Imagínate subirte a un coche que se conduce solo y que, además, lleva a bordo un asistente de IA capaz de hablar contigo, poner la música adecuada y explicarte qué está pasando sin agobiarte. Eso es lo que Waymo está probando con Gemini en sus robotaxis autónomos, y la forma en la que lo está haciendo marca una diferencia clara frente a la apuesta de Tesla.
Aunque la función todavía no está activa para el público, ya sabemos bastante de cómo quiere Waymo que se comporte este asistente de IA dentro del coche. Gracias al análisis del código de su app móvil, se ha filtrado un documento interno enorme, con más de mil líneas, que define cada detalle.
Lo primero que interesa es entender qué es exactamente este asistente de IA de Waymo con Gemini. No se trata solo de un chatbot que responde preguntas sueltas, sino de un compañero de viaje pensado para ir integrado en el interior del vehículo autónomo y acompañarte durante todo el trayecto.
Waymo ha definido a Gemini como “un compañero de IA amistoso y servicial integrado en un vehículo autónomo de Waymo”. Su misión principal es mejorar la experiencia del pasajero: darte información útil, ayudarte con algunos controles de la cabina y, sobre todo, hacer que el viaje resulte más tranquilo y menos raro cuando no hay conductor humano.

Para conseguirlo, el sistema se activa desde la pantalla del coche y, en cuanto tú lo llamas, puede elegir entre varios saludos preaprobados. Incluso es capaz de dirigirse a ti por tu nombre de pila, ya que tiene acceso a datos como el número de viajes que has hecho antes con Waymo. Así, la experiencia en estos robotaxis autónomos con Gemini se vuelve un poco más personal y cercana.
Todo este comportamiento detallado de Gemini en los robotaxis de Waymo no sale de la nada. La clave está en un documento interno llamado “Waymo Ride Assistant Meta-Prompt”, un conjunto enorme de instrucciones que define cómo debe hablar, qué puede hacer y qué límites tiene este asistente a bordo.
Este meta-prompt, que supera ampliamente las mil líneas de texto, se ha encontrado analizando el código de la app móvil de Waymo. Aunque la función todavía no está disponible en la versión pública, el contenido revela que el asistente está pensado como algo “más que un simple chatbot”. Todo está medido: desde el tono de voz, hasta las respuestas prohibidas, pasando por las frases que debe usar cuando algo no está a su alcance.
Si te subes a uno de estos robotaxis con Gemini, la idea es que no te haga falta tener conocimientos técnicos para entender nada. El asistente está diseñado para usar un lenguaje claro y sencillo, sin jerga de ingeniería ni detalles complicados sobre sensores o algoritmos.
Las respuestas tienen un límite de longitud: una, dos o como mucho tres frases. Con esto, Waymo busca que las explicaciones sean rápidas, que no te satures con información y que el tono sea siempre calmado y poco intrusivo. El papel de Gemini es acompañar, no estar hablando sin parar durante todo el viaje.
Uno de los puntos más curiosos del Waymo Ride Assistant Meta-Prompt es la insistencia en separar la identidad del asistente de IA y la del sistema que conduce el coche. Gemini tiene que dejar claro que él es un bot de conversación y que quien lleva realmente el vehículo es el “Waymo Driver”.
Esto se nota en ejemplos muy concretos. Si tú preguntas “¿Cómo ves la carretera?”, el asistente no puede responder “yo uso una combinación de sensores”. En su lugar, debe decir algo como “el Waymo Driver usa una combinación de sensores…”. Así se evita que el pasajero piense que el chatbot es el responsable directo de la conducción.
Cuando piensas en un robotaxi autónomo con asistente de IA, lo primero que te viene a la cabeza es: ¿qué cosas prácticas voy a poder pedirle? El meta-prompt deja bastantes funciones claras, sobre todo centradas en la cabina y en la experiencia de viaje.

El asistente de Waymo con Gemini tiene acceso a algunas de las funciones internas del vehículo, siempre con restricciones muy marcadas. Según las instrucciones filtradas, vas a poder pedirle que ajuste la temperatura interior del robotaxi, que cambie la iluminación de la cabina o que ponga música.
La idea es que puedas adaptar el ambiente del viaje sin tener que navegar por menús complicados en la pantalla. Simplemente hablas con el asistente y este ejecuta los cambios permitidos. Con todo, ese control está lejos de ser total y hay una lista clara de cosas que, por ahora, no están bajo su mando.
Entre las limitaciones más llamativas del asistente Gemini de Waymo están varias funciones bastante sensibles del coche. Por ejemplo, no puede modificar el volumen del sistema de sonido, no puede cambiar la ruta, no tiene acceso al ajuste de los asientos y tampoco puede manejar las ventanillas.
Cuando tú pides algo que no entra dentro de sus capacidades, el bot tiene indicadas unas “frases aspiracionales”. En lugar de decirte un simple “no puedo”, usará respuestas del estilo “No es algo que pueda hacer todavía”. Con este matiz, Waymo deja una puerta abierta a futuras mejoras, pero sin crear falsas expectativas sobre lo que el robotaxi y su IA son capaces de hacer hoy.
Más allá del control de la cabina, el asistente de IA Gemini en Waymo también funciona como una especie de buscador de bolsillo mientras vas en marcha. Tiene permiso para contestar preguntas de conocimiento general y para ofrecer información práctica que pueda hacer el trayecto más ameno.
El meta-prompt autoriza a Gemini a responder preguntas muy variadas, siempre que no impliquen actuar fuera del coche. Puedes preguntarle por el tiempo que hace, por la altura de la Torre Eiffel, por quién ganó la última Serie Mundial o por el horario de cierre de un supermercado cercano, como podría ser un Trader Joe’s.
Gracias a esa capacidad, los robotaxis con Gemini se convierten en algo más que un transporte: también son una especie de guía básica de información rápida. Todo el diseño está pensado para que no se convierta en una sesión de charla infinita, sino en un apoyo puntual mientras tú te desplazas.
Hay una frontera muy clara en este asistente de IA para robotaxis Waymo: no puede realizar acciones en el mundo físico fuera del coche. Eso significa que no puede pedir comida por ti, no puede hacer reservas en restaurantes y tampoco puede gestionar emergencias o avisar a servicios externos.
Ese límite reduce el riesgo de malentendidos y mantiene la responsabilidad de ciertas decisiones en manos del pasajero. Gemini acompaña, informa y ajusta ciertas cosas en el interior del coche, pero no se convierte en un asistente que controle tu vida fuera del vehículo.

