IA reclama claridad, y la reacción puede variar según el grado real de apertura.
Sam Altman ha prometido este modelo open-weight para “los próximos meses”, pero el lanzamiento podría producirse antes de lo previsto, si no hay sorpresas técnicas o algún movimiento estratégico inesperado. Lo que es seguro es que la comunidad espera con ganas probar en serio este nuevo actor, después de años de modelos cerrados.
Todo este contexto de innovación se ve marcado, al mismo tiempo, por una oleada de despidos en Microsoft que inquieta al sector. La compañía ha anunciado el despido de hasta 9.000 empleados en pocas semanas, sumando ya 15.000 recortes y cerca de batir su récord histórico. La mayoría de afectados pertenecen a los equipos de ventas y marketing, aunque se han cerrado estudios, cancelado juegos, e incluso el desarrollador de Forza Motorsport ha notado los recortes.
Muchos empleados han sentido que el ajuste llega de la mano de la fuerte inversión en inteligencia artificial, que parece prioritaria frente a otros departamentos. Llama la atención el consejo de un productor de Xbox que animó a los despedidos a gestionar el impacto emocional y planificar su carrera usando chatbots de IA como Copilot o ChatGPT.
Esta sugerencia ha generado polémica, pues resulta paradójica para quienes ven peligrar su trabajo por la llegada de tecnologías automatizadas.
Mientras tanto, Microsoft, OpenAI y Anthropic han invertido juntos 23 millones de dólares en la “National Academy for AI Instruction”, que se encargará de formar a casi 2 millones de profesores sindicalizados en el uso responsable y práctico de la inteligencia artificial.
El objetivo es dotar al sector educativo de herramientas y recursos gratuitos para que los docentes integren la IA en su día a día, algo cada vez más imprescindible.
Más allá del pulso con OpenAI, Microsoft ha seguido ajustando y renovando sus servicios. Teams, por ejemplo, ya permite conversaciones con hilos que los propietarios de canales pueden configurar según prefieran un diseño de posts tradicional o la organización por hilos.
En el segmento Windows, las funciones Copilot Plus llegarán pronto a los PC de escritorio con la ayuda de los procesadores Arrow Lake de Intel, previstos para la segunda mitad de 2025. Esto permitirá llevar las capacidades más punteras de IA a millones de usuarios, acercando Windows 11 a una experiencia más inteligente y proactiva.
También hay mejoras técnicas importantes: Edge ahora inicia la carga de páginas en menos de 300 milisegundos, aunque todavía tiene camino por recorrer si aspira a superar la cuota de Chrome. Windows 11, por su parte, ya ha superado a Windows 10 como sistema de escritorio más usado, gracias en buena parte al fin de soporte anunciado para su predecesor.
Microsoft Authenticator dejará de ofrecer almacenamiento y autocompletado de contraseñas, volviendo a centrarse únicamente en la autenticación multifactor. En paralelo, la compañía está probando la integración de passkeys de 1Password directamente en Windows 11, buscando una experiencia de gestión de credenciales mucho más sencilla, similar a la que ya disfrutas en iOS o Android.
Esto último pone sobre la mesa un problema recurrente en Microsoft Store: la publicación de juegos antiguos o desactualizados, que pueden poner en riesgo la seguridad de los usuarios y dejar fuera características importantes de las versiones más nuevas.
El inminente lanzamiento del modelo de lenguaje abierto de OpenAI supone una sacudida para el ecosistema tecnológico. No solo llegan cambios en la IA, sino nuevas dinámicas en licencias, ingresos compartidos y derechos de uso, mientras la transformación digital avanza a toda velocidad en todos los frentes.
Me dedico al SEO y la monetización con proyectos propios desde 2019. Un friki de las nuevas tecnologías desde que tengo uso de razón.
Estoy loco por la Inteligencia Artificial y la automatización.