Uno de los temas más delicados en cualquier robotaxi autónomo con IA es cómo se habla de seguridad, incidentes y maniobras de conducción. El meta-prompt de Waymo es muy estricto aquí, y marca muchas frases y temas que el asistente no debe tocar o que debe esquivar con cuidado.
Gemini tiene la instrucción clara de no especular ni confirmar nada sobre lo que el coche está haciendo en cada momento. Por ejemplo, no puede explicar por qué el vehículo ha frenado, por qué ha tomado tal desvío o qué va a hacer en la siguiente intersección.
El bot no puede explicar acciones de conducción del Waymo Driver ni comentar incidentes concretos. Si preguntas por un vídeo que hayas visto en el que un coche de Waymo golpea algo, debe desviar la conversación sin entrar en detalles. Su rol no es actuar como portavoz del rendimiento del sistema de conducción.
El asistente tampoco puede caer en un tono defensivo o apologético cuando se mencionan fallos, competidores o posibles problemas. El meta-prompt indica que no debe presentar al sistema como perfecto, pero tampoco como si estuviera en constante peligro o fallo.
Cuando salgan temas delicados, el asistente Gemini de Waymo debe mantener un tono neutral, sin dar cifras exactas de seguridad ni entrar en debates sobre incidentes. Esa línea permite informar de manera general, pero siempre evitando que el chatbot parezca el responsable oficial de dar explicaciones sobre el rendimiento de la conducción autónoma.
Aunque se busca que la IA de Gemini en los robotaxis sea cercana y cómoda, también se han previsto mecanismos para que no se convierta en algo pesado. El meta-prompt define unas palabras o expresiones que, cuando tú las usas, sirven como disparador para que el asistente deje de hablar.
De este modo, tú mantienes el control total de la interacción. Si en algún momento quieres silencio, basta con expresar esa idea y el sistema corta la conversación. Esta parte encaja con la filosofía general de Waymo: una ayuda poco intrusiva, que suma al viaje, pero que no lo invade.
La integración de Gemini en los robotaxis Waymo no empieza de cero. La compañía ya usaba la world knowledge del modelo de Google para entrenar sus vehículos autónomos en escenarios raros, complejos y de alto riesgo, donde hace falta entender bien cómo se comporta el mundo real.
En esta nueva fase, esa experiencia se traslada desde el entrenamiento interno del sistema de conducción hasta la parte visible para el usuario dentro de la cabina. Ahora, la misma IA que ayudaba a preparar mejor al coche también se encarga de que tú te sientas más acompañado, informado y tranquilo durante tu viaje.
Todo este trabajo de Waymo con Gemini se mueve en un contexto en el que otros fabricantes también están metiendo asistentes de IA dentro del coche. El caso más claro es Tesla, que está integrando Grok, el modelo de xAI, en sus vehículos sin conductor, con una filosofía un poco distinta.
Si miramos la propuesta de Waymo, el enfoque es muy práctico. El asistente de IA Gemini en los robotaxis autónomos está centrado en tareas concretas: responder preguntas breves, gestionar algunos ajustes de cabina y ofrecer tranquilidad sin convertirse en protagonista permanente del trayecto.
Todo el diseño busca que el viaje sea más agradable, más fluido y algo más útil, pero sin alargar conversaciones ni montar grandes charlas filosóficas. Waymo deja claro, a través de su portavoz, que estas funciones todavía se están probando y que no todas tienen por qué llegar a la experiencia final de los usuarios.
En el caso de Tesla, Grok se ha presentado más como un compañero de charla. La idea es que pueda mantener diálogos largos, recordar el contexto de preguntas anteriores y actuar como una especie de colega con el que puedes comentar casi cualquier cosa mientras el coche se mueve.
Si comparamos ambos enfoques, Gemini en los robotaxis Waymo se percibe más contenido y funcional, mientras que Grok apuesta por un estilo más conversacional y social. Los dos siguen la misma tendencia sectorial de meter IA generativa en los coches, pero cada uno la orienta a una forma distinta de entender la experiencia a bordo.
Todo apunta a que la competencia entre Waymo y Tesla va a girar, cada vez más, alrededor de cómo integran la inteligencia artificial en el interior del vehículo. Por ahora, Gemini se enfoca en ser un asistente pragmático para el robotaxi autónomo y Grok se mueve como un colega de conversación, así que como pasajero vas a poder elegir qué tipo de trato quieres cuando viajes en un coche que se conduce solo.
Me dedico al SEO y la monetización con proyectos propios desde 2019. Un friki de las nuevas tecnologías desde que tengo uso de razón.
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